Por PN Turismo, en Economía

Adrenalina todo el año en ‘la Reserva de la Extremosfera’ de las Islas Canarias

23 septiembre, 2015 (17:24:56)

Adrenalina todo el año en 'la Reserva de la Extremosfera' de las Islas Canarias

  • En el archipiélago existen 30 puntos acreditados para la práctica segura de deportes extremos, como ‘Rope Jumping’, escalada y parapente
  • Los deportistas más exigentes encuentran en las siete Islas un atractivo irresistible para la descarga de adrenalina, gracias a un clima templado todo el año que permite practicar deporte al aire libre en cualquier estación
  • Por sus espectaculares espacios naturales protegidos y una biodiversidad única, el archipiélago es un escenario de referencia para la práctica outdoor de los deportes más emocionantes
  • Sus visitantes y habitantes disponen en las Islas Canarias de unas condiciones geológicas y ambientales excepcionales para correr, pedalear, saltar, volar, escalar y superarse constantemente a sí mismos


Madrid, 23 de septiembre de 2015 – Por su formación volcánica, las Islas Canarias parecen haber sido concebidas para la práctica de los deportes más extremos, ya que cuentan con un sobrecogedor relieve afilado, escarpado y abrupto que supone un verdadero desafío “de altura” para los deportistas más exigentes que buscan sentir en su sangre la descarga de adrenalina pura. Una referencia deportiva al aire libre que permite ponerse en práctica durante todo el año en cualquiera de las siete Islas gracias a las agradables condiciones ambientales de la zona consideradas como “el mejor clima del mundo”.

La singularidad de su orografía convierte al archipiélago en un escenario de excepción para aquellos atrevidos que apuestan por resistirse a los encantos de las magníficas arenas de las playas canarias para lanzarse al vacío desde lo alto de sus precipicios, desafiar a los vientos alisios en parapente o trepar por barrancos imposibles. Por la versatilidad de sus espacios naturales protegidos y su biodiversidad única, el archipiélago es considerado una “Reserva de la Extremosfera” para los deportistas más decididos.

En las Islas Canarias se encuentran acreditados más de una treintena de enclaves geográficos rodeados de acantilados, precipicios, montañas y volcanes para poner en práctica los mejores vuelos en parapente, desafíos verticales de escalada y saltos de caída libre, también conocidos como “Rope Jumping”.

Rutas de parapente – Encarando a los vientos alisios sobre volcanes


Los vientos alisios son constantes en las Islas Canarias, especialmente en las zonas altas, lo que proporciona una propulsión firme y constante en el aire que permite disfrutar de vuelos con increíbles vistas sobre volcanes y costas en las mejores condiciones durante todo el año. A lo largo de las siete islas pueden encontrarse gran cantidad de laderas, barrancos y cumbres desde donde poder despegar en parapente y ala delta y disfrutar de una panorámica a vista de pájaro repleta de contrastes que acentúa la belleza de los paisajes volcánicos y la espectacularidad del litoral canario.

En la isla más septentrional, la zona de vuelo clásico parte del risco de Famara, en el norte de Lanzarote, mientras que Izaña, La Corona y Taucho son los mejores puntos donde cabalgar los vientos alisios en la isla de Tenerife, ya que se pueden surcar los vientos despegando a 2.200 metros de altitud, el punto más alto que se registra en España donde se puede desempeñar esta disciplina. Por su parte, Los Giles y Las Coloradas son conocidas como las mejores zonas de Gran Canaria para contemplar vistas preciosas sobre playas y bahías en vuelos que pueden prolongarse durante horas, tanto para expertos como aficionados que se inician en la práctica de un deporte de altos vuelos, gracias a las excelentes condiciones del viento durante la mayor parte del año.

También en las islas de La Gomera y El Hierro es frecuente ver los cielos salpicados de parapentes de colores. Tanto en Hermigua como en Dos Hermanas, respectivamente, se dan las condiciones óptimas para el vuelo en parapente por la excelente orientación del terreno en sus puntos de despegue a distintas cotas de altura. La Palma, además de ser un paraíso para los amantes de la naturaleza, también lo es para los aficionados al parapente. Su punto de vuelo más frecuentado se encuentra sobre la playa de Puerto Naos, al oeste de la isla, donde en condiciones normales, las térmicas permiten subir a más de 1.000 metros de altura. También en Puntallana, al nordeste, se disfruta de fantásticos vuelos sobre paisajes de plataneras y palmerales.

