Entrevista con Raquel Huete, profesora de la Universidad de Alicante

Distinguirse como gran objetivo: el turista de última oportunidad

Publicada 29/02/20 -Actualizada 25/03/20 02:03h
Distinguirse como gran objetivo: el turista de última oportunidad
  • Las motivaciones que impulsan las decisiones de viaje son muy variadas y están fomentadas por razones muy dispares
  • "El turista de última oportunidad lo que buscan es lo que los sociólogos llamamos distinción social. La idea de ser diferente"
  • "No puede haber una buena ciudad para visitar si no es una buena ciudad para vivir"

El consumo de bajo coste es una tendencia que se ha instalado en todas las facetas de la vida del ciudadano, desde la alimentación y la ropa hasta los viajes. Como indica Raquel Huete, profesora de la Universidad de Alicante, “las plataformas de alojamiento están democratizando un tipo de consumo, al igual que sucede con las cadenas de ropa y de comida rápida”. En el otro extremo, existe un tipo de turista que opta por lugares a los que solo pueden llegar unos cuantos, como señal de distinción.

En los últimos años ha aparecido la figura del denominado turista de última oportunidad, en referencia a aquéllos que optan por viajar a lugares como la barrera de coral, en Australia, o a ver los osos polares en el Ártico, por considerar que estos destinos podrían no existir en el futuro como consecuencia del cambio climático.

“Lo que buscan es lo que los sociólogos llamamos distinción social. La idea de ser diferente, de poder permitirse un lujo sin importar ni siquiera cuál. Lo comparo muchas veces con la moda”, afirma Raquel Huete, profesora del departamento de Sociología e investigadora del Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas de la Universidad de Alicante.

Raquel Huete fue directora general de Turismo de la Comunidad Valenciana durante dos años, entre 2016 y 2018.

En el lado contrario, frente a la exclusividad, están los que apuestan por un consumo de bajo coste. “Al igual que en la moda, donde están los que quieren tener muchas camisetas y pantalones, sin importar las consecuencias que su consumo puede tener sobre el medio ambiente, a la hora de viajar muchas veces no nos cuestionamos la opción de un menú a ocho euros porque no nos importa cuánto cobra el camarero. No nos importa hacer un free tour porque no nos planteamos si el guía turístico está pagando los impuestos. O alquilamos un apartamento sin importarnos si molestamos al vecindario”, indica.

"El turismo no es diferente a otras expresiones del capitalismo global. En realidad, lo que está ocurriendo con las plataformas de alojamiento es que están democratizando un tipo de consumo, exactamente igual que sucede con la ropa o las cadenas de comida rápida”, afirma Raquel Huete

Concienciar al turista

A su juicio, es esencial concienciar al turista. De hecho, explica que desde la acción política -fue directora general de Turismo de la Comunidad Valenciana entre 2016 y 2018- siempre apoyó que se tomaran medidas con ese objetivo.

La campaña de legalización de la vivienda turística en dicha autonomía ha abordado este problema no solo poniendo multas a las plataformas que no cumplen o a las personas que tienen pisos ilegales, detalla Huete, sino también animando al consumidor a que sepa qué diferencia hay entre un apartamento legal y uno que no lo es.

Además de las garantías que implica para el propio consumidor, el fin es que éste sea consciente de las implicaciones legales que tiene pagar impuestos, que el piso esté preparado para no molestar a los vecinos o que se cumplan las normas de seguridad.

La sociedad de acogida

Destaca también la figura del turista responsable, pero cree que para avanzar por este camino y fomentar un turismo sostenible es muy importante el papel de la sociedad de acogida. “Lo que no es bueno para la población local no es bueno para el turismo”, como se recoge en la ‘Declaración de Barcelona, de mejores lugares para vivir, mejores lugares para visitar’, explica Huete.

Este documento, que se presentó en 2018, “básicamente concluye que no puede haber una buena ciudad para visitar si no es una buena ciudad para vivir. Y creo que hay que repetir esta idea una y mil veces”. Para ella, “la idea es absolutamente irrenunciable"

"No se puede ser un buen destino turístico si los habitantes no están bien. Hay que poner por delante los intereses de los vecinos”, agrega

Modelo turístico

Cree que para atraer a los visitantes que un destino desea “el turismo cultural es una gran respuesta. Cuando se hace promoción poniendo el recurso cultural en el centro, sabes que quien va a ir a una exposición es el tipo de turista que te gustaría tener”. Asimismo, la apuesta por los recursos naturales constituye también una estrategia adecuada, añade.

Esta entrevista forma parte del Tema de Portada de la revista HOSTELTUR de enero-febrero y puede descargarse a través del siguiente enlace

Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta

Inicia sesión
Comentarios 0

Esta noticia no tiene comentarios.