Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia y Málaga albergan lo más degradado del Mediterráneo español, según Adena

Publicada 30/08/01

Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia y Málaga albergan lo más degradado del Mediterráneo español, según Adena
La comarca del Maresme (Barcelona), la zona de la Costa Dorada (Tarragona) y la línea de costa de las provincias de Castellón, Valencia y Málaga albergan las zonas más degradadas del litoral Mediterráneo español, según las conclusiones de la organización ecologista WWF/Adena durante la campaña "Una frontera de vida - A fondo 2001", que terminó ayer.
La comarca del Maresme (Barcelona), la zona de la Costa Dorada (Tarragona) y la línea de costa de las provincias de Castellón, Valencia y Málaga albergan las zonas más degradadas del litoral Mediterráneo español, según las conclusiones de la organización ecologista WWF/Adena durante la campaña "Una frontera de vida - A fondo 2001", que terminó ayer. Por el contrario, en mejor situación se encuentran Baleares, Almería, Murcia y ciertos enclaves de Alicante. "Sobresale por su excelente estado de conservación la costa de Formentera, declarada Patrimonio de la Humanidad (reserva natural de Ses Salines)", apunta WWF/Adena. Estas son las conclusiones de la cuarta campaña consecutiva en defensa del Mediterráneo que realizan WWF/Adena y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y que concluyó ayer en la playa d'en Bossa (Ibiza). "Tras un mes de navegación por aguas de nuestro litoral, el equipo de campaña ha constatado que las praderas de posidonia, los cordones dunares y los humedales costeros son de los ecosistemas más amenazados de nuestro territorio", alerta. Entre las amenazas del litoral mediterráneo español, los ecologistas destacan la especulación urbanística y el desarrollo asociado al turismo de sol y playa. También advierten de los problemas medioambientales derivados del sistemático incumplimiento de la normativa legal vigente (Ley de Costas, Directiva de Hábitats); excesiva edificación; construcción de espigones de hormigón y de nuevos puertos deportivos; contaminación por vertidos; impacto de los arrastreros y, en casos puntuales, la excesiva concentración de barcos fondeados sin ningún control. Según WWF/Adena, los humedales costeros representan el 86 por ciento de todos los humedales españoles y, a pesar de su importancia ecológica y económica, el 60 por ciento ha sido destruido en el último siglo por desecación, contaminación y transformación en suelo agrícola. En ese mismo período de tiempo se ha perdido o degradado el 75 por ciento de la superficie dunar del litoral mediterráneo, proliferando en su lugar los asentamientos urbanos y las infraestructuras turísticas, el uso de la arena como sustrato para cultivos de invernadero y la introducción de especies vegetales exóticas. En cuanto a las praderas de posidonia, el bosque submarino endémico, el 78 por ciento está perdiendo densidad de haces. Finalmente, se han detectado problemas relevantes en 1.400 hectáreas de acantilados. Por estos motivo, WWF/Adena exige a las administraciones españolas --central, autonómicas y locales-- el estricto cumplimiento de la legalidad vigente; la inmediata aprobación de una moratoria a nivel nacional en la construcción urbanística del litoral; la ampliación de la lista de LICs que configurarán la futura red Natura 2000, y la implantación de una ecotasa turística a nivel nacional.

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