La felicidad es un buen negocio para todos

Pablo Claver ha dado algunos datos que así lo corroboran. Con empleados felices:

- Las ventas crecen entre un 20% y un 40%.

- La productividad también se incrementa un 30%.

- La retención del talento aumenta un 40%.

- Y descienden un 66% las bajas por enfermedad y la rotación del personal.

Pero es que individualmente también todo son ventajas: los empleados felices tienen buena salud y viven una media de 12 años más, son más eficientes y productivos, optimizan mejor su tiempo, reducen su nivel de estrés, generan un ambiente más positivo y una mayor satisfacción en general.

Las fiestas y celebraciones en el trabajo cohesionan al grupo y lo hacen más productivo, además de trabajar con mejor ambiente.

Por ello propone que las empresas dispongan de planes de felicidad corporativa que promuevan, en palabras de Claver, “iniciativas para que los equipos se sientan especiales; que se viva la cultura, el ambiente y los valores de la organización; y diseñar paquetes de beneficios atractivos a modo de retribución emocional, porque la diferenciación se logra si somos capaces de tocar el corazón de los equipos”.

Con esta base, las empresas han de plantearse “crear ambientes felices, organizando desayunos, cumpleaños, fiestas de Navidad y del verano, tardes de innovación, la capacitación formal e informal de sus equipos, premios, humanizar los despidos, club de descuentos, etc.”. En todos estos ámbitos se favorece además que “los equipos conozcan el lado humano de sus compañeros”.

Finalmente Claver ha dado tres consejos que deben tener en cuenta las empresas para conseguir esos ambientes felices:

1.- Los equipos felices obtienen mejores resultados y logran huéspedes felices.

2.- Los líderes tienen que ser felices e irradiar esa felicidad.

3.- “La felicidad es un compromiso pendiente de las organizaciones y un derecho (y obligación) de las personas”.

Pero lo cierto es que, según la última encuesta de Gallup, un 87% de la población no es feliz en su trabajo, por lo que aún queda mucho camino por recorrer.