Abre la remodelada estación de San Pancras, por la que pasarán 45 millones de viajeros al año

Después de trece años de operar desde la estación londinense de Waterloo, al sur de la capital británica, la compañía Eurostar tomó la decisión de trasladarse al norte del río Támesis para reducir el tiempo utilizado hasta ahora para conectar Londres y París y ser más competitiva frente a los enlaces aéreos y con una operación más ecológica. El primer tren hacia París, bautizado "Eurostar verde", salió desde la remodelada terminal a las 11:01 GMT para cubrir su recorrido entre las dos capitales europeas en dos horas y quince minutos, veinte minutos menos que hasta ahora. Cinco minutos después salió de la misma estación el primer servicio hacia Bruselas, que llegó a la capital administrativa de Europa en una hora y 51 minutos. El único temor de las autoridades de Eurostar era que la huelga francesa, convocada en contra de la reforma de los llamados regímenes especiales de jubilación, tuviera algún impacto sobre los servicios inaugurados ayer. Las complejas obras del proyecto, denominado Alta Velocidad Uno, empezaron en 2001 para restaurar la vieja estación, construida en 1868, y convertirla en un espacio de encuentro dotado de un techo de 18.000 paneles de cristal, tecnología wifi, monitores de pantalla táctil, suelos a base de materiales nobles y pantallas de cristal líquido con los horarios de los trenes. A partir de 2009, según los planes actuales, Saint Pancras no se limitará a acoger los trenes Eurostar que en un tiempo récord unirán Londres con París, Lille, Calais, Aviñón y Bruselas, sino también las líneas de ferrocarril hacia el norte de Inglaterra y Escocia y algunos trenes de cercanías.