Puntos de escalada – Un reto en cada roca


Por su peculiar orografía, las Islas Canarias presentan condiciones idóneas para practicar escalada. De hecho, por la herencia volcánica del archipiélago, los escaladores encuentran una gran diversidad de roca donde poner a prueba su resistencia mental y condición física durante su ascenso a la cima en cualquier época del año. Como sucede en Tenerife, donde esta disciplina supone todo un desafío vertical en cualquiera de sus cuatro puntos más conocidos: las paredes volcánicas protegidas del risco de Guaria –donde habitan algunas especies amenazadas como el halcón tagarote-, el paraje natural de Las Cañadas -en el Parque Nacional del Teide junto al pico más alto de España-, las escarpadas montañas boscosas y húmedas del Parque Rural de Anaga, y el municipio de Arico surcado por pinares y profundos barrancos.

En la vecina isla de Gran Canaria se encuentran más de 400 rutas de escalada que se reparten por sus acantilados más escarpados rodeados de los pinares mejor conservados del archipiélago, como es el caso del Parque Natural de Tamadaba. También en el valle de Las Mil Palmeras, en el barranco del pintoresco pueblo de Fataga, se ubica uno de los enclaves favoritos para la práctica de este deporte por el contraste entre la vegetación y el basalto rojizo de las paredes rocosas. Aunque sin duda, uno de los mejores escenarios para la escalada clásica se ubica en el caserío de Ayacata, en las cumbres centrales de la isla.

La Gomera, La Palma y Fuerteventura se reparten también excepcionales escenarios que esconden formaciones rocosas convertidas en símbolos naturales de cada isla, como el emblemático Roque Cano –con paredes que se elevan hasta los 250 metros de altitud-, el barranco del Agua –un espacio natural protegido que reúne las mejores muestras de cardonal existentes en la isla-, y Las Peñitas –convertidas casi en un lugar de culto para escaladores-, respectivamente.

Rope jumpSaltos de adrenalina


Sin duda alguna, los saltos de caída libre, o por su nombre en inglés, rope jumping, es sinónimo de descarga de adrenalina pura de quienes los practican. Se suele desarrollar en el punto medio de una cuerda tendida entre dos montañas sobre un barranco y, cuanto más alto es el punto del salto y más larga es la caída, más intensa es la experiencia. Pero atención, la complejidad logística del salto requiere de los medios y el conocimiento del terreno de las empresas locales de deportes extremos. Ante todo, el desafío a la “Extremosfera” se debe afrontar con el máximo respeto a la seguridad y el medio ambiente.

A lo largo de las Islas se extienden numerosos puntos de rope jump en las inmediaciones de riscos volcánicos, puentes, precipicios, barrancos y saltos que pueden llegar a los 80 metros de caída libre y que disparan las pulsaciones de quienes se atreven a desafiarlos.

Los puntos más espeluznantes se reparten entre Tenerife y Gran Canaria. Así, los más atrevidos que visiten la isla tinerfeña dispondrán de puntos de descarga de adrenalina en Araya, Tabares, Jover, El Palmar y Piedra Hincada. Igualmente, en la isla grancanaria los saltadores pueden desafiar al vacío en El Juncal, El Horno, El Guincho, El Berriel y Chira. En estos espectaculares enclaves, saltadores de todos los niveles pueden poner a prueba su valentía en cualquier estación del año, ya que el clima templado de las islas y la cálida temperatura de sus aguas en determinadas áreas permiten practicar el rope jumping a lo largo de los 365 días del año.

Acerca de Islas Canarias

Islas Canarias es el lugar con el mejor clima del mundo para disfrutar de unas vacaciones excepcionales en cualquier época del año. Siete islas diferentes y únicas, ideales para desconectar de la rutina, recargar pilas y regresar a casa con cuerpo y mente renovados. Sus playas, su naturaleza volcánica, su animado y hospitalario estilo de vida y la posibilidad de escoger entre todo tipo de actividades al aire libre, además de una variada oferta alojativa y de ocio de calidad, hacen que la mayoría de sus visitantes repitan más de una vez.