Entrelenguas propone una oferta de turismo cultural con una triple vertiente

Innovación en turismo idiomático: de escuela a centro de inmersión cultural

“Las experiencias en turismo no se crean, hay que encontrarlas”

Publicada 11/04/17 -Actualizada 03/07/18 22:58h
Innovación en turismo idiomático: de escuela a centro de inmersión cultural
  • Entrelenguas es un espacio divertido donde se mezclan estudiantes de español, viajeros y locales con un interés común: disfrutar durante todo el año de la cultura española de una forma diferente
  • En sus tres años de actividad han desarrollado un concepto de turismo alternativo para ofrecer a los viajeros la posibilidad de vivir una experiencia auténtica y memorable
  • Entre su clientela de turismo idiomático, extranjeros jubilados, universitarios que combinan el aprendizaje de español con labores de voluntariado y adolescentes que aprenden el idioma mientras hacen turismo

La oferta de turismo idiomático evoluciona diversificándose para dar respuesta a un turista cada vez con más motivaciones viajeras, en busca de lo auténtico y lo local, y atraído por la filosofía del turismo slow. Y es que, como afirma Alex Montesinos, director del departamento de Turismo de Entrelenguas en Ronda, “las experiencias en turismo no se crean, hay que encontrarlas”. Y en este centro de inmersión cultural el visitante se encuentra con una amplia oferta de turismo de ocio, cultural e idiomático.

En los tres casos, según explica Montesinos, “fomentamos los grupos muy reducidos, el producto orgánico, el contacto con la comunidad local y el desarrollo de la actividad en un ambiente relajado”. Entrelenguas se convierte así en “un divertido espacio donde se mezclan estudiantes de español, viajeros y locales con un interés común: disfrutar durante todo el año de la cultura española de una forma diferente”.

Su objetivo es, añade, “fusionar enseñanza, turismo y cultura para ofrecer cursos de español diferentes para todos los gustos y colores así como originales actividades para viajeros que fomentan el turismo slow, siempre llevando por bandera la importancia de la inclusión de la comunidad en todo lo que hacemos”.

Una participación que también se plasma en su idea de “reinventar la oferta cultural de Ronda a través de pop ups para crear un circuito alternativo en el que se promueve el intercambio cultural entre locales, viajeros y estudiantes, poniendo en valor la identidad del pueblo andaluz”.

Su cliente responde a un amplio margen de edad (30-70 años), es mayoritariamente de procedencia estadounidense, australiana y europea, y se interesa por el producto orgánico y el contacto con locales.Su cliente responde a un amplio margen de edad (30-70 años), es mayoritariamente de procedencia estadounidense, australiana y europea, y se interesa por el producto orgánico y el contacto con locales.

Así, “muestras de teatro, conciertos, festivales multidisciplinares, mercados de artesanía local, degustación de productos orgánicos, eventos gastronómicos o intercambios de idiomas, son algunas de las actividades culturales que Entrelenguas realiza tanto en su sede como en otros puntos de la ciudad”.

Aprendizaje fuera del aula

Con 500 millones de usuarios, el español se ha convertido en la segunda lengua mundial y también la segunda más usada en Twitter tras el inglés, con al menos 400 millones de hablantes nativos en 44 países. Pero es que además aproximadamente 18 millones de estudiantes en el mundo aprenden el idioma como segunda lengua, y para 2030 el 75% de la población mundial lo hablará, unos 535 millones de personas.

En Entrelenguas han diseñado una amplia variedad de cursos y programas de español como lengua extranjera (ELE) impartidos por profesores nativos cualificados y siguiendo las pautas del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), pero lo que les distingue es que llevan el aprendizaje fuera del aula, ya sea a su huerto orgánico, a los museos de la ciudad, a un viñedo en pleno valle o a las asociaciones locales con las que desarrollan distintos tipos de voluntariado, siempre en grupos de un máximo de ocho personas.

Y es que desde que empezaron hace casi tres años, como destaca Montesinos, “hemos venido desarrollando un concepto de turismo alternativo para ofrecer a los viajeros la posibilidad de conocer Ronda y los alrededores de manera original y diferente. Todo para que quien nos visita viva una experiencia auténtica y memorable”.

Perfil del cliente

Su oferta de turismo de ocio, que atrae aproximadamente a un 50% de su clientela con múltiples actividades programadas, incrementó su demanda en un 150% el primer año y ya acumulaba un crecimiento del 325% a finales del pasado ejercicio. El tipo de cliente, según indica Montesinos, presenta “un amplio margen de edad (30-70 años), es mayoritariamente de procedencia estadounidense, australiana y europea, y se interesa por el producto orgánico y el contacto con locales”.

El turismo cultural, que representa un 25% de su demanda, está presente en su oferta a través de los eventos que organizan con los que se dan a conocer en su entorno, aunque cada vez van ampliando más su círculo de actuación, pasando de grupos locales a de ámbito nacional, que atraen a “clientes de todas las edades: niños, jóvenes, adultos de procedencia nacional, de Madrid, Málaga y alrededores, y también comunidad extranjera residente en la Costa del Sol”. Esta oferta de turismo naranja será la que más evolucione en los próximos años, en palabras del representante de Entrelenguas, “con la búsqueda de más participación y de un mayor número eventos internacionales que apoyen la cultura en Ronda”.

Innovación en turismo idiomático: de escuela a centro de inmersión cultural

El 25% restante de su clientela corresponde al turismo idiomático, que “ha incrementado sus cifras considerablemente desde el primer año. Empezamos ofreciendo cursos extensivos a la comunidad extranjera residente en Ronda y a día de hoy tenemos un cliente muy distinto. Así, nos visitan los mayores de 65 años con cursos de español para un público extranjero jubilado; un usuario de entre 30 y 50 años que visita España por periodos más largos, interesado en cursos intensivos de una o dos semanas de duración; universitarios que combinan voluntariados con ONG y pequeña empresa de Ronda con clases de español; y adolescentes que disfrutan de escapadas donde combinan el español y los viajes. La procedencia es mayoritariamente estadounidense, canadiense y europea”.

El servicio global de Entrelenguas es utilizado así por un cliente de poder adquisitivo medio-alto al que no le importa pagar más por un producto de calidad, generalmente orgánico y local. Y la oferta les satisface ya que, como ha señalado Montesinos, “actualmente estamos recibiendo la segunda visita de personas que fueron clientes durante los dos primeros años. Nos sucede mucho que usuarios de turismo de ocio vuelven para aprender español en su segunda visita y viceversa”.

Apoyos

Aunque la inversión acometida ha sido siempre a nivel particular, también es cierto que han recibido el apoyo de Andalucía Lab, que les ofreció “un servicio de aceleración empresarial con consultorías durante el último año para consolidar la actividad de la empresa”; y de Segittur, que en su blog les define como “embajadores del turismo slow en España, filosofía que aplicamos en los tres segmentos que trabajamos en el centro”.

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