Baleares intenta entrar en el mercado ruso para suplir la caída de turistas alemanes
12 mayo, 2003El Instituto Balear del Turismo (Ibatur), dependiente de la consejería de Turismo del Gobierno regional, ha iniciado una campaña para captar turistas rusos y suplir de esta manera la bajada en el mercado alemán, que en las últimas temporadas ha sido muy pronunciada. De momento, numerosos trabajadores de hoteles están recibiendo cursos en lengua rusa para poder hacer frente a la llegada masiva de estos turistas que pretende el ejecutivo autonómico. Tiffany Blackman, directora del Ibatur, ha explicado este viernes que el mercado ruso es muy "atractivo" por varias circunstancias. Una de ellas es que se encuentra a cuatro horas en avión del archipiélago y que su sociedad tiene una clase media emergente que viaja mucho y, lo más importante, se deja mucho dinero en sus vacaciones. Sin embargo, Blackman considera que si no hay colaboración de los hoteleros y los turoperadores es difícil captar a este tipo de visitantes. "En Rusia hay mucha gente que no sabe dónde está Baleares. Hay que sentarse con todos los sectores implicados y preparar un plan de acción que puede durar varios años", ha asegurado. En la actualidad llegan cada año a Baleares unos 5.000 turistas rusos, una cifra que para los expertos del Gobierno Balear "es muy pobre", en especial si se compara con los 300.000 veraneantes de ese país que recibe anualmente Cataluña. Los empleados de los hoteles de la Playa de Palma son los primeros que están recibiendo clases de rusos, financiadas por el Gobierno Balear, y se espera que la iniciativa alcance otras zonas, como puede ser Calvià. De momento, Blackman ha explicado que la presencia balear en la cita turística de la Feria de Rusia de este año ya ha sido más contundente que en años anteriores y no sólo se maneja el mercado ruso como alternativa al alemán, sino que también el Ibatur está interesado en los países Bálticos y en algunos países emisores del Este. Desde el ejecutivo autonómico se ha indicado que los turistas rusos son, después de los japoneses, los que más gastan durante su período vacacional.