Fueron investigados y despedidos a la llegada de Zurab Pololikashvili a la Secretaría General

La OMT tendrá que indemnizar a dos funcionarios despedidos sumariamente

La indemnización es de 200.000 euros para el director de Administración y Finanzas y de 280.000 euros para la jefa del Programa de Tecnologías de la Información y la Comunicación

Publicada 30/11/22 -Actualizada 25/12/22 02:02h
La OMT tendrá que indemnizar a dos funcionarios despedidos sumariamente

El Tribunal Administrativo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, ha fallado en contra de la OMT por haber despedido sumariamente a dos altos funcionarios, el director de Administración y Finanzas y la jefa del Programa de Tecnologías de la Información y la Comunicación, en 2018. La investigación contra los dos funcionarios fue iniciada a la llegada de Zurab Pololikashvili a la Secretaría General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en enero de 2018, pero se centra en el trabajo de ambos funcionarios bajo el mandato del ex secretario general Taleb Rifai. El Tribunal da la razón a los dos despedidos y condena a la OMT a pagarles una indemnización de 200.000 y 280.000 euros, respectivamente, “por daños materiales”, según recoge la sentencia, que da un plazo de 30 días desde la publicación de la misma para efectuar el pago.

En ambos casos, los hechos investigados por la OMT y que son objeto primero de suspensión de empleo con y sin sueldo, y posteriormente, del despido sumario de los dos funcionarios, uno español y la otra, mexicana, tuvieron lugar antes de la llegada de Zurab Pololikashvili a la Secretaría General, cuando el máximo responsable de la OMT era Taleb Rifai.

Pololikashvili tomó posesión del cargo el 1 de enero de 2018, en febrero empezó la investigación y a principios de mayo ya tenía contra los funcionarios "suficientes hechos básicos" que indicaban una "conducta insatisfactoria", y les informaba de que por la "gravedad de las acusaciones" podía contemplarse su despido sumario. La funcionaria fue suspendida de empleo con sueldo y posteriormente despedida sumariamente en julio, mientras que el funcionario fue suspendido de empleo con sueldo, luego de empleo sin sueldo y finalmente, despedido sumariamente en agosto con efectos retroactivos al 16 de mayo.

Despido sumario tras 27 años

En el caso de la jefa de Tecnologías, que llevaba 27 años de servicio, los hechos que constituían, según la OMT, una "conducta insatisfactoria" y eran "contrarios a las normas aplicables", habían tenido lugar entre 2009 y 2018. Tras decidir suspenderla de empleo con sueldo mientras durase el proceso, el 13 de julio de 2018 el Secretario General le comunicó su decisión de despedirla sumariamente porque "había pruebas amplias e inequívocas" que sostenían que era culpable de un "incumplimiento grave" de los estándares de conducta del Servicio Civil Internacional, poniendo ella a la OMT en un "repetido riesgo legal, financiero y reputacional de beneficiar a terceras partes".

Pololikashvili le dio tres días para que dimitiera voluntariamente y así "irse con un expediente limpio" tras 27 años de servicio, según recoge el Tribunal

En opinión del Secretario General Pololikashvili, las pruebas contra ella eran "abrumadoras e inequívocas" de que había "dispensado un trato preferencial a algunos proveedores e información interna confidencial sin revelar que había un conflicto de intereses".

Hechos ocurridos bajo el mandato de Rifai

El ex secretario general de la OMT, Taleb Rifai, bajo cuyo mandato habían sucedido los hechos que se le imputaban a la funcionaria, aportó dos testimonios escritos, recordado que “la demandante no es acusada de apropiarse de recursos de la OMT", y añadiendo que "ninguno de los hechos aportados contra la demandante constituye, en mi punto de vista, una mala conducta que pueda acabar en despido sumario”. Rifai explicó tanto a la OMT como al Tribunal que, según su punto de vista, para gestionar una organización pequeña, prefería “enfocarse en los resultados y no necesariamente en los procedimientos o los procesos”, intentando facilitar procedimientos burocráticos.

“En el caso de la demandante, no puedo apreciar mala conducta en los hechos que tuvieron lugar bajo mi mandato. Debo claramente decir que esas acciones fueron llevadas a cabo con mi total conocimiento y aprobación. Por eso, encuentro muy extraño que se culpe a esta oficial de poner la organización en riesgo de malversación de fondos, cuando simplemente llevaba a cabo las instrucciones del Secretario General, o de su Director, bajo mi supervisión, cosa que realicé bajo mi autoridad. Si, por lo tanto, alguien tiene dudas sobre algunas de las decisiones tomadas durante mi mandato como secretario general, soy yo y solamente yo quien tiene que responderlas, y no el profesional que llevó a cabo mis instrucciones, y estoy perfectamente dispuesto a hacerlo”, declaró Rifai.

