MANDELA ¿EL ÚLTIMO DE LOS MOHICANOS?

Título de la novela de James Fenimore Cooper, que en su trama un poco arbitraria en cuanto a datos históricos y realidades, refleja principalmente la tristeza de todos los personajes por la extinción aparentemente de una etnia, que se refleja en la frase que pronuncia el personaje principal “Chingachgook” que dice "Cuando Uncas siga mis pasos, no quedará ya nadie de la sangre de los sagamores, pues mi hijo es el “último de los mohicanos”. Y no sólo en la novela de Cooper se hace referencia a esa lucha por no perder su identidad, y no perder su espacio frente al predominio de la “civilización”, existen muchas otras, en la que se cuenta la historia de estos colonos interesados en civilizar pueblos que tenían culturas milenaria, y la tal civilización, no era otra cosa que buscar riqueza en otros continentes. Lo que sucede es que la novela de Cooper, tal vez por la época se le considera un clásico de la literatura, que ha sido llevado al cine, lo que ha contribuido hacerla más conocida…

Sirva esta introducción, para rendir un homenaje al premio Novel de la Paz Nelson Mandela, que ya cruzó el umbral de un mundo mejor donde la igualdad brilla como el sol, él mismo, que otorga el color de la piel con un poco más o menos de melanina, de acuerdo al clima que al ser humano le toca vivir, es la naturaleza que se defiende contra los fuertes rayos solares.

Retomando nuestro título, en diferente época, se repite la misma historia, los mismo colonos ingles con el mismo afán de poder y riqueza y su innato colonialismo, que llegan a usurpar tierras por la fuerza y poderío de sus armas, y luego esclavizan a sus pobladores, es como si algún extraño invada tu morada, se apropie de tus objetos y te arrincone en el lugar más triste del a misma, no obstante necesitan tus servicios, pero como sirvientes.

Algunos años atrás, leímos una novela de título “Los Hijos de Cam” no recordamos el autor, pero no se refiere a los hijos de Gengis Khan se refería a la maldición de Noé sobre su hijo Cam, supuestamente de donde proviene la raza negra, historia que se desarrolla en Sudáfrica, nos impactó tremendamente y exaltó en nosotros un rechazo total a ese malévolo sistema del apartheid, que fue impuesto a sangre y fuego en ese país, y aceptado soterradamente por todas las naciones supuestamente civilizada y defensoras de los derechos humanos en pleno siglo XX.

La lucha por la igualdad racial y los derechos humanos ha tenido, muchos mártires sacrificados, recordemos a Ghandi, Martín Luther King, entre otros por la intolerancia de la supuesta superioridad “Aria”, ¿Superioridad en qué? ¿Qué de diferente tiene una persona de raza blanca, negra, amarilla, o cobriza, si todos somos seres humanos.

La superioridad sobre los otros no lo otorga el color de la piel, por lo tanto no existe superioridad, lo que existe es diferenciación, que lo confiere el talento, la inteligencia y la espiritualidad de cada quien.

Nelson Mandela, “Madiba” (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela; también era llamado Tata) tenía todo esos atributos que lo hacían diferente y más aún una capacidad de perdón, comparable con los grandes hombres, con los llamados Santos, que es, lo que lo hará trascender el tiempo y las fronteras, ya que Mandela fue un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres negros y minorías no sólo sudafricanas… Si Mándela no hubiera tenido esa generosidad del perdón, otra sería la historia de Sudáfrica.

Mandela, fue el prisionero número 466/64; lo que significa que fue el preso número 466 en 1964 en la isla de Robben, durante 17 años en las condiciones más precarias, pasó 10 años más en diferentes prisiones, ya que el Gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad.

Esos largos años de dura carcelería, no mellaron su espíritu de lucha muy por el contrario le sirvieron para estudiar y desarrollar una serie de potencialidades y prepararse para lo que él estaba convencido, iba a ser lo mejor para su país y su gente, conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994.

Para graficar su grandeza sólo agregaremos 6 de sus su convicciones que reflejan el gran ser humano que fue…

"Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre".

“La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia.”

“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”

“La mayor gloria en la vida no consiste en no caer, sino en levantarnos cada vez que caemos”

“En mi modesta medida, he cumplido con mi deber con mi país y con mi pueblo”

“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”

Y pensando el título de este modesto homenaje ¿Será MANDELA EL ÚLTIMO DE LOS MOHICANOS? Cabe la posibilidad, ya que personajes con esa grandeza de alma y proyección social en el ámbito mundial, ya no nacen… ¡Grande “Madiba”¡

Foto/ Internet