El mecánico dice que el sensor averiado no afectaba la seguridad del vuelo

Publicada 13/11/08
El mecánico dice que el sensor averiado no afectaba la seguridad del vuelo
El mecánico de Spanair que desactivó el calefactor del sensor de temperatura del avión siniestrado el pasado 20 de agosto en el aeropuerto de Barajas, minutos antes de que el aparato se estrellara, ha asegurado que esta avería no afectaba a la seguridad del vuelo.
El testimonio fue aportado durante su declaración al juez, quien tiene previsto ampliar las imputaciones a cinco. Una decisión sobre la que discrepa el fiscal del caso por "prematura e inconsistente" al no haber pruebas definitivas sobre las causas del siniestro. El magistrado interrogó a los dos mecánicos y al jefe de Mantenimiento de Spanair, imputados en 154 delitos de homicidio imprudente y 18 lesiones involuntarias. En su declaración los imputados han diferenciado entre el manual de reparación de incidencias a pie de pista, empleado cuando se produce alguna avería en un avión que está preparado para despegar, y el manual del fabricante, en este caso Boeing, que es el que se utiliza para revisar todos los mecanismos y dispositivos de los aviones, una operación que, según las fuentes, se realiza "cada noche". En este sentido, las mismas fuentes han explicado que, un día antes del accidente, el MD-82 fue inspeccionado en Barcelona de acuerdo con el manual de Boeing y no se detectó ningún error. El día del accidente el avión sufrió una avería en el sensor de temperatura (RAT) en un primer intento de despegue, por lo que el imputado Felipe G.R. lo desactivó, según recogía el juez en el auto de imputación de los tres técnicos. Los testimonios Fuentes jurídicas han señalado que el mecánico, al que se le ha visto muy afectado al abandonar el juzgado, ha explicado que revisó el aparato después de que el comandante de la aeronave hubiera detectado la avería en el calefactor del RAT (estaba a una temperatura muy elevada) cuando iba a iniciar el primer despegue. Ha subrayado que realizó la revisión y comprobación de acuerdo con el manual de reparación de incidencias a pie de pista y que trasladó el problema a su jefe, quien aún no ha sido citado por el juez, quien le dio el visto bueno para desactivar el fusible, ya que no afectaba a la configuración del vuelo y se podía reparar cuando llegara a destino. Ambos comunicaron al comandante del avión que la seguridad no se veía afectada por esa avería, y éste fue quien tomó la decisión última de despegar. La posible causa directa de la caída del avión, según el juez, basado en el informe preliminar de la CIAIAC (Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación Civil), pudo ser que los flaps (superficies hipersustentadoras de borde de salida del ala que se emplean para los despegues y aterrizajes) y los slats (dispositivos de borde de ataque de alas) no estuvieran desplegados al despegar. Este fallo debió ser advertido a la tripulación mediante el sistema de alarma por configuración inadecuada para el despegue (TOWS), un dispositivo que no se activó y que estaba alimentado por el mismo relé que el RAT, por lo que la avería en el sensor pudo ser "una consecuencia o manifestación de un fallo multifuncional". El juez sostiene que uno de los técnicos "propuso la decisión de despachar el avión", según la declaración de uno de sus compañeros que relató "lo que le contaron sus compañeros" primero a la Guarda Civil y luego ha ratificado ante el juez, porque no participó en esa reparación. Por su parte, el jefe de mantenimiento de Spanair en Barajas, ha indicado que su trabajo consistía en labores de organización del trabajo de cada empleado y no en la reparación de las aeronaves. Los tres imputados han estado acompañados toda la mañana por alrededor de un centenar de técnicos de mantenimiento de aviones que han permanecido en la puerta del Juzgado para solidarizarse con sus compañeros por considerar que su imputación es "prematura e injusta". Por otra parte, Spanair ya ha facilitado la identidad de los empleados que revisaron el sistema autoslat del MD-82 siniestrado los pasados 9 y 18 de agosto, días en los que este dispositivo falló, aunque aún no ha tomado una decisión sobre una posible imputación de estos mecánicos. Discrepancias entre el juez y el fiscal Por otro lado, el instructor tiene previsto ampliar las imputaciones a cinco, incorporando a los empleados que revisaron en Barcelona los pasados 9 y 18 de agosto los flaps y slats de la aeronave siniestrada en el aeropuerto de Barajas. No obstante, si el juez decide seguir adelante con las nuevas imputaciones, la Fiscalía de Madrid interpondría un recurso contra esta decisión, al entender que sería "prematura" e "inconsistente" al no haber pruebas definitivas sobre las causas del siniestro. "Ya nos pareció precipitado la imputación de los tres mecánicos cuando todavía no se saben las causas definitivas del accidente", aseveró el pasado lunes el fiscal jefe de Madrid, quien cree que el magistrado debería esperar a conocer el informe definitivo de la CIAIAC y los resultados de la comisión independiente asignada por el propio instructor.
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