Nuevas respuestas de la industria a las magnitudes turísticas del siglo XXI

Turismo sostenible: ¿Cuanto más grande, mejor?

Hiper-resorts, mega-cruceros y super-aviones marcan el futuro de la industria

Publicada 14/02/11 -Actualizada 06/09/23 20:45h
Turismo sostenible: ¿Cuanto más grande, mejor?
  • ¿"Resorts exclusivos para unos pocos" o "centros vacacionales para muchos"?
  • Thomson no dice que los resorts del futuro vayan a ser calcados a Benidorm, sino que la clave será el tamaño
  • El concepto "cuanto más grande mejor" ya se aplica en la industria aérea y en los cruceros

Si la industria turística quiere seguir avanzando por el camino de la sostenibilidad, tendrá que pensar a lo grande y dar respuestas acordes con las enormes magnitudes que alcanzará el turismo en las próximas décadas. Un reportaje publicado en la revista HOSTELTUR de febrero bajo el título "Turismo sostenible: ¿Cuanto más grande, mejor?" analiza la tendencia a construir hiper-resorts, mega-cruceros y super-aviones.

Los resorts ecoturísticos que ya han comenzado a proliferar en diferentes partes del mundo, algunos de ellos en lugares casi paradisíacos, son muy sugestivos y ejercen un gran poder de atracción. Sin embargo, suelen encontrarse a bastantes miles de kilómetros de los principales mercados emisores y su capacidad alojativa es muy limitada.

Según sostiene el informe “Sustainable Holiday Futures”, elaborado por la consultoría estratégica The Future Laboratory, Reino Unido, por encargo del turoperador Thomson, el turismo sostenible del futuro no debe basarse tanto en "resorts exclusivos para unos pocos", sino en "centros vacacionales para muchos".

Para llegar a esta conclusión, el informe de Thomson recuerda un punto de partida: el transporte aéreo que ha hecho posible el crecimiento turístico por todo el mundo puede sufrir una gran volatilidad de precios durante las próximas décadas.

Pero además, el transporte aéreo que hace posible el turismo de masas igualmente se verá encarecido por la implantación progresiva de tasas gubernamentales que gravarán la emisión de C02, sobre todo en Europa.

El papel del consumidor

Ahora bien, si de lo que se trata es de proporcionar para muchos vacaciones menos lesivas para el medio ambiente, la clave pasa a ser el tamaño. Y en este sentido, el informe encargado por Thomson predice la expansión global de un modelo turístico basado en "súper-hubs" de vacaciones, donde el uso de los recursos podrá ser gestionado y controlado de manera más eficaz.

De este modo, el informe subraya que los destinos turísticos de "alta densidad" a largo plazo pueden ser más sostenibles en comparación con algunos resorts boutique más horizontales y que acostumbran a encontrarse junto a selvas, sabanas o arrecifes de coral y que a primera vista parecen más "eco-friendly", pero también más exclusivos. Los autores del estudio llaman a esto "el efecto Benidorm".

Claro que no todo el mundo comparte plenamente esta visión, tal como reflejaron las opiniones a favor y en contra del modelo Benidorm, vertidas por los lectores en el diario online HOSTELTUR el pasado mes de diciembre, cuando Thomson difundió el estudio.

En todo caso, Thomson no dice que los resorts del futuro vayan a ser calcados a Benidorm, sino que la clave será el tamaño.

Uno de los autores citados por el informe, Leo Hickman, autor del libro “The Final Call: In Search of the True Cost of Our Holidays”, defiende la idea de crear hiper-resorts, donde todas las experiencias (spas, playas, actividades al aire libre…) serán de fácil acceso y todo aquello que consume recursos será cuidadosamente controlado. "Estos hubs de vacaciones serán como enormes parques temáticos", expone Hickman.

Mega-cruceros y super-aviones

Por otra parte, la misma teoría que defiende una mayor densidad de turistas para minimizar los impactos sobre el medio ambiente podría extrapolarse por ejemplo al segmento de los cruceros.

Al fin y al cabo, un buque con capacidad para 4.000 ó 5.000 turistas no deja de ser en realidad un mega-resort flotante e itinerante. Por ejemplo, el “Allure of the Seas”, el barco más grande del mundo, de Royal Caribbean International, botado el pasado mes de noviembre, cuenta con 16 cubiertas, siete "vecindarios temáticos" y capacidad para 5.400 cruceristas.

Además, las grandes navieras están dotando a sus buques con los sistemas más modernos de tratamiento de aguas residuales, diseños de cascos que reducen el consumo de combustible, motores de propulsión más eficaces, medidas de ahorro de agua, etc.

La naviera alemana Aida Cruises, por ejemplo, logró reducir un 12% el consumo de agua de los pasajeros. Y el buque Solstice de la naviera Celebrity tiene un nuevo sistema de iluminación que reducido en un 15% el consumo de energía.

El mismo concepto "cuanto más grande mejor" también ha comenzado a aplicarse a la aviación comercial: un Airbus A380 capaz de transportar 600 pasajeros será más eficiente en el consumo de combustible y emitirá menos CO2 por pasajero que dos aviones de 300 plazas… Siempre que su ocupación sea óptima, lo cual exige tráfico de interconexión a través de hubs.

1.600 millones de viajes en 2020

Al fin y al cabo, la industria turística no puede perder de vista las previsiones a largo plazo, que apuntan a un crecimiento continuado de los viajes a nivel global.

La Organización Mundial del Turismo estima que hacia el año 2020 se registrarán en el mundo cerca de 1.600 millones de llegadas de turistas internacionales, frente a los 924 millones con que se cerró 2010.

De ese volumen previsto para de aquí a diez años, se espera que 1.200 millones de desplazamientos corresponderán a viajes intra-regionales mientras que 378 millones de viajes serán de turistas de largo recorrido.

La versión completa de este reportaje ha sido publicada en la revista HOSTELTUR de febrero de 2011 y también puede descargarse como documento PDF como Egipto y Túnez reescriben su futuro como destinos.

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