España: Hacienda de Baleares busca dar soluciones a la "laguna" burocrática de la ecotasa con el Imserso

Publicada 08/08/02
España: Hacienda de Baleares busca dar soluciones a la "laguna" burocrática de la ecotasa con el Imserso
Responsables técnicos de la Conselleria de Hacienda y el sector turístico de Baleares con intereses en los programas del Imserso han mantenido durante las últimas semanas diferentes encuentros para salvar las diferentes 'trabas y lagunas' burocráticas en el Reglamento de la ecotasa. Algunas cadenas hoteleras anunciaron al término de la pasada temporada su retirada de este segmento del mercado si el Govern no arreglaba un «error burocrático» en la Ley de la ecotasa.
Responsables técnicos de la Conselleria de Hacienda y el sector turístico de Baleares con intereses en los programas del Imserso han mantenido durante las últimas semanas diferentes encuentros para salvar las diferentes 'trabas y lagunas' burocráticas en el Reglamento de la ecotasa. Algunas cadenas hoteleras anunciaron al término de la pasada temporada su retirada de este segmento del mercado si el Govern no arreglaba un «error burocrático» en la Ley de la ecotasa. El hecho de que tuvieran que pagar la ecotasa al acogerse al sistema de módulos en una clientela exenta del pago del impuesto turístico levantó cierto revuelo entre los empresarios que están dispuestos a tirar la toalla. No obstante, Hacienda ha puesto en marcha la maquinaria para intentar solventar este problema. El secretario general técnico de la Conselleria, Lluis Llinás, confirmaba ayer que las diferentes propuestas presentadas por el sector se encuentran en fase de estudio para garantizar la viabilidad jurídica y gestión del tributo. Llinás ha dado el visto bueno a la simplificación de la acreditación del turista del Imserso. Sin embargo, dejó en el aire, a falta de un profundo análisis, la revisión de la Ley para que los empresarios que alojen a este tipo de cliente puedan evitar pasar por caja y las rebajas de la ecotasa para los clientes de larga estancia [aquéllos que pasan hasta seis y ocho semanas en Mallorca, sobre todo, jubilados europeos]. «Hay voluntad para arreglar el asunto, pero la tramitación es larga y compleja», dijo Llinás. Por su parte, el presidente de la Asociación de Playa de Palma, Jordi Cabrer, entiende que «si este asunto no se arregla, algunos hoteleros pueden dejar de firmar estos programas, tan vitales para romper la estacionalización que padece Baleares». «Pasa el tiempo y es necesario dar una respuesta», aseguró. Por otra parte, destapó su temor a que esta clientela se desvíe a otras Comunidades Autónomas y otros destinos. Uno de los grandes vencedores del verano, Turquía, está decidido a competir por el turismo de invierno. La muestra, la programación que ha preparado para la temporada de 2002/2003. «Quieren aumentar sus cuotas de mercado y están dispuestos a llevarse a este tipo de turista de larga estancia, que, en el caso concreto de Mallorca, está muy integrado entre la sociedad, participando en sus eventos, visitando monumentos...», puso de manifiesto Cabrer. Ante el temor a que éstos puedan optar por otros enclaves, Cabrer insistió: «Estos deberían pagar sólo las dos primeras semanas de impuesto». Por otro lado, los hoteleros ya reclamaron un incremento de los precios además de garantizar las ocupaciones contratadas. «Esta temporada se han registrado bajas que durante años anteriores no se habían contemplado», aseveran estas mismas fuentes al lamentar que «mientras los costes han seguido aumentando, las ocupaciones no lo han hecho de forma proporcional, lo que origina pérdidas de rentabilidad». Durante los últimos años, algunas cadenas hoteleras decidieron retirarse de este programa por la política comercial de precios a la baja en la que se mueve este segmento del mercado, y otras, que actualmente siguen operando, recortan cada temporada sus plazas disponibles. Sin embargo, los empresarios consultados ven necesario seguir apostado por el turista de la tercera edad como un cliente que ayuda a desestacionalizar la temporada baja y a mantener la actividad comercial en las zonas turísticas durante el invierno, en concreto en la Bahía de Palma. (Ch. D., diario El Mundo-El Día de Baleares, 08/08/02)
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