Empresarios de la Costa Dorada confían clima prebélico les beneficie

Los hoteleros, empresarios y responsables políticos de la Costa Dorada esperan que el clima de tensión internacional ante una posible guerra en Irak no haga descender las reservas de plazas de alojamiento para la presente temporada, aunque han reconocido que la situación económica a la baja de algunos países de la UE puede afectarles negativamente. Pese a estas perspectivas, Ramon Bagó, presidente de Serhs, el primer grupo turístico catalán, ha mostrado su confianza en que los turistas sigan optando por la Costa Dorada, si bien ha admitido que muchos de ellos no vendrán en avión y optarán por otros medios de transporte más seguros, como el vehículo particular o el tren. En este sentido, el presidente de Sehrs ha señalado que Cataluña fue el destino que durante 2002 menos notó la crisis, ya que "tenemos la suerte de estar situados en la boca sur de Europa y en mil kilómetros de coche podemos recibir gente de los mejores puntos emisores", como Inglaterra, Alemania o Francia. Además, Bagó ha remarcado la importancia del turista nacional que llega hasta la Costa Dorada "en coche" y "encuentra aquí lo mismo que buscaría en otros lugares", es decir, sol, playa, actividades lúdicas y muchas posibilidades de ocio cultural, aunque ha reconocido que "las reservas se hacen ahora a última hora". Por su parte, el presidente de la Diputación de Tarragona, considera que "España, y en especial la Costa Dorada, saldría beneficiada si estallase el conflicto en Irak", ya que considera que los perjudicados serían otros países, como Túnez, Egipto o Turquía, de características similares a la Costa Dorada, pero con una situación geoestratégica mucho más complicada. Josep Poblet, alcalde de Vila-seca (Tarragona), también se ha mostrado optimista y ha asegurado que "seguiremos promocionándonos en la misma línea que hasta ahora" porque "poco podemos hacer para cambiar las perspectivas internacionales". El mercado ruso y de otros países del Este, como Ucrania y las repúblicas Bálticas, es una de las claves para que la temporada 2003 no se resienta por la tendencia descendiente de muchos mercados de origen tradicionales, como el alemán o el inglés. En este sentido, Cataluña registró en 2002 un total de 175.000 visitantes procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas, con lo que se convirtió en el tercer país receptor de turistas del Este, después de Turquía y Egipto. De hecho, unos 300 agentes de Natalie Tours, la mayor empresa rusa en el sector de la contratación de viajes turísticos, llegaron ayer a La Pineda, en el municipio tarraconense de Vila-seca, para participar en un congreso turístico que se celebrará en el Hotel Estival Park hasta el próximo domingo. Natalia Vorobieva, directora general de Natalie Tours, ha explicado que alrededor de 90.000 turistas de los países del Este pasarán las vacaciones este verano en la Costa Dorada, unos 45.000 de los cuales a través de las agencias de Natalie Tours, según sus previsiones. "El año pasado el 30% de los turistas del Este fueron a Turquía", ha explicado Bagó, un porcentaje que los empresarios tarraconenses esperan que vaya a parar a España y, en especial, a la Costa Dorada. El turista ruso que pasa sus vacaciones en la costa de Tarragona "suele tener España como destino habitual y económicamente es de clase media", ha indicado Vorobieva. En cuanto a sus preferencias, busca "sol y playa" pero "siempre se destaca por comprar muchas excursiones de interés cultural, como una visita al Museo Dalí de Figueres (Girona) o a Barcelona".