¿Hasta dónde creen algunos Empresarios y Directores de Hotel de nuevo cuño, que pueden maltratar a sus clientes?
23 febrero, 2013 (09:43:59)Como profesional del turismo, Director de Hotel durante muchos años, he leído con estupor y avergonzado lo que ciertas empresas hoteleras y ¿¿¿Directores de Hotel???, se permiten hacer con sus clientes, al ver lo publicado en www.02b.com en el artículo “Orizonia siembra el caos” y “Orizonia deja atrapados a varios clientes” publicados por Ramón Roca el pasado 16/02 cuando escribe en el primero:
“Atrapados
La gran mayoría de los turistas retenidos en sus destinos son jóvenes universitarios que aprovechaban unos días para celebrar el ecuador de la carrera. Los hoteles en los que están hospedados les exigen el pago de la estancia antes de abandonar el país, a pesar de que ya la abonaron a la agencia.
Entre los afectados se encuentran una treintena de jóvenes españoles en Riviera Maya. Son estudiantes de Fisioterapia de la Universidad Rey Juan Carlos I de Alcorcón (Madrid). Tienen que pagar unos 1.000 dólares cada uno de ellos. Además, a una quincena de estudiantes de Derecho de la Universidad Complutense también les ha pasado lo mismo en Punta Cana, informa El Mundo.
Precaución
Los hoteles se defienden de un posible impago por parte de Orizonia. A pesar de que las mayoristas del grupo (sobre todo Sol Plan e Iberojet) ya han cobrado a los clientes la estancia, los establecimientos no se fían y exigen cobrar el servicio prestado. Normalmente, Orizonia abona a sus proveedores a los 90 días. No quieren quedarse sin el dinero.”
Y en el segundo
“Retenidos en el hotel
Además, el problema no es sólo para los que iban a viajar, sino para los que ya están en destino. Hay hoteles que están exigiendo el pago de la estancia a los clientes. Estos, que ya han abonado todo el viaje, se ven en la obligación de tener que repagar su estancia si quieren regresar a España.
Los establecimientos están reteniendo a algunos españoles en el extranjero. Es el caso de 14 estudiantes de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Se encuentran atrapados en un resort en Punta Cana (República Dominicana). Viajaban con Sol Plan, uno de los touroperadores de Orizonia.”
A mi juicio, la actitud que se desprende de los párrafos anteriores, podría ser constitutiva de más de una figura delictiva, ¿Cómo es posible que a una persona que ha pagado sus servicios a un intermediario que ha contratado con el hotel, y a quien ese hotel le concede crédito, se permite chantajear a los clientes que le ha enviado ese intermediario, con la amenaza de no dejarle salir del país al que ha ido en viaje vacacional o de negocios, y que han pagado sus servicios previamente, ante la posibilidad de que ese intermediario pueda no pagarles esos servicios?
En ampliación al título de este post, diría a los directores que hayan actuado de esa guisa, que no se escuden en órdenes recibidas de sus empresas, porque tal escusa solo demostraría que NO SON DIRECTORES, sino simples empleados administrativos sin opinión propia, figura incompatible con la de Director.
Con los actuales medios tecnológicos, esos hoteleros podrían haber tenido ingresado en sus cuentas el montante de los servicios a las 24 horas, de que los hubiera pagado el cliente, normalmente con muchos días de antelación al viaje, por lo que no se puede entender:
Las cifras que se relacionan en el post de Chema Herrero Orizonia: Un nuevo golpe al sector turístico, en el que he publicado en comentario #1 mi pensamiento con respecto a la sobrevaloración que se hace de las titulaciones académicas, si juzgamos por los resultados de muchas grandes empresas con gestores respaldados por esas titulaciones
Por qué el hotelero no condiciona la confirmación de la prestación de los servicios al pago previo de los mismos por parte del intermediario, dado que éste ya se los ha cobrado al cliente, y si el hotelero no lo ha condicionado, ¿No sería la simple exigencia de volver a pagar los servicios antes de salir del país, un presunto chantaje, y la posible pretensión de impedir la salida del cliente, caso de hacerse por parte del hotel, una detención ilegal e incluso una figura cercana al secuestro?
¿Qué sentido tiene pagar altas comisiones por los servicios de intermediación, y además conceder un crédito absolutamente temerario a quién cobra los servicios por adelantado?
¿Hasta dónde van a seguir los hoteleros cediendo el control y la comercialización de sus negocios a terceros, sin garantía alguna del buen fin de esa cesión?
Si lo que se ha escrito en los artículos de 02b.com, fuese consecuencia de lo que se enseña, o quizá fuese mejor expresado de lo que no se enseña en las Universidades y en tantos Máster de alto coste, como estudian los nuevos profesionales del sector, en la idea de que eso les cualifica para dirigir hoteles o cualquier otro tipo de empresas turísticas, como Juanma Barea en su post Pensando en mejorar, me preguntaría por la idoneidad de la formación turística que se imparte en este país.
