Por Laura Pena, en Hoteles y Alojamientos

Espacios abiertos y al aire libre en un hotel

20 septiembre, 2019 (12:05:40)

Recuerdo hace años cuando llegó la ley del tabaco y no se permitiría fumar en los locales, al margen de las diferentes reformas que hicieron los diferentes gobiernos, los negocios de hostelería y los hoteles nos preguntamos cómo se adaptaría el cliente a esta nueva ley... estaba claro que con algunos clientes se tendrían problemas al principio porque intentarían fumar igual dentro de las cafeterías de los hoteles, en las habitaciones, etc... pero poco a poco tanto los clientes como las personas que trabajamos en los hoteles nos fuimos acostumbrado y así nacieron nuevas posibilidades.

Imagen nota de prensa Hosteltur

Nacieron en concreto dos posibilidades de las que voy a hablar a continuación:

La primera de ellas fue la de la reconversión de las azoteas, terrazas y jardines de los hoteles. Estaba claro que si nuestros clientes fumadores no podían disfrutar de un cigarrillo en el interior del hotel, se tendrían que cuidar mucho más los servicios exteriores del edificio, ya que pasaría a ser una parte más del hotel que nuestros clientes disfrutarían. Por ello los jardines empezaron a ser protagonistas, pero considero que no es necesario tener que gastar un dineral en un sueldo e varios jardineros y menos cuando a día de hoy existen robots cortacesped nomascesped.com con los que un jardinero sólo puede hacer el trabajo de 1 o 2 ayudantes.La segunda de las posibilidades para nuestros hoteles fue la de instalar una terraza en las aceras e interiores de los jardines que comentábamos con anterioridad. De esta forma ganamos un espacio al aire libre para nuestros clientes que se puede usar tanto para comer como para disfrutar de un café y un cigarrillo mientras se lee el periódico.

Tengo que reconocer que soy de las personas que cuando llegó esta ley siempre dije que en invierno no estaría en una terraza pasando frío ya sea en un jardín bien arreglado o en una terraza con estilo, el frío es el frío. Pero al final tengo que reconocer que cuando estoy dando charla a un cliente importante o uno de esos clientes que suelen tenernos de mano para alojarse, hay que hacer un poco la "pelota" y si tengo que pasar un poco de frío pues se pasa que todo es siempre por el bien del negocio.

Por ello, este es un ejemplo básico de cómo se puede convertir un problema en una oportunidad; de lo que parecería la ruina de los bares y los hoteles se ha llegado a expandir a otro negocio y área que son el cuidado de los jardines y las terrazas para dar un servicio extra a nuestra clientela.

Recordemos que en un hotel la gente duerme y pasa muchas horas y estos son servicios básicos que tenemos que dar si queremos competir con el hogar de una de las personas, porque no estamos compitiendo contra otros hoteles en comodidad, sino que competimos contra las comodidades que pueda tener una persona en su casa.