Congreso Anual del Agente de Viajes Hosteltur

"Es importante mirar la vida en perspectiva y saber que esto pasará"

Entrevista a Emilio Duró, empresario, formador, asesor y fundador de Iter Consultores

Publicada 03/10/21 -Actualizada 30/10/21 02:00h
"Es importante mirar la vida en perspectiva y saber que esto pasará"
  • "La única forma de luchar contra la adversidad es situar los temas en un contexto a largo plazo, vivimos mirando solo el presente"
  • "No somos responsables de las circunstancias de nuestra vida, pero sí de las respuestas que damos y de nuestra forma de afrontarlas"
  • "La pandemia ha sido muy dura y hemos perdido muchos seres queridos. Pero quejarnos no sirve de nada"

En marzo de 2020 el turismo se sumergió en la crisis más profunda de su historia como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Una situación que ha dañado económica y anímicamente a los empresarios y profesionales de este sector. Un año y medio después, se empieza a ver luz al final de túnel, pero sigue habiendo mucha incertidumbre. Sin embargo, a pesar de la fatiga pandémica, "es importante mirar la vida en perspectiva y saber que esto pasará, que nada es eterno", afirma el empresario Emilio Duró. Anima a valorar los problemas en el largo plazo, porque "nos hemos acostumbrado a vivir mirando solo el presente y buscando la motivación a corto plazo", añade. Socio fundador de Iter Consultores, Emilio Duró ha ocupado puestos directivos en empresas multinacionales, colabora como invitado externo en distintas universidades y escuelas de negocio y es miembro del consejo de administración de varias compañías. En la actualidad y desde hace casi 40 años trabaja como asesor, consultor y formador en destacadas empresas españolas. Además, la próxima semana participará en el Congreso Anual del Agente de Viajes que organiza Hosteltur los días 6 y 7 de octubre bajo el título de “Agente de viajes: las claves de una profesión con futuro”.

Éste es el enlace para registrarse en el Congreso:

Suele hablar de optimismo y de ilusión; trata de motivar a las personas y a las empresas. ¿Cómo está resultando esta tarea actualmente tras un año y medio de pandemia y teniendo en cuenta la grave situación económica que ha generado?

La única forma de luchar contra la adversidad es situar los temas en un contexto a largo plazo, aunque nos hemos acostumbrado a vivir mirando solo el presente y buscando la motivación a corto plazo. Es importante mirar la vida en perspectiva y saber que esto pasará, que nada es eterno, que objetivamente vivimos en el mejor de los mundos, que como decía un sabio anónimo 'no te preocupes demasiado por la vida, ya que nadie sale vivo de ella'. Tenemos que centrarnos en lo importante y no en lo secundario, los problemas en la vida son muchas veces emocionales y no racionales, debemos afrontar lo que se puede hacer y no el pasado que no se puede cambiar. No somos responsables de las circunstancias de nuestra vida, pero sí de las respuestas que damos y de nuestra forma de afrontarlas…

Viktor Frankl, que estuvo en un campo de concentración nazi decía que ‘al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio camino.

¿Saldremos reforzados?

Como comentaba Albert Espinosa [escritor, guionista y cineasta], estos tiempos de 'paro forzoso' son regalos que nos da la vida para reordenarla, fijar prioridades, leer libros positivos, hacer actos de bondad, reunirnos con gente optimista… Y si hacemos estos 'deberes', cuando esto pase, el universo nos recompensará.

De ésta saldremos, seguro, y lo importante es no perder el estado de ánimo, salir reforzados y con alegría. Tenemos que ser capaces de vencer el miedo (principal enemigo del éxito y de la felicidad) y ser capaces de dormir sin miedo y despertar sin angustias

Estoy teniendo la suerte de tener más trabajo que nunca intentando ayudar a las personas que me lo piden a sacar lo mejor de sí mismas. Siempre digo que el valor se necesita cuando las cosas van mal, cuando van bien lo tenemos todos.

Emilio Duró Pamies es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE). Máster en Administración de Empresas por ESADE.

Va a participar en el Congreso Anual del Agente de Viajes de Hosteltur y, como sabe, el turismo es uno de los sectores más damnificados por la crisis sanitaria. ¿Qué han de tener en cuenta los empresarios y profesionales de este sector para recuperar la ilusión y la confianza?

Todos conocemos personas que, haciendo el mismo trabajo, unas lo disfrutan y ven oportunidades y otras solo se quejan. La mente es un buscador muy potente. Nuestra mente es muy poderosa, cuando la llenamos de pensamientos positivos, nuestra vida empieza a cambiar. Vemos lo que buscamos y no vemos mucho de lo que no estamos buscando a pesar de que está allí... Nuestra experiencia del mundo está muy influenciada por el lugar donde ponemos nuestra atención.