Porque si eso es lo que se enseña a nuestros jóvenes, bien podrían ahorrar a sus padres el dinero que les están costando los estudios universitarios y los máster, porqué con esa formación no van a aprender a dirigir hoteles, ni agencias de viajes, ni cualquier otra actividad turística.
Mi recomendación, si fuese verdad que es eso lo que les enseñan, es que cojan la maleta y vayan a darse una vuelta por el mundo, hagan turismo al mismo tiempo que trabajan, no es necesario que permanezcan mucho tiempo en el mismo lugar, ni en la misma empresa, lo más necesario es que aprovechen esos viajes, para al mismo tiempo que aprenden idiomas, costumbres y gustos de quienes podrán ser sus futuros clientes, traten de analizar con espíritu crítico, las formas de hacer de los sitios que visiten o en los que trabajen, para que cada experiencia sea un paso adelante en una formación integral y polivalente, siendo más importante que aprendan a distinguir entre lo que no aceptarían como clientes, y todo aquello por lo que estarían dispuestos a pagar más, que aprender “cómo se hacen las cosas”, porque eso último es algo que van a comprobar cómo cambia de unos países y establecimientos a otros, y en el futuro, su futuro, casi con seguridad que lo tendrán que hacer de otra forma, porque para bajar precios, perder dinero arruinando empresas y dejar sin empleo a miles de trabajadores, no debiera ser necesario pasar por la universidad, eso lo puede hacer cualquiera sin titulación alguna, lo único que podría pasar, es que tardase más tiempo en conseguirlo.
Quiero suponer que en las carreras de derecho, empresariales y económicas o en los grados y master de turismo, no se enseña a los futuros directivos de agencias de viajes, que es lícito dedicar el dinero que los clientes les han abonado para el pago de sus vacaciones, para financiar la expansión de su empresa, o a los futuros directivos hoteleros, a que si cuando lleguen a Dirigir un Hotel quieren tener clientes, van a tener que pagar comisiones del 20% o el 30% y aún superiores, a unos intermediarios que cobrarán a sus clientes al contado rabioso para formalizarles la reserva, y luego les pagarán a ellos a 90 días en el mejor de los casos, porque podrá haber momentos en los que no cobrarán, o lo harán transcurridos varios años y con una sustanciosa quita.
Para triunfar en cualquier negocio, se debe aprender a pensar, y pensar que por mucho que crean que saben, por bien que crean que hacen las cosas, es seguro que tendrán por delante un amplio campo de maniobra para mejorar, y conseguir esas mejoras es su mejor salvoconducto al éxito.
Buenos son los títulos académicos, a ninguno le va a sobrar un máster en su currículum, pero en la mayoría de casos, si bien le van a servir para abrir alguna puerta, no le garantizarán el éxito, si esos títulos académicos no están respaldados por una amplia experiencia de base, que le permita definir las estrategias más apropiadas a garantizar los objetivos empresariales.
Oigo con demasiada frecuencia el “mantra” de que las cosas han cambiado, de que hoy no se puede hacer otra cosa, cuando el verdadero “mantra” lo que realmente puede liberar la mente, y no caer en las trampas de los incompetentes y las verdades a medias de los escasos de honradez, es la constatación de que todo, en todo momento, se puede hacer de otra forma, y que lo que verdaderamente lleva al triunfo, es esa capacidad que todos pueden tener de hacer las cosas de una forma diferente, si piensan y trabajan con honestidad.
Siempre me habían dicho que en un hotel turístico de sol y playa, no se podría tener éxito, sin el concurso de los tour operadores, para poder tener altos niveles de ocupación, y he conseguido trabajar en algún gran hotel con un esquema de ocupación en el que una gran mayoría eran clientes directos que abonaban un 25% para confirmar la reserva y el 75% restante antes de la entrada en el hotel, en otros hoteles con altos niveles de ocupación y con pérdidas o insuficiente resultado antes de hacerme cargo de los mismos, he tenido que diseñar una estrategia enfocada a reducir la ocupación, y en más de un caso las ventas, para poder ganar dinero, y en mis negociaciones con tour operadores al hacerme cargo de esos establecimientos, en todos los casos he rebajado los cupos que tenían antes de mi llegada, y en algún caso he llegado a prescindir de algún operador, que no aceptaba las condiciones de contratación, y siempre he tratado de que no hubiese ningún operador ni nacionalidad dominante, el resultado siempre ha sido mejor de lo que se había previsto, con los cambios de estrategia comercial, desde el primer ejercicio económico.
Así que de acuerdo con el slogan de Obama en su primera campaña electoral en 2008, no dudéis en creer en aquel “YES, WE CAN”, porque lo único cierto es que SI SE PUEDE hacer de otra manera, con ética y rentabilidad económica y social.
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.