Una nueva huelga presagia la quiebra de Alitalia que hoy decide su futuro

El subsecretario del Consejo de Ministros, Gianni Letta, precisó ayer que la respuesta definitiva de los sindicatos frente al plan y al acuerdo Marcio alcanzado debe llegar hoy antes de las 15:50 horas a más tardar, poco antes de la asamblea que mantendrán los responsables de la CAI para decidir si siguen o no adelante con su propuesta. Por su parte, el comisario extraordinario de la aerolínea, Augusto Fantozzi, ha asegurado que si la CAI se retira, se verá obligado a declarar la bancarrota definitiva de la ya deficitaria compañía. Las negociaciones con los sindicatos se han alargado una semana más de lo inicialmente previsto debido al férreo rechazo que mantienen algunas de las organizaciones sindicales independientes a firmar un acuerdo que supone una reducción de 3.000 puestos de trabajo de la plantilla. Sin embargo, Fantozzi insiste en la necesidad de cerrar el pacto lo antes posible, dada la crítica situación financiera en que se encuentra la aerolínea que no cuenta ya con caja para continuar su actividad. Lo que le faltaba Si bien CISL y UGL, dos de los sindicatos mayoritarios, han manifestado su inclinación a aceptar las condiciones, CGIL ha resaltado los puntos negativos sin querer dar una respuesta definitiva. Mientras, los sindicatos autónomos no las han aceptado de plano manteniéndose en pie de guerra con manifestaciones y protestas en calles y aeropuertos del país. Ayer Alitalia volvió a afrontar una huelga por la convocatoria a cuatro horas de paralización de actividades convocadas por la Confederación Unitaria de Base (CUB) a la que se unió el personal de tierra de los sindicatos CGIL, CISL, UILT y UGL, entre otros. En total la compañía italiana canceló más de 80 vuelos y otros sufrieron importantes retrasos. En el aeropuerto de Fiumicino, en Roma, donde Alitalia se vio obligada a cancelar 40 vuelos, entre ellos uno entre Madrid y la capital italiana, un millar de trabajadores se adhirieron a la protesta y provocaron pequeñas retenciones de tráfico entre los pasajeros que intentaban llegar a las zonas de embarque. En Bolonia, en el norte, el paro convocado por la CUB se sumó a la huelga local del personal de tierra, lo que llevó a la cancelación de 34 vuelos. En Venecia fueron trece y ocho con retrasos. En Nápoles, más de 300 trabajadores de la empresa Atitech, dependiente de Alitalia y que se ocupa de la revisión y mantenimiento de los aviones de la flota, bloquearon el acceso al aeropuerto. El ministro de Transportes, Altero Matteoli, fue contundente al asegurar que en un momento como éste la huelga "sólo muestra el sentido de irresponsabilidad" de las organizaciones sindicales. Por su parte, el primer ministro Silvio Berlusconi advirtió a los sindicatos que si la empresa entra en bancarrota, el Gobierno no podrá garantizar a los 20.000 trabajadores que se quedarían en la calle las mismas condiciones de asistencia que asegura a los cerca de 3.000 que serían despedidos con el plan de la CAI. El pacto alcanzado, de 12 puntos, prevé que la CAI, denominación provisional de la nueva sociedad, absorba cerca de de 12.500 empleados, un número superior al de la oferta inicial. Los sueldos serán reducidos entre un 6 y un 7% frente a entre un 25 y 30% que había sido planteado. El personal excedente cobrará el 80% de su sueldo promedio del último año trabajado durante los siete años que gozará de situación de paro especial. En el acuerdo no han participado los sindicatos de los pilotos, de los asistentes de vuelo y del personal de tierra, que no tienen confianza alguna en estas negociaciones. Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)