LAB inicia un proceso judicial contra TAA

La acción legal fue decidida por la Federación Sindical de Trabajadores de la aerolínea debido a que el consorcio no ha certificado su existencia legal y menos la solvencia económica que aseguró hace dos meses, dijo Óscar Salazar, secretario ejecutivo del gremio. Según Salazar, la embajada de Bolivia en Londres estableció que TAA no existe en los archivos de Companies House, la entidad que lleva el registro de las empresas de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Con el informe de la legación diplomática boliviana, "los abogados han podido iniciar el curso legal del proceso" para recuperar las acciones de los trabajadores, señaló. Salazar admitió que existe el riesgo de que los supuestos inversores negocien los títulos y, en consecuencia, se trunque un arreglo con otra empresa interesada en levantar la compañía boliviana. "Si no se recupera el capital, se ocasionan perjuicios a la aerolínea porque no puede aceptar ninguna otra oferta", se lamentó, aunque explicó que, para tener validez en el directorio, "las acciones deben ser inscritas en el libro de registro de la empresa". El sindicalista reconoció que los trabajadores del LAB confiaron en exceso en las promesas de los inversionistas extranjeros, en parte porque estuvieron muy presionados en dar una respuesta rápida. A pesar del anuncio de proceso, Salazar añadió que los representantes de TAA han insistido en que presentarán "toda la documentación debidamente legalizada de que ellos sí existen". Por otra parte, el dirigente de los empleados ratificó que la compañía está en proceso de recuperación. Confirmó que ya cuenta con cinco aeronaves en operaciones y que pronto se sumarán seis adicionales para aumentar los viajes a España, Estados Unidos y a los países sudamericanos. El sindicato de la aerolínea boliviana entregó a principios de agosto pasado a un representante de TAA el 50% de las acciones de la compañía boliviana, en el principio de un convenio para reflotar la empresa, agobiada por una aguda crisis que le llevó al borde de la desaparición. Ese paquete de acciones había sido traspasado a los empleados del LAB por el empresario Ernesto Asbún, presidente de la aerolínea hasta junio, para zanjar un conflicto de huelga de los trabajadores. La ruptura fue consecuencia de que TAA incumplió el compromiso de dotar a LAB de dos aeronaves Boeing 767 y un millón de dólares (unos 800.000 euros) para pagar los salarios atrasados del personal.