Los destinos turísticos se bunkerizan tras el atentado de Barcelona

Y es que tal y como apuntan expertos de seguridad citados por Crónica Global, "los bolardos son la clave para que las patrullas de policías con armas largas puedan repeler los ataques, ya que los terroristas ven reducida su movilidad. Este fue el caso de Cambrils (Tarragona), donde el coche que conducían los yihadistas impactó con una de estas barreras y volcó".

En cambio, en las Ramblas de Barcelona no existía este tipo de barreras, una circunstancia que ha sido criticada por el ministerio de Interior de Italia, Marco Minniti: "Me sorprende que una furgoneta pueda haber sido conducida libremente por las Ramblas. Es extraño que no hubiera medidas en un sitio con tantas multitudes de turistas y residentes".

Tras los ataques en Barcelona, Italia ha sido uno de los primeros países europeos en comenzar a instalar más barreras de hormigón en los principales sitios turísticos de Milán y Roma. Ver también Italy installs barriers at landmarks following Barcelona attack.

Sexto ataque por atropello masivo

Según informa la web de datos Statista, "desde julio del año pasado, esta es la sexta ocasión en la que los terroristas de Estado Islámico utilizan el atropello como arma de ataque contra civiles, muchas veces de forma combinada con más acciones. El atentado de este tipo con más víctimas mortales fue el primero de ellos, el de Niza el 14 de julio de 2016, que se saldó con 85 personas asesinadas".

Infografía: Statista

Recomendación: medidas físicas de protección

Cabe recordar que el Gobierno ha desplegado medidas antiterroristas en zonas turísticas y en este sentido, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha estimado "conveniente" que los ayuntamientos analicen y estudien en las Juntas de Seguridad la posibilidad de establecer medidas físicas de protección para evitar acciones terroristas, como la colocación de bolardos o maceteros, tal y como la Policía recomendó las pasadas Navidades.

Las medidas decretadas por el Gobierno también incluyen más controles aleatorios de personas y vehículos en lugares de máxima aglomeración, con especial atención a plazas, paseos marítimos y calles peatonales.

Igualmente se incrementará la presencia de vehículos policiales en puntos estratégicos de esas zonas, como entradas, salidas o intersecciones. Es decir, que se utilizarán los coches patrulla o furgonetas policiales como barreras de facto.

Ciudades que han comenzado a instalar barreras

De hecho, Madrid y otras ciudades españolas han reforzado ya sus medidas de seguridad para proteger sus espacios más concurridos tras los atentados perpetrados en Cataluña.

No es la primera vez que adopta esta medida: durante las pasadas Navidades se prohibió la circulación de camiones y se colocaron elementos pesados en varios puntos de la capital como prevención tras el atentado de Berlín del 19 de diciembre, en el que un camión mató a doce personas en un mercadillo.

Las localidades turísticas también han extremado las precauciones, teniendo en cuenta lo sucedido en Cambrils la noche del jueves pasado.

Por ejemplo, Lloret de Mar (Girona) ha activado un protocolo de prevención, con medidas como mantener levantados los postes automáticos en horario de tarde y solo dejar pasar a vehículos autorizados.

También en Calafell (Tarragona) se han instalado barreras de hormigón en calles peatonales que comunican con el paseo Marítimo.

Barrera de hormigón y bolardos en una calle peatonal de Calafell, municipio turístico en la Costa Daurada, provincia de Tarragona.

Ver también Destinos bunkerizados, ¿la tendencia inevitable que viene en 2017?