Los consumidores confían en la buena marcha de su propio bolsillo pero recelan de la economía del país

La respuesta de Antonia Pablo, jefa del departamento de estudios del ICO, es que "los consumidores son más optimistas de cara al futuro que mirando hacia atrás". El indicador de confianza del consumidor (ICC) está compuesto por dos indicadores parciales. De una parte, el que mide la situación actual, de otra, el que se refiere a las expectativas. El primero hace referencia a los seis meses previos al momento de efectuar la encuesta. El segundo a los seis meses posteriores. Y siempre se realiza el mismo panel de preguntas. A los encuestados, 1.000 consumidores cada mes de las distintas provincias, se les hacen seis preguntas, tres sobre la situación actual y seis sobre las expectativas de futuro. Las tres primeras se plantean así: ¿Cómo ve la economía actual del país: mejor, peor o igual que hace seis meses? Lo mismo se plantea con la economía familiar y el mercado laboral. Las tres siguientes son: ¿Cómo cree que va a estar dentro de seis meses la economía del país: mejor, peor o igual? De igual forma que sobre la economía familiar y el mercado laboral. Además se realizan cuatro preguntas sobre las expectativas, a un año, de cómo creen que van a estar los tipos de interés, la inflación, sus planes de ahorro y sus planes de consumo de bienes duraderos. Con estas preguntas se ahonda en las posibilidades mayores o menores de consumo que tendrán los ciudadanos a un año vista y, así, poder interpretar mejor los datos que aporta el ICC. Pues bien, como explica Antonia Pablo, hay una constante "que se mantienen a lo largo de la historia del ICC, desde su creación en septiembre de 2004, y es que el indicador de expectativas siempre ha estado por encima del indicador de situación actual". De hecho, en numerosas ocasiones el indicador parcial de expectativas futuras ha superado o rozado el 100. Mientras que el indicador de situación actual se ha mantenido por debajo, y año a año ha ido disminuyendo, hasta alcanzar en el último estudio 59,6 puntos, la media trimestral más baja hasta el momento. Sin embargo, las expectativas de futuro han obtenido en el primer trimestre de 2008 una puntuación de 87,6, superior en cuatro puntos al indicador parcial del trimestre anterior. La media de ambos indicadores parciales obtuvo, a pesar de este repunte, 73,6 puntos, el ICC más bajo desde el inicio de este índice. En cuanto a las preguntas suplementarias, en febrero de este año la percepción de la economía familiar estuvo por encima del 100. En general, en esta cuestión concreta "ha habido una mayoría de ocasiones en las que los consumidores responden favorablemente", comenta Antonia Pablo. ¿Cuál es la interpretación de estos datos? La respuesta es que los españoles "de lo que tienen más información tiene mejor opinión, como es de su propia economía, que conocen bien. Tienen mejores expectativas sobre su economía, como si no fuéramos parte de la economía general". Influido por las noticias "La opinión del consumidor", explica Antonia Pablo, "está muy influida por las noticias del momento, está muy influida por los medios de comunicación. No somos necesariamente economistas, expertos. Las noticias hablan de la crisis internacional, la subida del petróleo ?que, además, sienten directamente en sus bolsillos-, la subida del euro ?que, aunque valga para el orgullo patrio- es perjudicial para la economía del país porque reduce las exportaciones. Después de un mes escuchando estas noticias es lógico que, al preguntarle, el consumidor diga que sí, que la economía ha empeorado en los últimos meses". El ambiente generado por esta lluvia de informaciones económicas negativas repercute de manera importante sobre el "ánimo" del ciudadano. A pesar de que, en cuanto a su economía familiar, sigan manteniendo cierto optimismo. Parece que se evidencia una interrelación entre el pesimismo/optimismo del consumidor y su consumo/ahorro real. "Cuanto más animado está, cuando tiene una mejor valoración de la situación económica general y familiar, entonces mejora el consumo". "Es con ese ánimo", continua Antonia Pablo, "con el que vamos a comprar". Es lógico que el ICC baje dada la desaceleración económica actual. Hasta la fecha el ICC "ha tenido muy buena vida, ha vivido una luna de miel" porque se ha desarrollado durante una buena racha para la economía española. Comparativa con otros países europeos Equiparar los indicadores con otros países europeos es imposible pues las variables y el tipo de preguntas son diferentes en cada caso. Desde ICO recomiendan que la observación se realice con referencia a varios meses para identificar diferencias. En Alemania, por ejemplo, su índice de confianza ?elaborado por Ifo- se ha situado en abril en 102, 4 puntos, su peor marca desde 2006. Y en los últimos seis meses había bajado. Similar es el descenso en la confianza de los ciudadanos ingleses, que en marzo pasado disminuía hasta los 77 puntos ?un punto menos que en febrero-la cifra más baja desde que se creó el indicador en 2004. Sin embargo, la Unión Europea realiza un estudio que sí puede valer para hacer comparaciones entre Estados. La Comisión Europea utiliza la misma metodología que el ICO. En comparación, "todos los países europeos estamos cayendo al igual que otros países, por un entorno muy concreto". En abril la CE concedió a España un índice de confianza de -25. Mientras que la media de la zona euro se mantuvo en el -12. Carolina Sánchez Velasco (economia@hosteltur.com)