Lo que pido a las personas es que no se quejen y que no se rindan. Que se rodeen de personas optimistas, con pasión, que trabajen duro y que tengan conocimientos (no vale ser un tonto motivado)

¿Cómo influye el estado de ánimo?

Durante años he podido comprobar que mis estados de ánimo influyen directamente en mis resultados. Por lo tanto, tenemos que desarrollar hábitos emocionales positivos para contrarrestar las constantes noticias negativas que nos llegan. Vivimos en un mundo triste. Por cada emoción positiva hay 21 emociones negativas. No es un dato bueno, pero es la realidad.

Somos lo que pensamos. Si queremos cambiar nuestra vida tenemos que cambiar nuestra forma de pensar

Los encuentros virtuales han sido una constante durante la pandemia y aún siguen estando muy presentes, sobre todo en el mundo empresarial. ¿Cree que esta situación marcará un antes y un después en la manera de relacionarnos?

Los encuentros virtuales tienen muchas ventajas. Pero no podemos dejar de tocarnos, abrazarnos… Somos seres sociales. Un estudio reciente de la universidad de Michigan nos dice que las personas que más rinden y viven más años tienen dos grandes características. La primera: que no viven solas. La segunda: que tienen una vida social activa. Al final las personas felices y optimistas rinden mucho más que las personas pesimistas. Y el optimismo se basa en hacer la vida maravillosa a los demás. Aún no somos autómatas y necesitamos emociones y sentirnos queridos.

¿Qué enseñanzas se pueden extraer de la pandemia?

La pandemia ha sido muy dura y hemos perdido muchos seres queridos. Pero quejarnos no sirve de nada. Todo lo que tenemos nos ha sido dado. Personalmente no he hecho ningún mérito para nacer diferente a un niño que nace con discapacidades. Por lo tanto, aquellas personas que me lean y sean capaces de tener una visión positiva de la vida, tienen la obligación de transmitirla a los demás. De no ser egoístas.

La pandemia me ha enseñado que soy frágil, que la vida cambia un martes a las tres de la tarde cuando menos lo esperas, que soy mortal, que deseo controlar la vida y la vida luego hace lo que quiere. Y sobre todo que lo único importante es cuanto he amado

La pandemia también ha puesto de manifiesto que somos una sociedad solidaria. Muchas personas han ayudado a los mayores y más necesitadas, también muchos hoteles se convirtieron en hospitales o colaboraron con los sanitarios durante ese tiempo. ¿La adversidad contribuye a sacar lo mejor del ser humano?

Gracias, gracias, gracias. Pero estas personas que ayudan constantemente a los demás son egoístas y han descubierto que ‘cuanto más dan, más reciben’. Sin duda el éxito está en dar y ‘amar’ a los demás. La felicidad no está ni en el dinero ni en el poder. Nunca se ha visto un féretro seguido de un camión de mudanzas. La felicidad viene de dar, de hacer la vida maravillosa a los que nos rodean, de tener un sentido de trascendencia en la vida.

Creo que, últimamente, hemos desarrollado al hombre mirándolo desde abajo; atribuyendo, a mi entender, una importancia desmesurada a lo instintivo. Pero hay que mirar al ser humano desde arriba. El sentido de la vida no es un dato objetivo, sino la culminación de un proyecto personal, algo que se elabora libre y racionalmente. Si no pudiéramos trascender lo biológico y social, seríamos simples autómatas.

Lleva más de 30 años en el mundo empresarial, como consultor, asesor y formador. ¿Cree que ha evolucionado la manera de gestionar y valorar el éxito en este tiempo?

Claro. Me he dado cuenta de que hay tantas realidades como personas que las viven, que no hay verdades absolutas, que el ego nos hace infelices, que todos somos muy parecidos y pasamos por las mismas etapas en la vida (por lo que podemos y debemos aprender de los demás), que todos buscamos dar un sentido a nuestra vida…

También he comprobado que el cambio más importante para el ser humano ha sido el incremento de la esperanza de vida. Vivimos el doble de lo que vivíamos hace 100 años. Por eso deseo terminar con las conclusiones de un libro que me ha fascinado donde se pregunta, a personas de más de 100 años, de qué se arrepienten de su vida. Son respuestas muy interesantes para reflexionar, nos dicen que, si volviesen a nacer:

  • Desearían haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a sí mismos y no la vida que otros esperaban de ellos
  • Les gustaría no haber trabajado tanto a costa de la familia y la salud
  • Les gustaría haber tenido el coraje de expresar más sus sentimientos
  • Les gustaría haber mantenido el contacto con sus amigos y familiares
  • Les gustaría haber sido más felices

Hace tiempo me dieron un consejo que me sirvió: 'sigue siendo un niño, sigue soñando y no te vayas a dormir con deudas pendientes'. Igual les sirve. Para mí, lo importante no es portarse bien, lo importante es ser bueno.

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