Taleb Rifai también se ofreció a aportar más detalles de cada uno de los cargos de que era culpada la demandante, pero nunca se le pidió hacerlo por parte de la OMT

Tanto el Comité Paritario de Recursos (Joint Appeals Committee, JAC), órgano interno de la OMT, como Zurab Pololikashvili consideraron "proporcional" el despido sumario, revisaron las pruebas aportadas por el ex secretario general Taleb Rifai y las rechazaron.

Sin embargo, el Tribunal considera que “la decisión del secretario general de no prestar importancia a las pruebas aportadas por Mr. R [Taleb Rifai] fue un serio error en la decisión de despedir sumariamente a la demandante”.

Así pues, el Tribunal reconoce el derecho de la demandante a que se le restituya “la pérdida de ingresos y las pérdidas asociadas desde el momento de su separación [del servicio] hasta la fecha en que se habría jubilado a la edad de 65 años, en septiembre de 2025”. Igualmente, tiene derecho a recibir una compensación por los daños morales por el “indudable trauma y la angustia asociada” por su “despido sumario ilegal después de 27 años de servicio en la OMT”, de 280.000 euros.

Suspensión de empleo y sueldo y despido sumario ilegales

En el caso del director de Administración y Finanzas, el Tribunal considera ilegal tanto la decisión del secretario general de suspenderle de empleo y sueldo como la decisión del secretario general adjunto, actuando en delegación de autoridad del secretario general, de despedirle sumariamente. Aunque esa decisión le fue comunicada el 1 de agosto, el despido con efectos retroactivos era efectivo desde el 16 de mayo de 2018.

El Tribunal reconoce que este caso es muy parecido al anterior, con la salvedad de que este funcionario fue primero suspendido de empleo con sueldo, para luego serlo de empleo y sueldo antes de ser despedido sumariamente

El Tribunal considera que el cambio de estatus de la suspensión fue ilegal y solamente justificado por la "irritación considerable" del secretario general Pololikashvili ante la conducta del demandante, que estando de baja médica, y además suspendido de empleo con sueldo, no atendía a los requerimientos de la organización. El Tribunal considera que “está bastante claro que la alteración de los términos de la suspensión fue simplemente una sanción por la conducta criticada. Esto no provee ninguna base legal para esa decisión, que queda rechazada” y considera ilegal la decisión de suspenderle de empleo y sueldo.

En cuanto al despido sumario, también rechazado por el Tribunal, el caso es muy parecido al de la jefa de Informática, cuyo trabajo estaba bajo la supervisión del director de Administración y Finanzas y del decretario deneral Taleb Rifai, en el momento en que se produjeron los hechos.

El testimonio de Rifai, rechazado por la OMT

También en este caso, a pesar de que Rifai se puso a disposición de la OMT para detallar más su testimonio, "nunca fue entrevistado", concluye el Tribunal, ya que la organización consideró que su testimonio no era imparcial, puesto que "evidentemente estaba ofendido personalmente por lo que consideraba un ataque a su mandato", según opinó el secretario general adjunto en un escrito oficial. Así pues, bajo esta premisa, el testimonio de Rifai no fue considerado en ningún momento por la OMT como fiable y objetivo, y fue rechazado.

El Tribunal considera que el secretario general adjunto -en quien Pololikashvili había delegado su autoridad- cometió un error al no prestar atención a las pruebas aportadas por Taleb Rifai, un testimonio que desechó, dice el Tribunal, "perentoriamente por motivos insostenibles”. Esto fue un “defecto grave” en la decisión de despedir sumariamente al demandante.

Circunstancias atenuantes

En los dos casos el Tribunal acepta como circunstancias atenuantes que los hechos motivo de las sanciones fuesen conocidos por el ex secretario general Taleb Rifai, tuviesen lugar bajo su dirección y supervisión, y constituyeran una forma de funcionamiento que había sido avalada por el Consejo Ejecutivo y la Asamblea General "tanto programáticamente como financieramente", según testificó Rifai y recoge el Tribunal.

El director de Administración y Finanzas pedía “su sueldo perdido, incluido salario, beneficios y emolumentos desde el 16 de mayo de 2018 hasta la fecha de su jubilación, con intereses”. Finalmente, el Tribunal ha sentenciado que la OMT deberá abonarle 200.000 euros.

En este enlace pueden descargarse las sentencias completas o bien sus extractos en francés y en inglés (final de la página 2 y principios de la 3 de esta web de la OIT).

Aquí puede descargarse las sentencias completas, en inglés:

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