Los precios de la oferta complementaria en Baleares están echando al turismo familiar

Publicada 14/04/03
Los precios de la oferta complementaria en Baleares están echando al turismo familiar
Los turoperadores insisten en que los precios de la oferta complementaria con los que se encuentran los visitantes cuando llegan a disfrutar de sus vacaciones en Baleares son excesivos. Por esta circunstancia, las familias, principales clientes de las agencias, se retraen a la hora de elegir Mallorca como su destino. "Los clientes no presentan quejas ante el turoperador"-explica Toni Gibert, portavoz de la división británica de Thomas Cook-, "simplemente, compara los precios y los paga". Gibert destaca que cuando se aborda este asunto siempre sale a colación el coste de alquiler de las hamacas, las sombrillas y las consumiciones en los chiringuitos playeros. En defensa de los empresarios hosteleros alude a que quizá cobran caro porque "pagan mucho" a la Administración y por los productos que ofertan, en los que influye el hecho de la insularidad. Otra de las razones que esgrime Gibert es que "deben salvar la temporada en apenas cinco meses para pagar los permisos y los impuestos" de sus negocios.
Los turoperadores insisten en que los precios de la oferta complementaria con los que se encuentran los visitantes cuando llegan a disfrutar de sus vacaciones en Baleares son excesivos. Por esta circunstancia, las familias, principales clientes de las agencias, se retraen a la hora de elegir Mallorca como su destino. "Los clientes no presentan quejas ante el turoperador"-explica Toni Gibert, portavoz de la división británica de Thomas Cook-, "simplemente, compara los precios y los paga". Gibert destaca que cuando se aborda este asunto siempre sale a colación el coste de alquiler de las hamacas, las sombrillas y las consumiciones en los chiringuitos playeros. En defensa de los empresarios hosteleros alude a que quizá cobran caro porque "pagan mucho" a la Administración y por los productos que ofertan, en los que influye el hecho de la insularidad. Otra de las razones que esgrime Gibert es que "deben salvar la temporada en apenas cinco meses para pagar los permisos y los impuestos" de sus negocios. Para el representante de Thomas Cook, los excesos en los precios de la oferta complementaria retraen "sobre todo a las familias. Fueron la gran baja durante el año pasado". Este tipo de cliente tiene en cuenta que los gastos los debe multiplicar por tres, cuatro o cinco miembros. En el mismo sentido se expresa Carlos Fuster, de Alltours Flugreisen: "El mercado de las islas son las familias y las echamos en falta". La principal reclamación a la que se enfrenta el tour operador alemán es que "la oferta complementaria es excesivamente cara. En comparación, los precios de los hoteles son más baratos". Como muestra, Fuster aporta un ejemplo: "Un hotel con pensión completa cuesta por día y persona entre 25-35 euros en la isla, frente a los 18-24 euros que vale en Bulgaria". "Siempre comentamos que Mallorca es un destino caro", indica Juan Carlos Alía, de TUI. "La culpa no es de los hoteles, sino que el conjunto de la oferta complementaria encarece el destino". Hasta la implantación de la moneda única, los turistas alemanes estaban acostumbrados a irse de vacaciones con la ventaja de contar con divisas y encontrarse con precios más baratos. "Ahora con el euro" -señala Fuster-, "ven que es igual de caro que en su país". Juan Carlos Alía corrobora la afirmación de su colega: "Somos un destino de temporada, pero hay productos cuyo coste es realmente abusivo". Se refiere de nuevo a la tumbona y las consumiciones de restaurantes y cafeterías. Para el presidente de la Asociación de Restauración, Antonio Gil, las quejas de los tour operadores se deben a que nos encontramos en un mal momento: "Se busca una cabeza de turco y nos ha tocado a nosotros". Gil destaca que también los turistas encuentran oferta complementaria dentro de los hoteles. "Los TTOO traen a gente a hoteles de cuatro estrellas con precios de establecimientos de dos estrellas. El paquete hotelero puede jugar más con el precio que un restaurante o un bar". Gil añade que sus representados deben dar un servicio de calidad que "muchas veces no se ofrece en el hotel". Sobre el coste de los souvenirs, el presidente de Afedeco, Pau Bellinfante, considera que no son caros debido a la gran competencia. El argumento de que la insularidad encarece el ocio en Mallorca no evita que Fuster haga una crítica: "Con los precios nos hemos aprovechado y nos seguimos aprovechando". Esta circunstancia está motivando, en opinión del portavoz de Alltours, que cada vez se venda más el 'todo incluido'. Mientras tanto, los turistas británicos que contratan tan sólo el alquiler de un apartamento evitan desayunar y almorzar en establecimientos de restauración. "Van al supermercado y por la noche cenan en una pizzería o una cafetería" afirma Toni Gibert. Antes de elegir su destino, las familias británicas calculan cuánto presupuesto les queda para gastar cada día tras abonar los gastos de alojamiento. (M.B.M., Diario de Mallorca, 13/04/03)
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