"Mallorca, isla del vino" promueve el enoturismo

Las nueve bodegas representadas en este libro han debido crear una guía de visita de sus instalaciones, con catas de sus caldos, y se han comprometido a tener en su personal a un trabajador que pueda mostrar las bodegas en varios idiomas y fijar horarios para los recorridos. A juicio del presidente de la asociación, Ramón Servalls, "el vino mallorquín es un gran desconocido para los visitantes que llegan a la Isla y se sorprenden cuando lo conocen". Por eso, el objetivo fundamental de la publicación es "cambiar esta dinámica y que sepan que en Mallorca se elaboran buenos vinos". Junto con los 7.000 ejemplares de la primera edición del libro, se publicarán también 200.000 folletos para dar a conocer las recién creadas "Rutas del Vino de Baleares". Todo este material promocional se distribuirá en ferias de turismo, agroturismos y hoteles con encanto de Mallorca, prioritariamente. También se distribuirá en otros establecimientos hoteleros y más adelante, también se pondrá a la venta en quioscos situados en zonas turísticas de la Isla. Durante la presentación de la obra se constató que en Estados Unidos las bodegas constituyen el segundo atractivo más visitado por los turistas, después de Disneylandia; y en Sudáfrica el turismo enológico ocupa también el segundo lugar, por detrás de los safaris. Un ejemplo significativo lo constituyen las Bodegas Torres, en el Penedés, de las más concurridas en España, que reciben 150.000 visitantes al año. Según los datos facilitados por el presidente de la Asociación de Bodegueros, en Mallorca hay 2.000 hectáreas dedicadas al cultivo del vino, producto del que el año pasado se vendieron 4,5 millones de litros. Servalls contrastó estos datos con los registrados en 1890, cuando los productores de Mallorca exportaron 50 de los 65 millones de litros elaborados ese año en la Isla. El presidente de los Bodegueros considera que "las posibilidades y la proyección del turismo enológico en Baleares son inmensas porque además tenemos la suerte de que ya tenemos los turistas, sólo hay que darles a conocer este producto". Añadió que el enoturista se caracteriza "por su alto poder adquisitivo, por su interés cultural y porque quiere comer y beber bien, con lo que está considerado un turista con gran valor añadido". Como medida inicial de promoción, la Asociación de Bodegueros de Baleares ha repartido 100.000 folletos informativos de la producción vitivinícola balear a los viajeros que llegaban al aeropuerto de Palma de Mallorca durante la pasada Semana Santa. Para Servalls, el resultado de esta acción respalda la necesidad de promocionar este ámbito, ya que "hemos detectado que el 80% de las personas que recibían el folleto ni siquiera sabían que en Mallorca se elabora vino". La Asociación de Bodegueros de Baleares reúne a catorce empresas de las islas dedicadas a la elaboración del vino. HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)