Por Carmen Sánchez Sierra, en Economía

Aguas mineromedicinales en el Valle de Lecrín

31 marzo, 2016 (13:12:04)

Las propiedades de las aguas procedentes de Sierra Nevada dan fama a los Baños de Urquízar en la localidad granadina de Dúrcal

Los Baños de Urquízar están ubicados en el municipio granadino de Dúrcal, en el Valle de Lecrín, una zona de tierra fértil localizada en su mayor parte en el perímetro del Parque Natural de Sierra Nevada. Se puede acceder a ellos por el conocido como “Camino del baño”, por la ribera del río Dúrcal, en su margen izquierda. Es una zona de barrancos con una vegetación profusa y que invita al paseo en contacto con la naturaleza.

El agua que brota de los manantiales de los Baños de Urquízar proviene del deshielo, de las nieves de las cumbres de Sierra Nevada. Se filtran a través de una falla, a unos 2.500 metros de altitud. Una vez sumergidas en las profundidades de la tierra inician un largo recorrido, que puede durar décadas. Durante ese tiempo, en contacto con distintas rocas, en este caso carbonatadas, no sólo cambian su temperatura sino que también adquieren las propiedades específicas que las han hecho famosas en la zona.

Fueron declaradas como aguas minerales por la Junta de Andalucía en noviembre de 1990 ( Boja nº51 / 1991 ). En marzo de 2006 vio la luz su declaración como aguas termales ( Boja nº 149 / 2006 ) y, por último, en fecha 9 de junio de 2010 obtuvieron la declaración de aguas mineromedicinales ( Boja nº 190 / 2010 ). Estas declaraciones certifican que “Los manantiales de Baños de Urquízar reúnen las características hidrogeológicas adecuadas para su explotación, de acuerdo con la información existente en el Servicio de Minas de la Dirección General de Industria, Energía y Minas”.

Los Baños de Urquízar son dos, el Baño Grande y el Baño Chico. El conocido como Baño Grande o Vacamías está en una zona de acceso algo complicado y para llegar a él es necesario descender por una pendiente escarpada y cubierta de vegetación. El manantial brota a una alberca de origen árabe, con un caudal medio de 10-100 litros por segundo, según los datos ofrecidos por “Manantiales y fuentes de Andalucía” (www.conocetusfuentes.com ). El agua cubre hasta media pierna y presenta un buen estado. El nombre del lugar, Vacamías, se debe, según cuentan los lugareños, a una vaca de oro que fue escondida en una cueva cercana por los musulmanes durante el asedio cristiano, en la conquista de Granada.

Por otro lado, el Baño Chico sí que dispone de un camino asfaltado y unas escaleras, que facilitan el acceso al visitante. El agua brota a casi 25 grados centígrados y está considerada de mineralización media. Se puede comprobar cómo se va filtrando a través de las rocas desde el manantial, con un caudal constante de entre 1 y 10 litros por segundo. En el Baño Chico hay dos pequeñas albercas habilitadas para poder sumergirse con facilidad, con un conducto que permite la renovación constante del agua, lo que facilita su uso recreativo.

La fama de estas aguas y sus propiedades termales y mineromedicinales han contribuido a que este paraje sea una zona de bastante afluencia. Atraídos por sus bondades acuden los lugareños de Dúrcal y de otros pueblos cercanos, además de visitantes de distintas zonas de Andalucía y senderistas que buscan disfrutar del paisaje.

Se dice que las aguas de los manantiales de Urquízar están indicadas para tratar afecciones del aparato digestivo, cutáneas y del aparato locomotor. Hay indicios de que estas aguas han sido utilizadas desde tiempos remotos.