Los planes de crecimiento de grandes cadenas a través de la adquisición de hoteles independientes y pequeñas cadenas se está encontrando con la resistencia de muchos de estos profesionales, que defienden su negocio con armas en las que el tamaño no es lo importante: la fidelización y la calidad.
Para los hoteleros más modestos la fidelización, tanto del cliente final, como de los empleados, es esencial, según los profesionales consultados por HOSTELTUR. En el caso del cliente interno, los independientes cuentan con la ventaja de la cercanía, y valoran significativamente la motivación del personal del hotel con la finalidad de que se sienta involucrado en la empresa.
Por otro lado, la calidad y la especialización del producto, así como conseguir un establecimiento con una marcada personalidad, son factores a potenciar en este tipo de hoteles. Como dice el director del Palacio de Cutre, la importancia de este aspecto queda reflejada en el esfuerzo de las grandes cadenas en crear productos especializados a través de la multiplicación de marcas, mimetizándose con algunos aspectos de la hotelería tradicional.
Pero no son sólo las grandes marcas las que han aprendido de los hoteleros independientes, éstos también se han dado cuenta de que en algunos de los métodos de gestión de los gigantes pueden encontrar un arma para resistir su avance. La mecanización de los procesos de gestión, la implantación de técnicas de Revenue Management, o el uso de la red para comunicar y comercializar, son sólo algunas de las opciones que les permitirán mantenerse en el mercado.
Carlos Álvarez (hoteles@hosteltur.com)
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