La empresa y la inteligencia eficiente
Publicada 07/08/09
Para Marina esta definición se queda corta. Identificar la inteligencia con la eficacia limita aquella a la pura acción y además abstrae la acción misma del entorno y del escenario (del marco, dice Marina) lo que puede identificar como inteligente una acción que vista en perspectiva represente una estupidez.
¿Efectividad o eficiencia?
El tema de la eficacia también ha sido tocado por Arie de Geus, autor de 'The Living Company'. Para de Geus uno de los grandes problemas de las empresas actuales es que siguen utilizando un lenguaje de la era puramente capitalista, y esto influye en sus creaciones mentales. Así, a los trabajadores se les llama ?capital humano?, por lo que en lugar de buscar efectividad se trata de conseguir eficiencia, más propia del capital.
Esto es importante puesto que para de Geus se ha producido históricamente un trasvase de la importancia de los factores de producción: tierra, capital y trabajo. Así, de un primer momento en el que la tierra y los recursos naturales son los factores dominantes, pasamos a uno en el que el factor dominante es el capital. Ahora posiblemente el factor dominante sea el factor humano, sobre todo desde el punto de vista intelectual.
Internet parece haber hecho asomar mucho talento oculto, de modo que éste se ha posicionado como un factor fundamental de éxito. Además, por la propia naturaleza de la Red, ese talento se extiende como una mancha de aceite, de modo que lo crítico no es que exista talento o no, sino captarlo y llegar al más adecuado. Paradójicamente la abundancia genera dificultad, puesto que se mezcla con mucho ruido del que debemos huir.
¿Estrategias equivocadas para los factores de producción disponibles?
Por tanto, si es cierto lo que dice de Geus y aceptamos las tesis de Marina, ¿podemos decir que nos encontramos en un momento en el que las empresas están aplicando estrategias equivocadas para los factores de producción de los que disponen?
Volvemos a lo de siempre: el fin último de una empresa es ganar dinero. Para Herbert Simon no estamos capacitados para proyectar grandes estructuras ni realizar importantes proyecciones futuras, por lo que debemos actuar a corto plazo, sin embargo se pueden combinar la construcción de marcos de actuación, como dice Marina, con la materialización diaria de objetivos.
Y ello nos obliga a conocer el entorno en el que nos movemos y, queramos o no, proyectar escenarios en los que cada factor ocupe el lugar que le corresponde.
Talento humano y sector turístico
El sector turístico es posiblemente uno de los que más están notando esa supuesta preeminencia de un factor como es el del talento humano. Es un sector en el que el trabajador tiene gran parte de culpa del éxito o fracaso de un producto o servicio. Y sin embargo vemos como sigue siendo utilizado como un coste.
Desde un punto de vista estrictamente monetario reducir costes es un acierto cuando hay crisis. Pero si observamos en perspectiva vemos que el marco cambia y que esa decisión está afectando la efectividad de la empresa y su capacidad para satisfacer los deseos del viajero.
Al final la decisión es, por supuesto, de quien dirige la empresa, pero tal vez sería interesante un cambio de perspectiva para confirmar o modificar los criterios y premisas sobre los que se sustentan las decisiones.
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
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