Air Berlin: el principal problema de Canarias es la distancia, no las tasas de Aena

El director general de Air Berlin en España, Álvaro Middelmann, considera que el principal impedimento que tienen las aerolíneas de bajo coste para volar a Canarias es la distancia, pues las tasas de los aeropuertos no son significativas en el conjunto de parámetros que se deben ponderar. Middelmann considera "aventurado" que una compañía se plantee realizar este tipo de operaciones entre puntos cuya distancia supere las dos horas y media de vuelo, y Canarias, apuntó, dista unas cinco de Centro Europa. "Honestamente, el tema de las tasas tiene importancia, pero no significativa", subrayó ante el debate suscitado por la petición para que Aena rebaje sus precios en las Islas y la posibilidad de que se construyan aeródromos privados. Middelmann explicó que "difícilmente se le puede sacar un rendimiento razonable" a vuelos de cinco horas, aunque sí considera posibles los vuelos low cost entre la Península y Canarias, porque apenas superan las dos horas y media. El directivo de la aerolínea germana apuesta por negociar o subvencionar a las aerolíneas que operan con Canarias para que amplíen su oferta a pasajeros individuales, lo que considera "bastante más sensato", pues el coste que debe soportar un vuelo de bajo coste a Canarias "no estaría nunca en relación con el beneficio". En cualquier caso, invitó a los empresarios a reflexionar sobre la idoneidad de atraer compañías de bajo coste, pues en su opinión es un "error" toda vez que transportan, fundamentalmente, clientes de menor poder adquisitivo. Middelmann agregó que Air Berlin ha sido encuadrada en los grupos de bajo coste, pero afirma que el término induce a error y considera más apropiado denominarla de precios bajos, que es la tendencia de muchas aerolíneas, incluidas Iberia o British Airways. Recordó que los vuelos de bajo coste ofrecen únicamente el transporte aéreo sin otros servicios añadidos y criticó que se confunda al consumidor con viajes, por ejemplo, a Barcelona cuando en realidad vuelan a Gerona o a cualquier otro aeropuerto de segunda o tercera categoría. "Creo que hay que hacer un ejercicio serio de análisis de lo que se quiere hacer", concluyó Middelmann, quien duda que la solución sea "reducir la categoría de los aeropuertos".