El paso de la intimidad a la "extimidad"

Publicada 26/03/09
El paso de la intimidad a la "extimidad"
La etología del usuario conectado está cambiando, el comportamiento de los nativos y los inmigrantes digitales se rige por nuevas reglas y nuevos códigos. La nueva generación, la generación G está integrando sus existencias on y offline en una única forma de experiencia. Para los usuarios conectados conceptos como "verdad", "identidad", "privacidad" o "intimidad" adquieren nuevos contenidos, y cuando estos significantes no pueden asumir nuevos significados se crean nuevos. Es el caso de la "extimidad".
El concepto de extimidad se está introduciendo para referirse a la difusión de la propia intimidad. A partir de la utilización de los medios sociales la socialización de la que está siendo objeto el nuevo usuario conectado se envuelve en una serie de comportamientos que devienen en una trasgresión de la las viejas reglas grupales. La intimidad ha dejado de tener el contenido que ha tenido hasta ahora y la exposición pública ha empezado a tener valor por sí misma.
 
Ahora explicaremos estas afirmaciones. Pero antes es interesante hacer notar la importancia que este nuevo comportamiento puede tener para la industria turística. Puesto que el principal valor que puede tener para una empresa turística una red social es la obtención de información de un segmento determinado, el hecho de que ese segmento haya interiorizado formas de comportamiento en las que la intimidad como se entiende tradicionalmente ha perdido parte de su valor, hace que esa toma de información sea más fácil y en cierto modo más natural. Aunque también más peligrosa, puesto que esta nueva extimidad lleva consigo claros componentes de exhibicionismo social, en muchos casos inocuo pero que puede falsear algún tipo de dato o información en virtud de una supuesta mejora de la propia imagen del usuario.

La intimidad pierde valor
 
Como hemos dicho la intimidad deja en muchos casos de tener el contenido y significado que ha tenido hasta ahora. Ya no tiene valor por sí misma. Puesto que en los entornos 2.0 la información sólo es útil si se utiliza y comparte, la información personal entra en muchos casos en ese saco público de modo que el usuario considera que su difusión le va a otorgar un valor personal que antes de ello no tiene.
 
Por eso la exposición pública ha empezado a tener valor por sí misma. Ya no basta con ser un buen profesional, ahora hay que mostrarlo a la Red, difundirlo. De este modo las categorías y adjetivos se deforman en algunos casos llegando a la caricatura. El usuario conectado trata de forzar su imagen en la dirección que considera más beneficiosa y altera su propia naturaleza hasta un límite cercano a la sátira. Es el nuevo lifting social.

Unos minutos de fama
 
Pero por supuesto no todos los usuarios conectados transmiten información prostituida y falsa, para muchos de ellos la exposición pública es una forma de autoafirmación. En el fondo todos los usuarios conectados tienen un cierto componente narcisista, un deseo de reconocimiento que se intensifica con la utilización de las nuevas herramientas sociales y que encuentra en ellas una magnífica forma de gestionar.
 
Decía Andy Warhol que todo ser humano va a tener en su vida al menos 15 minutos de fama. Las herramientas sociales tienen la ventaja de estirar esos 15 minutos otorgando al usuario un estado casi permanente de supuesta fama social, tal vez en un entorno limitado, pero sin duda más extenso que su en torno social offline habitual.
 
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
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