Falleció Carlos Páez Vilaró, un símbolo de Punta del Este

Carlos Páez Vilaró llevó en su juventud una vida bohemia y aventurera. Dominó la pintura, la escultura, el grabado, el mural, la cerámica, la escritura y fue un apasionado del candombe y promotor de la cultura afrouruguaya.

Luego de 90 años de vida –había nacido en Montevideo el 1° de noviembre de 1923- dejó un legado que tiene como punto más alto la “escultura para vivir” que construyó a partir de fines de los años de 1950 en Punta Ballena: Casapueblo.

En ese lugar -que alberga un hotel, restaurante, bares- tenía su residencia y su taller, así como una galería-museo. Allí, además, Páez Vilaró era el perfecto anfitrión de cuanta celebridad pasara por Punta del Este. En su terraza privada recibía a jefes de Estado, figuras de la cultura y del espectáculo, que salían invariablemente encantados por el impactante paisaje de Punta Ballena y la afabilidad del dueño de casa.

Carlos Páez Vilaró en Casapueblo.

Casapueblo es uno de los lugares ineludibles para el visitante que llega a Punta del Este y punto de llegada de numerosas excursiones. La construcción de estilo mediterráneo es uno de los iconos del balneario y, por su carácter único, es empleada con frecuencia para ilustrar folletos y publicaciones promocionales.

En sus terrazas se hace cada día la ceremonia de la puesta del sol: por los parlantes se escucha una grabación con la voz de Páez Vilaró recitando un poema escrito para la caída del sol, algo que seguramente cobrará una nueva singularidad luego de la desaparición física del artista.

Páez Vilaró tuvo seis hijos, Carlos Miguel –el mayor, sobreviviente de la tragedia de los Andes-, Mercedes, Agó, Sebastián, Florencio y Alejandro (los tres últimos de Annette Deussen, su última esposa).

Las obras de Páez Vilaró se encuentran por todos lados, particularmente en Punta del Este. Hay murales en espacios públicos, en el hotel Conrad; en Montevideo una de sus obras más recientes está ubicada en el remozado Mercado Agrícola. Sin embargo, tal vez la más famosa de sus obras de grandes dimensiones sea el mural instalado en la sede de la OEA, en Washington DC.

En Maldonado, incluso, hasta los patrulleros llevaron en una época diseños de Páez Vilaró y también los aviones de Pluna fueron pintados con motivos del artista.

Avión de Pluna con diseño del artista.