Castilla Termal Valbuena ha sido reconocido en los Premios Roca a la Iniciativa Hotelera en su XIII Convocatoria, celebrados el 2 de junio en el Roca Barcelona Gallery y que convoca cada año Curt Ediciones. En una gala en la que se reconoció la calidad de las cadenas y hoteles y con un jurado compuesto por reconocidos profesionales del sector hotelero y turístico, Castilla Termal Valbuena ha sido galardonado en la categoría de Arquitectura. Roberto García, presidente de Castilla Termal Hoteles, ha recogido el premio otorgado a este emblemático e histórico hotel.
En la Ribera del Duero, Castilla Termal Valbuena respira encanto, singularidad e historia. Rodeado de viñedos, se trata del primer balneario 5 estrellas de Castilla y León, que es en sí mismo una verdadera obra de arte: el monasterio de Valbuena es declarado en 1931 Monumento Histórico-Artístico Nacional y considerado Bien de Interés Cultural. Se emplaza en uno de los monasterios cistercienses mejor conservados de Europa, que data del siglo XII, convertido ahora en un exclusivo complejo turístico. Sus 79 habitaciones conservan el encanto y la elegancia del singular monasterio. Pasear por su claustro, la iglesia o las distintas estancias arquitectónicas es descubrir parte de la historia de nuestro país. La cabecera de su iglesia y el claustro corresponden a los últimos años del siglo XXII y principios del XXIII y cuentan con una gran simplicidad de líneas que, junto a su austeridad decorativa, reflejan el espíritu de renovación cisterciense. En su edificación destaca su iglesia de tres naves, que sorprende por sus dimensiones, y dos de sus relieves, que representan la Lactación de San Bernardo y la Sagrada Familia, obras del escultor Gregorio Fernández. También cabe reseñar la capilla de San Pedro y sus magníficas pinturas.
Valbuena es el primer hotel de la cadena 100% sostenible, modelo que la cadena espera replicar en sus otros tres establecimientos, así como en el de Brihuega, que se abrirá en los próximos meses. Cuenta con sistemas inteligentes para el control de climatización, iluminación y gestión eficaz del agua. El monasterio posee además, una huerta de producción ecológica de 2.000 m2, que surte a la cocina del hotel y que puede ser visitada por los huéspedes, quienes pueden recoger con sus propias manos los productos que después degustarán en el restaurante.