Por Antoni M. MUÑOZ, en Transportes

Turismo, Sostenibilidad y Medio Ambiente.

La finalidad del turismo sostenible es que la única huella que el visitante pueda dejar a su paso, sea sólo el de su propio calzado. 6 agosto, 2020 (19:58:29)

El turismo es un motor de desarrollo territorial para el destino turístico de Catalunya. La excepcional riqueza natural y cultural hace que se haya convertido en el principal foco de atracción turística mundial. En la última década las costas mediterráneas han acogido casi doscientos millones de turistas por año, lo que representa el 30% del turismo mundial. El turismo sostenible se convierte en un componente que permite garantizar el crecimiento equilibrado y continuado en el territorio.

Los últimos años, el sector turístico ha hecho patente la necesidad de un cambio de modelo que incorpore criterios de sostenibilidad a la oferta y los destinos turísticos. Un modelo de turismo sostenible es aquel que hace compatible el desarrollo del sector con el respeto y la preservación de los espacios naturales, culturales y sociales. Este modelo considera la actividad turística como una oportunidad para la revalorización del territorio y para la conservación de los recursos. Se priorizan los aspectos cualitativos por delante de los cuantitativos. El desarrollo del turismo sostenible debe reportar también un notable grado de satisfacción para turistas y visitantes del destino turístico, ya que debe representar una experiencia significativa que los haga más conscientes de las necesidades de respeto medioambiental y fomente unas prácticas turísticas sostenibles.

Últimamente se ha producido un aumento en la demanda de nuevos destinos y tipologías turísticas diferentes a las clásicas de sol y playa, y se han reconocido otras marcas como Ecoturismo, Agroturismo o Turismo Rural. Es el turismo en los espacios naturales en un programa que se complementa con otras actividades como senderismo, cicloturismo, gastronomía o cultura. Esta es la parte esencial del producto turístico que incentivan a crear propuestas complementarias para diversificar la oferta.

Imagen nota de prensa Hosteltur

La tradición turística de Catalunya se remonta a principios del siglo XX. Posteriormente, el crecimiento masificado tanto de la oferta como de la demanda en algunos puntos de la costa durante los años 60, y el excepcional crecimiento posterior siguiendo la estela de las olimpiadas de 1992, permitieron poner Barcelona y Catalunya en el mapa internacional. Desde entonces ha habido un crecimiento ponderado y que ha ido evolucionando tanto en la temporalidad de llegada de turistas y visitantes como en su propuesta turística que ha ido derivando hacia la sostenibilidad y respeto medioambiental que ha generado la demanda.

Uno de los aspectos individuales y familiares que más repercutirá, será en la incomodidad de utilizar el coche privado que, más que el aumento del coste, debería disuadir de su uso para hacer turismo. Algunas ciudades europeas aplican limitaciones y medidas adicionales para potenciar el uso de los transportes públicos. Los esfuerzos gubernamentales para reducir la congestión y la contaminación derivadas del transporte por carretera implicarán un aumento de los desplazamientos en otros medios de transporte colectivo. En este sentido, las compañias de transporte deberan acreditar que ofrecen una propuesta sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Imagen nota de prensa Hosteltur
Al hablar de turismo sostenible hacemos referencia a todas aquellas actividades turísticas donde lo que se prioriza es el respeto al medio natural, cultural y social, y que va encaminado a definir los valores de una determinada comunidad. Con este tipo de turismo se pone de manifiesto un intercambio positivo de las experiencias entre los visitantes y los residentes, estableciendo una relación justa y equitativa en cuanto a los beneficios que esta actividad puede generar. Desde el territorio se han generado numerosas ofertas y propuestas que permiten Conectar con la naturaleza y realizar actividades en grupo o en familia. Catalunya dispone de la mayor concentración de actividades turísticas registradas en EMAS de España y de la Unión Europea, así como muchas otras con la etiqueta ecológica europea (Ecolabel) y el Distintivo de garantía de calidad ambiental de la Generalidad de Catalunya. En 2001 Barcelona se convirtió en el primer destino urbano en obtener la certificación Biosphere por su compromiso con la sostenibilidad en el ámbito turístico y 2015 Catalunya recibió la primera acreditación como destino turístico integral responsable, también bajo el sello Biosphere que otorga el Instituto de Turismo estableciendo unos criterios de comportamiento sostenible en el negocio turístico internacional.

El objetivo final de este turismo sostenible es que la única huella que el visitante pueda dejar a su paso, sea sólo el de su propio calzado y, como tal, debe ser sostenible económica, social y medioambientalmente.

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