Parques nacionales y tesoros culturales en la ruta "Four corners" de EEUU

El Oeste de Estados Unidos concentra una gran variedad de parques nacionales que albergan numerosos tesoros naturales y culturales, con antiguos asentamientos indios e incluso misteriosas viviendas en acantilados. La naturaleza más impactante se manifiesta a través de cañones espectaculares e impresionantes desiertos. Para sumergirse en este enclave excepcional, Brand USA propone un recorrido de 14 días por la ruta "Four corners", denominada así por ser el único lugar del país donde se unen cuatro estados: Arizona, Colorado, Nuevo México y Utah.
Arizona y el parque del Gran Cañón
La ruta comienza en la región de Phoenix con un recorrido en globo aerostático sobre el desierto de Arizona. La cultura nativa americana está muy presente en el Museo Heard, que exhibe más de 4.000 obras de arte de los pueblos indígenas.
En el segundo día, la primera parada será el Monumento Nacional del Castillo de Montezuma, una estructura de varios pisos construida por el pueblo Sinagua. El recorrido continúa hacia Sedona, donde uno de los lugares más fotografiados es el Cañón del Arroyo del Roble. En la base de San Francisco Peaks está el Museo del Norte de Arizona, una buena muestra de la rica historia de las naciones nativas de la región.
La exploración del Parque Nacional del Gran Cañón, una maravilla natural de más de un kilómetro y medio de profundidad y casi 30 kilómetros de ancho en algunos puntos, será el objetivo de la tercera jornada. En Desert View está la histórica torre de vigilancia y algunas de las mejores vistas del río Colorado. Al salir del parque, el Cameron Trading Post es un buen lugar para almorzar y adquirir artesanías locales.

Una buena forma de terminar la jornada es dirigirse a Page para no perderse la puesta de sol sobre la Curva de la Herradura, de 270 grados, en el río Colorado. Por la noche, Red Heritage ofrece una cena-espectáculo que celebra la cultura Navajo con comida, canto y danza.
Utah, rocas maravillosas
En la frontera entre Arizona y Utah se encuentra el Parque Tribal Navajo del Valle de los Monumentos, que se distingue por sus imponentes picos de piedra arenisca -llegan a 300 metros de altura-, telón de fondo de muchas películas del Oeste.
Tras un almuerzo en el famoso Goulding’s Lodge y adentrarse en su museo, que conserva artefactos de la historia del pueblo navajo, de regreso a Page, una visita obligada es el monumental Cañón del Antílope.
En el quinto día, la ruta incluye el Parque Nacional Cañón de Bryce, el hogar de la tribu indígena Paiute. Se distingue por sus formaciones rocosas rojizas conocidas como “hoodoos”.
En la jornada siguiente, el recorrido llega a una gran reserva desértica de coloridos acantilados de arenisca y estrechos cañones: el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante.
Un día después, se alcanza el Parque Nacional de los Arcos, en Utah, donde se pueden apreciar los arcos navajos, en especial el más popular: el Delicate Arch. También resultará de gran interés realizar un recorrido en coche por el Parque Nacional Tierra de los Cañones. En el Sendero Mesa Arch se puede disfrutar de unas increíbles vistas de las montañas de La Sal.

La ruta va hacia el sur en el octavo día, para llegar al Monumento Nacional Bears Ears, llamado así por las dos colinas que sobresalen del paisaje, con impresionantes cañones y antiguas viviendas en los acantilados.
Cruzando la línea estatal hacia Colorado, se puede visitar el Monumento Nacional de los Antiguos Cañones, donde existe una de las mayores concentraciones de yacimientos arqueológicos de Estados Unidos. La última parada del día es el extenso Parque Nacional Mesa Verde, famoso por tener algunas de las viviendas ancestrales mejor conservadas de los acantilados de Puebloan.

De Colorado a Alburquerque, Nuevo México
El protagonista de la novena jornada es uno de los sitios arqueológicos más importantes del país: el Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco, un importante centro de la actividad comercial de los Puebloan, Patrimonio de la Humanidad desde 1987.

El décimo día, el recorrido parte de Albuquerque y discurre por las ruinas de Kuaua, hogar del pueblo Tiwa, en las orillas del Río Grande, ahora conocido como el Sitio Histórico Coronado. También por el Monumento Nacional Petroglifo, donde hay más de 25.000 imágenes y símbolos grabados en la superficie de las rocas volcánicas por los nativos y los primeros colonos españoles hace más de 500 años. El Centro Cultural Pueblo Indio supone una inmersión en la diversidad de las tradiciones nativas americanas de Nuevo México.

Alburquerque organiza cada año, en octubre, el festival de globos aerostáticos más grande del mundo. Fuente: Brand USA
Antiguos asentamientos
En el undécimo día, la ruta conduce a Acoma Pueblo, situado en la cima de un acantilado de arenisca de 111 metros de altura, con vistas espectaculares sobre los monolitos rocosos sagrados que se encuentran debajo. Está considerado como el asentamiento habitado más antiguo de Estados Unidos.
Una buena opción para hacer un alto en el camino es el Monumento Nacional El Morro y la Roca de las inscripciones, con miles de mensajes grabados por los ancestrales pobladores, los españoles y, más tarde, los viajeros estadounidenses.

Centro Cultural de Sky City y Museo Haak’u, Pueblo de Acoma, Nuevo México. Fuente: Brand USA
Cerca está el Pueblo Zuni, y sus grandes Kivas, la colección más grande de estructuras conservadas de los 19 pueblos de Nuevo México. En Gallup, los sábados se celebra un mercadillo donde se puede disfrutar de la auténtica cocina de los navajos.
En la siguiente jornada, la ruta asciende hacia el norte, hasta llegar al Monumento Nacional Cañón de Chelly, una amplia red de cañones de roca roja habitada por comunidades navajo durante siglos. El Mirador de la Casa del Antílope ofrece impresionantes vistas del Cañón del Muerto, y el Mirador de la Cueva de la Momia es la mayor vivienda de acantilado conservada en el cañón.
En el decimotercer día, se llega a la ciudad de Window Rock, capital de la nación navajo y sede del Museo de la Nación Navajo, dedicado a preservar la cultura, la historia y el idioma de este pueblo.
Hacia el sur hasta se puede explorar el Parque Nacional del Bosque Petrificado, un enclave único que recibe su nombre por la abundancia de madera petrificada, visible ahora como piedras de cuarzo esparcidas por el parque.
En el último día de la ruta, que se dirigirá de nuevo a Phoenix, se pueden disfrutar las maravillosas vistas de las cataratas Apache. En el Cañón del Arroyo de la Reina se recomienda una corta caminata hasta el Túnel de Claypool, concluyendo así un viaje inolvidable por los tesoros de Four Corners.
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