Las operaciones de seguridad favorecerán la inversión en el sector, según el ministro de Turismo

El Gobierno mexicano puso en marcha a finales de diciembre una ofensiva militar y policial en el estado occidental de Michoacán, la ciudad de Tijuana, fronteriza con San Diego (California) y otras regiones del país para tratar de contener una ola de "narco-violencia" que en 2006 dejó más de 2.000 muertos. En el sureño estado de Guerrero, donde se encuentra la ciudad de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, ha habido una movilización de tropas que hasta la fecha permanecen acuarteladas. Según Elizondo, México "es una nación sólida con plena vigencia del Estado de Derecho, con garantías y certezas de seguridad para los turistas, en especial para las inversiones nacionales y extranjeras" y añadió que ante las dudas sobre la seguridad de México "debemos responder desde la convicción (...) del pueblo y del Gobierno para derrotar a la criminalidad, y promover a México como uno de los mejores destinos de inversión en el mundo". El presidente Calderón ha colocado al turismo como una de las prioridades de su mandato (2006-2012) para tratar de estimular la llegada de nuevos capitales hacia el país. El ministro anunció también la próxima creación de un Instituto para la Investigación y la Planeación Integral y un Programa de Apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) Turísticas.