Los viajes del Real Automóvil Club de Cataluña facturan 7.200 millones de pesetas

Para conservar el aprecio de sus clientes, muchas empresas crean clubs de todo tipo y programas de fidelización. El Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC) ha seguido este proceso a la inversa, ya que ha sido la asociación civil quien ha constituido una serie de empresas. Junto con la filial de seguros, la agencia de viajes del RACC, que data de principios de los 90, es la que ha tenido un mayor crecimiento en los últimos años. El RACC ha sobrevivido desde su creación en 1906 gracias al buen servicio que presta a sus clientes y su incursión en el mundo de los viajes se justifica por dos motivos: los socios del club tienden -lógicamente- a viajar mucho y, además, la asistencia en carretera y en un viaje de turismo guardan ciertas similitudes: hay que dar servicio a personas en movimiento y con problemas. Según su director general, Josep Mateu, la satisfacción de los clientes se pone de manifiesto en que el 94% de los socios del RACC renueva cada año. En la actualidad, es el club de automovilistas más numeroso de Cataluña, pues tiene 636.000 socios, la mayoría de los cuales vive en la comunidad de origen de la entidad. La oferta de viajes del club se intenta alejar de la de los demás operadores del mercado, no tanto en los destinos disponibles como en su propio contenido pues, según Mateu, "la gente que acude a nosotros no quiere viajar por viajar, sino vivir determinadas experiencias". El RACC no puede ni quiere competir con las agencias por precio, sino dar un servicio total a sus socios. Para ello, su agencia de viajes 24 horas pone a su disposición un servicio telefónico que se puede usar en cualquier momento. Ante la cancelación de un vuelo, la pérdida de una maleta o la no menos frecuente circunstancia de comprobar que la habitación de hotel reservada no existe, el cliente del RACC puede reclamar ayuda al instante. La oferta se articula en torno a tres áreas: el turismo vacacional, los acontecimientos deportivos y los viajes de empresa. La primera, engloba paquetes específicos -como el de autovacaciones-, que tienen en cuenta las peculiaridades de los socios. En este programa, la agencia organiza las vacaciones en coche de sus clientes, a los que marca una ruta predeterminada o a medida, realiza las reservas de hotel y organiza la asistencia a determinados espectáculos. El área de acontecimientos se centra, sobre todo, en la recepción de turistas que acuden a Cataluña para asistir a los campeonatos del mundo de fórmula 1 o de motociclismo y al Rally Costa Brava. Por último, el departamento de empresas, que supone el 30% de la facturación de la agencia, aúna la experiencia de las otras dos áreas para los viajes de incentivos de las compañías catalanas. Mateu está muy satisfecho de la evolución de la agencia, que en el pasado ejercicio facturó 7.200 millones de pesetas, cifra que este año se prevé que alcance los 10.000 millones. Por el momento, la filial sigue en pérdidas debido a la fuerte expansión de los últimos años, aunque tiene beneficios de explotación. (Lalo Agustina, diario La Vanguardia, 10/05/2001)