El turismo residencial dispara los precios de la vivienda en la Costa Blanca

La gran demanda de viviendas turísticas debido al relanzamiento que ha experimentado en los últimos tres años el turismo residencial en la Costa Blanca ha disparado los precios de bungalows, chalés y apartamentos construidos en la franja costera, independientemente de que la vivienda se ubique en primera, segunda o tercera línea de playa. Los promotores calculan que el precio medio del metro cuadrado construido en la costa alcanzará a final de este año los 2.000 euros, cifra que representa un 40% más de lo que costaba hace tres años. Los precios máximos se pagarán en localidades eminentemente turísticas como Benidorm, donde actualmente se paga ya a 2.700 euros -450.000 pesetas- el metro cuadrado de una vivienda de segunda mano en primera línea de la playa de Levante. Cien empresas de la provincia y Murcia -entre las que se encuentran punteras como Murcia Puchades, Prasa o el grupo Ballester- participan desde mañana en el recinto ferial de IFA -Torrellano- en la feria «Eres Costa Blanca», que se anuncia como la primera feria inmobiliaria que se celebra en la provincia y que nace con el objetivo de convertirse en un referente para el sector inmobiliario. En la muestra -que cuenta con el respaldo de Provia- se pondrán a la venta unas cinco mil viviendas repartidas por toda la Costa Blanca y Murcia y que cubren prácticamente todos los segmentos de la oferta: desde el chalet de lujo al apartamento de una habitación. Los organizadores han cuidado hasta el último detalle y aparte de las ponencias sobre el sector de la vivienda, los visitantes podrán practicar deportes como el golf, en un campo simulado de 900 metros cuadrados. La «casa del futuro» -reproducción del interior de una vivienda con todos los adelantos domóticos- será otra de las atracciones. La Costa Blanca se ha convertido junto a la Costa del Sol -Málaga- en las dos zonas de España más atractivas para la inversión inmobiliaria extranjera. La situación, que ha provocado incluso el desarrollo de localidades del interior que estaban condenadas a la despoblación, ha tenido también un efecto negativo como es el alza de los precios. Los promotores sostienen que la única posibilidad para estabilizar la situación es que se genere más suelo urbano. (F.J.B., 04/06/03)