SAS no vende Spanair y tampoco tiene plan B

Publicada 20/06/08
SAS no vende Spanair y tampoco tiene plan B
SAS, propietario en un 100% de Spanair, decidió finalmente no vender su filial española, tras un fallido proceso que duró poco más de un año. El grupo escandinavo ha aludido a "las adversas condiciones del mercado de la aviación en España, a los altos precios del combustible y a la presión del sector financiero".
Una decisión que ha sido bien recibida en un sector de su plantilla y con indiferencia y sin sorpresas en otro, incluyendo en este último grupo a los representantes sindicales en la compañía. Según portavoces de la compañía, el plan B "siempre fue una especulación periodística". En un breve comunicado, la compañía admitió que no pudo alcanzar los términos y condiciones que se había propuesto, dentro de su plan Estrategia 2011, el cual contemplaba la venta de Spanair antes de finalizar el segundo trimestre. Fuentes del sector han indicado a HOSTELTUR que el grupo no recibió ofertas satisfactorias, ya que "el vendedor valoraba el posicionamiento de Spanair como segunda aerolínea de España y los compradores tenían muy en cuenta las pérdidas y la vieja flota de la compañía. El presidente de SAS, Mats Jansson, afirmó que "el valor que hemos podido obtener no refleja el valor intrínseco de Spanair, una compañía con una posición muy competitiva y la segunda en el importante mercado doméstico español. En los últimos meses, hemos llevado a cabo un profundo análisis y hemos llegado a la conclusión de que abandonamos el proceso de venta y continuaremos como accionistas, comprometidos en asegurar un futuro rentable para Spanair". La aerolínea volverá a figurar en la información económico financiera del grupo. Números rojos Spanair ha cerrado el primer trimestre del año en "números rojos" y reportó una pérdida de 41 millones de euros. El balance trimestral del grupo también apuntó pérdidas por 115 millones de euros, anunciando un recorte de 1.000 empleos y una reducción de su flota de 11 aviones. Tales resultados fueron atribuidos por la compañía al aumento récord de los precios del combustible, mientras que los ingresos unitarios cayeron como resultado de una mayor intensificación de la competencia. Primeras reacciones a la venta frustrada De acuerdo a fuentes internas de la aerolínea, Spanair ha acogido con satisfacción la decisión de su matriz en Estocolmo de continuar gestionando su operadora española. Portavoces de sectores de la plantilla en la sede de la aerolínea en Palma de Mallorca indicaron a HOSTELTUR que se vuelven a sentir respaldados al quedarse en el grupo SAS, el cuarto de los grupos aéreos de Europa y uno de los referentes de la industria aérea en el mundo. Subrayaron que la decisión de SAS es definitiva y, algo que los tranquiliza, supone la permanencia de la sede de la aerolínea española en Mallorca. Indicaron que en estos momentos se encuentran en plena preparación de la campaña de verano, al mismo tiempo que iniciarán con directivos del grupo una fase de análisis de la situación del mercado y los factores de la coyuntura actual -precios del combustible, tarifas- así como la operación de Spanair. Esta revisión podría extenderse por dos o tres meses y producirá conclusiones sobre los ajustes que hará la aerolínea, pero según estos portavoces, "no existe un plan B". Mientras tanto, el portavoz de la federación de comunicación y transporte de Comisiones Obreras, Javier Jiménez, consideró que el proceso de venta de Spanair concluyó con su suspensión por "falta de ofertas solventes" y que este resultado era el esperado por esa organización sindical que tiene la mayoría de la representación de la plantilla, salvo los pilotos. Jiménez refirió que durante el proceso se produjeron muchas especulaciones acerca del valor de la aerolínea y que, al retirarse las ofertas de los grupos más importantes, las que quedaban "no tenían músculo financiero ni empresarial". Jimenez indicó que SAS tiene la obligación de tener un plan alternativo para definir que es lo que piensa hacer con el futuro de la compañía y añadió que "si no tienen un plan B, es que son unos irresponsables". Para CC OO es "fundamental" que se indique cuál es el plan de futuro con el que se quiere dotar a Spanair, y que se despeje lo antes posible la venta, ya que la imagen de Spanair se está viendo afectada. "Lo más importante es el futuro incierto de 4.500 trabajadores que no saben que pasará con ellos", puntualizó. Cronología de una venta fallida El 13 de junio de 2007 SAS anunció su decisión de desprenderse de su operadora en España para concentrarse en los mercados del norte de Europa, su área de influencia, como estrategia para reducir costes y ganar eficiencia y rentabilidad. Durante un largo año el grupo escandinavo no tuvo nunca sobre la mesa una oferta que le convenciera. La primera, de Marsans, su exsocio en el capital de la compañía, quienes se retiraron al tener conocimiento de que se trataba de una subasta. La sociedad portuguesa Long Stock Financial, la empresa Gadair. Y la presentada por Iberia y Gestair, que generó una gran controversia en sectores políticos y empresariales catalanes y la eventual reserva de la Defensa de la Competencia complicando su aceptación cada día más. Iberia retiró el pasado 14 de febrero su oferta por el 100% de Spanair. La falta de decisión de SAS en conjunción con el deterioro de la situación por el alto precio de combustible y la desaceleración económica prácticamente global, llevaron a la primera compañía española a reconsiderar la compra de su rival más fuerte en el mercado español. El inusual proceso terminó por generar la posibilidad de que Marsans volviera a la puja, aunque planteó que "con condiciones", lo que sin duda hizo su oferta aún menos atractiva que la presentada inicialmente. Finalmente SAS no vende y Spanair se queda en Mallorca. Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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