Renovar la oferta obsoleta, clave para mejorar en competitividad

Canarias: ¿modelo insostenible en el tiempo?

Tasa turística y moratoria centran el debate

Publicada 02/10/15
Canarias: ¿modelo insostenible en el tiempo?

El profesor Mariano Chirivella no duda en definir a Canarias como “un destino maduro en fase de declive”, insistiendo en la necesidad de “cambiar un modelo que es insostenible en el tiempo”. En parte coincide con el presidente de Ashotel, Jorge Marichal, quien subraya que “crecer, por el hecho de crecer consumiendo más recursos, no puede ser un objetivo”; mientras el consultor Antonio Garzón aboga por evaluar la sostenibilidad “sin populismos políticos ni intereses proteccionistas”.

Los problemas a los que se enfrenta el destino, según el profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, son, por orden de prioridad, “la planificación de la reconversión de sus infraestructuras, que sólo se ha efectuado en parte en las grandes aeroportuarias y marítimas; la conformación de nuevos productos turísticos que pongan el énfasis en actividades complementarias de ocio; reorganizar la actividad turística con la rehabilitación de las camas no hoteleras” para atraer a la creciente demanda de turismo senior; y “rentabilizar el enorme esfuerzo que ha hecho Canarias para preservar su medio natural, que puede ser además la base de la recuperación del turismo de interior”.

Precisamente el hecho de que un 40% de su territorio sea superficie protegida es uno de los factores que el presidente de Ashotel considera que delimitan “la capacidad de crecimiento turístico en Canarias”, donde “el efecto de ‘llegada masiva’ de turistas tiene una menor repercusión al ser un destino abierto los 12 meses del año”. A ello se suma “la poca reserva de suelo para uso turístico” recogida en el planeamiento territorial.

En Canarias el efecto de ‘llegada masiva’ de turistas tiene menor repercusión al ser un destino abierto todo el año, según Marichal.En Canarias el efecto de ‘llegada masiva’ de turistas tiene menor repercusión al ser un destino abierto todo el año, según Marichal.

Pero Marichal se pregunta si es posible seguir creciendo en número de visitantes con la oferta actual, señalando que “si la oferta obsoleta, que tiene difícil salida en el mercado, no es renovada y actualizada, contribuye al deterioro del producto turístico global”. Por tanto, “Canarias debe seguir apostando por esa renovación para mejorar su nivel de competitividad”. Este modelo, añade, “creemos que es posible mantenerlo a medio plazo, dado que no se aprecian síntomas de masificación turística que esté generando impactos negativos sobre el territorio o los recursos que no puedan ser atendidos mediante una regulación y/o gestión razonada y razonable”.

Cambio de rumbo

Su opinión contrasta con la de los expertos. Chirivella, por ejemplo, apuesta por “cambiar de rumbo”, abarcando aspectos “desde el medio ambiente a la creación de empleo digno y sostenible. ¿Cómo es posible que se reciban del orden de 12 millones de turistas y no se cree empleo de forma significativa? El número de parados no baja de 300.000 para una población de dos millones, en gran parte jóvenes”.

En este mismo sentido se manifiesta Antonio Garzón, quien cree que “los desequilibrios de la sostenibilidad turística en Canarias no se encuentran en el ámbito ecológico, sino en el social, con la elevada tasa de desempleo, 10 puntos por encima de la media nacional; y económico, por la gradual pérdida de competitividad turística durante los últimos 15 años, derivada principalmente del envejecimiento de infraestructuras y de la planta alojativa”.

Por su parte Marichal destaca la necesidad de “optimizar resultados, lo que significa alcanzar los objetivos con el menor empleo de recursos”, ya que “pensar que un destino puede crecer indefinidamente en el tiempo en número de turistas es un tanto utópico”. Por ello defiende contar con “una oferta diversificada y amplia, que es la verdadera riqueza de Canarias, al dar respuesta a diferentes tipos de clientes con el fin de diversificar riesgos”.

No hay soluciones milagro

El profesor Chirivella reconoce que “no hay soluciones milagro para una actividad tan compleja”, pero cita algunas estrategias como “la ecoinnovación que fomenta el uso eficiente de los recursos, la formación en recursos humanos, la captación de turistas responsables y la buena gobernanza. Todo contando con el tiempo suficiente, que no sea una planificación a cuatro años, y con la participación activa de la comunidad local”.

Garzón también incide en una necesaria “mejora de la formación profesional”, además del “desbloqueo de la actividad económica (supresión de las trabas a las inversiones, incluida la moratoria) y cambios muy valientes e innovadores en los marcos jurídicos laboral, fiscal, etc.”.

Tasas y moratorias

Como era de prever, las mayores diferencias entre los expertos consultados aparecen cuando pasan a analizar medidas concretas como la tasa turística y la moratoria, que el presidente de Ashotel apoya, aunque admitiendo “cada cuatro o cinco años, la puesta en marcha de proyectos singulares diferenciados”.

Chirivella entiende que “en el fondo ha resultado el elemento que permite al más fuerte (el agente inmobiliario) y al intermediario (turoperador) intentar quedarse con el mayor número de camas posible y destrozar una competitividad sana y buena para el destino”; al igual que Garzón, quien afirma que "la moratoria ha sido el mayor desestabilizador social y económico de la pasada década" y que “en ningún caso es una solución”.

En cuanto a la tasa turística, el consultor asegura que “combinada con los elementos ‘madurez turística’ y ‘sol y playa’ puede resultar un cóctel letal”, apuntando que “para estos destinos debería ser un tabú”. Coincide así con Marichal, quien entiende que su "imposición perjudicaría al destino y sólo lograría que los turistas se decantaran por nuestros competidores”. Sin embargo Chirivella no cree que “el turista no sea capaz de asumir un complemento necesario para preservar el destino”, y lo achaca a la “incapacidad pública para transmitir de forma clara y contundente” el destino de esos fondos.

Capacidad de carga

El consultor Antonio Garzón advierte del uso erróneo del término de capacidad de carga, cuando “es un concepto a priori, aplicable antes del crecimiento turístico, pero no un indicador único para un destino maduro en el que ampararse para justificar la congelación del crecimiento (moratoria)”. Además reconoce la dificultad para calcularla al tener también un componente subjetivo.

Este reportaje forma parte del tema de portada de la revista HOSTELTUR de noviembre, que puede descargarse como pdf en este enlace.

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