La vivienda costera mantiene su atractivo como inversión

Ni los elevados precios ni la incertidumbre generada por la amenaza de guerra frenan el turismo residencial en el Mediterráneo, donde únicamente Baleares da muestras de recesión, a causa de su fuerte dependencia del mercado alemán. Los expertos creen que la vivienda turística aún es una gran opción para los inversores. La crisis internacional ha provocado que las familias aplacen las reservas hoteleras para el verano, pero no impide que compren segundas viviendas. Y esto ocurre tanto en España como en el resto de Europa. Desde el sector se explica el fenómeno porque una guerra en Oriente Próximo sería un hecho con consecuencias a corto plazo, 'mientras que la inversión en vivienda turística es a largo', argumenta Vicente Rubio, de la oficina de Aguirre & Newman en la Costa del Sol. Al sector incluso le preocupa más una súbita recuperación de las Bolsas, que animaría a recoger las plusvalías en vivienda para reinvertir en renta variable. A pesar de la incertidumbre actual la inversión en vivienda turística se considera una opción segura. 'Ya no se puede ser tan alegre como antes, el comprador no puede precipitarse. Hay que buscar buenas ubicaciones y buenos proyectos', recomienda José Manuel Peidró, director de la división de residencial de CB Richard Ellis. Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios, admite que es casi imposible lograr rentabilidades anuales del 30% como hace un par de años. 'No hay chollos, pero sí oportunidades'. En este sentido, apunta dos alternativas: zonas emergentes, con mucho recorrido aún en precios, pero también más riesgo, como Murcia y Almería, o puntos consolidados y reconocidos internacionalmente, como Marbella. A este respecto, desde la consultora inmobiliaria Aguirre & Newman pronostican que este año el precio de la vivienda turística aún aumentará entre un 10% y un 15%. La percepción general es que el sector sigue igual que hace un año. O sea, sufre una ligera desaceleración motivada por los altos precios, pero la oferta crece a gran ritmo en la Comunidad Valenciana, Murcia y Costa del Sol, gracias a la potente demanda española, británica y, en menor medida, escandinava e irlandesa. En Cataluña, sin embargo, la escasez de oferta tanto en Costa Brava (Girona) como en Costa Dorada (Tarragona) origina que las nuevas promociones de vivienda que aparecen sean absorbidas rápidamente por la demanda del mercado. 'El pasado año comercializamos el 70% de una promoción de 150 viviendas que estábamos construyendo en Roses (Girona) antes de que estuviera lista', indica Francesc Mora, director general de la red comercial catalana Ceigrup Inmobiliaria. El mercado de segunda residencia catalán, tradicionalmente en manos de británicos, franceses y alemanes, está cambiando gracias al interés de compra de las familias españolas. 'Se ha producido un crecimiento de la demanda de zaragozanos y madrileños, que tradicionalmente se trasladaban hacia Levante', explica Mora, si bien las viviendas más caras son adquiridas por extranjeros. Y el pronóstico, según fuentes de Rustic Bisbal, operador en Costa Brava, es que la compra de vivienda tanto de primera como segunda residencia continuará al alza 'mientras la Bolsa siga bajo mínimos'. La única excepción en este panorama la marca Baleares, que sufre una importante caída, ocasionada por la crisis económica en Alemania, que ha barrido del escenario al que era el primer colectivo de compradores. De hecho, la caída del mercado alemán en el Mediterráneo ha abierto, según Francesc Mora, 'una lucha entre todos los operadores para captar la atención del mercado británico, que hasta el momento se había concentrado en la Costa del Sol'. (E.M./M.C., diario Cinco Días, 14/03/03)