Pese a cinco muertes en 15 días, el Gobierno ratifica que no hay epidemia de fiebre amarilla

En lo que va de año, la fiebre amarilla ha matado a cinco personas en Brasil, la última de ellas ayer, según confirmaron las autoridades sanitarias brasileñas. Pese a estos cinco casos en apenas 15 días, el Gobierno brasileño ha reiterado que no existe una epidemia de esta enfermedad tropical en el país. En tal sentido, la ministra de Turismo, Marta Suplicy, pidió evitar lo que llamó "epidemia de rumores" e instó a los brasileños a seguir aprovechando las vacaciones del verano austral. "No hay que tener miedo de viajar por el país. Lo que hay que hacer es tomar la vacuna cuando se viaja a una zona de riesgo", añadió la ministra, que no ocultó su temor de que la alarma desatada entre los brasileños pueda afectar la que, tradicionalmente, es la mejor época para el sector turístico nacional. En La Habana, el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, se sumó a ese pedido de calma y el amrtes, en el marco de una visita oficial a La Habana que concluyó ayer, declaró que si bien "no hay una epidemia, toda persona que se dirija a una zona de riesgo debe vacunarse". Las autoridades sanitarias también han insistido en un comunicado en que el país no está ante una epidemia y que los pacientes conocidos hasta ahora han sido registrados en áreas rurales y no en los centros urbanos, "en los que no aparecen casos de fiebre amarilla desde 1942", afirmaron. No obstante estos llamados a la tranquilidad, el Ministerio de Salud ha reiterado ayer que todas las personas que residen en la zona central del país y no se han vacunado nunca o lo han hecho antes de 1999, deben acudir a los centros de vacunación y precisaron que la vacuna tiene una validez de diez años y "es 100% efectiva". José A. Tamargo (latinoamerica@hosteltur.com)