La crisis del turismo
7 febrero, 2013 (20:28:40)La crisis del turismo
Voy a trasladar a este post, un informe que escribí para una determinada empresa en el año 1.990, dicha empresa era una corporación de derecho público tutelada por el estado, que era propietaria de un gran hotel en la costa mediterránea, por si el contenido de dicho informe nos sirve para pensar un poco sobre la realidad de nuestro turismo.
Aquel informe escrito hace ya más de 22 años, decía así:
ASUNTO: CRISIS SECTOR TURÍSTICO 1.990
A lo largo de los dos últimos años, se ha ido creando una psicosis de crisis turística, que está empezando a convertirse en realidad, como consecuencia de circunstancias varias, que vienen a incidir en una situación que ha venido agravándose a lo largo de los 15 años anteriores, desde el inicio de la primera crisis energética.
Los precios de venta de los productos turísticos, han sido muy dispares, siendo generalmente bajos y poco rentables los básicos: Pensión en los hoteles turísticos de tour operadores, y a veces excesivamente caros en los servicios complementarios: bares, salas de fiestas, restaurante, souvenirs, excursiones, etc.
A lo anterior ha de unirse la apreciación de la moneda española frente a la mayor parte de las monedas de los países que suministran los turistas extranjeros, creándose anualmente un diferencial cada vez más difícil de soportar por las clases sociales que nos visitan a través de tour operador.
Si a todo lo anterior se suma la baja calidad de la mayor parte de los servicios que se ofertan: pérdida de la antigua simpatía del servicio, mala calidad de productos y escasa o nula atención a las más elementales demandas de los clientes; junto con la aparición de nuevos mercados turísticos, en los que se pueden encontrar las virtudes que tenía el servicio español de los años sesenta o primeros del setenta, en países con precios baratos, salarios bajos y deseos de servir que parece hemos perdido nosotros, nos encontramos con el resultado actual, lógico dadas las circunstancias que dan lugar al mismo.
Por la situación del mercado nacional, podemos detectar que los principales problemas, se sufren en las zonas turísticas de clientela principalmente de tour operadores, habiéndose potenciado el turismo del norte de España, donde los hoteles son más caros y gozan de mejor calidad de servicio que aquellos puramente turísticos; lo cual nos indica claramente, que existe un sector de mercado dispuesto a pagar, si la relación calidad precio es adecuada, pero que buscará nuevos horizontes si no se adecuan los parámetros de calidad y precio.
Siendo el precio un elemento importante a la hora de tomar la decisión de donde pasar unas vacaciones, puede llegar a darse la circunstancia de que el cliente no acepte precios, por bajos que éstos sean que respondan a una calidad de servicios tan baja, que haga bueno el dicho castellano de “regalado es caro”. Hemos de considerar que el futuro estará en manos de aquellas empresas que a través de una buena gestión económica, consiga ofrecer buenos productos a precios razonables, por lo que cada vez será más necesario llegar a los más escondidos deseos de los clientes, intentando averiguar que tipo de servicios le resultan más gratificantes, y está dispuesto a pagar por ellos, mejor que por otros; reduciendo costes de servicio, energéticos, de mantenimiento y de materias primas, a través de una cuidada gestión administrativa y un fuerte control, lo que puede permitirnos mantener buenos servicios a precios razonables.
En la situación de XXXXXXXXX, nos encontramos cara a conseguir esta situación, en una realidad dual, que juega tanto a favor como en contra:
a) No existen los problemas financieros típicos de cualquier empresa privada, pero la rigidez presupuestaria y las obligaciones administrativas, pueden anular la ventaja anterior.
b) Hay problemas de gestión y control empresarial, que al quedar supeditados a la gestión administrativa, son imposibles de atender.
c) En situaciones determinadas, falta la necesaria agilidad de la industria privada, para adaptarse a las circunstancias que marca el mercado.
d) El hecho de ser una corporación de derecho público tutelada por el estado, dificulta la toma de decisiones de tipo puramente empresarial, que sería necesario tomar con rapidez, en una economía en crisis, y por tanto con necesidad de adaptarse a un mercado altamente competitivo de forma inmediata.
Cuando en el punto a) se dice “No existen los problemas financieros típicos de cualquier empresa privada”, estamos hablando de una ventaja indiscutible de nuestra empresa, que queda limitada por cuanto esa financiación, no viene luego marcada por criterios puramente empresariales, si no que está sujeta a las posibilidades de coyuntura económica y política de un presupuesto del estado; para el que las circunstancias XXXXXXXXX es una gota de agua en un océano, y por tanto tiene una importancia solamente relativa; peso a lo cual, ha de reconocerse un gran esfuerzo financiero a lo largo de los últimos años, que permite que en estos momentos XXXXXXXXX se encuentre en una situación bastante aceptable para remontar la crisis, aun cuando es ahora precisamente, cuando más se notan las faltas o carencias, que como establecimiento turístico tiene, tanto en medios materiales, como en calidad o cantidad de los medios humanos disponibles.
La existencia de una plantilla de casi 90 personas fijas, la mayoría con antigüedad de quince años a partir de 1.991, y con unos derechos adquiridos que hacen que el coste social sea aproximadamente un 50% más alto que el de los establecimientos turísticos de temporada, en la cuenta mes a mes, pero que al afectar esas 90 personas a unos seis meses de escasa rentabilidad, hacen que dicho coste social se distorsione sobre el equivalente de otras empresas del sector hasta un 75% o 80% de aumento, haciendo muy difícil la competitividad de nuestra empresa, más cuando tal encarecimiento viene generado por derechos adquiridos sin práctica contrapartida de productividad alguna, generando solamente una situación de agravio comparativo para los trabajadores de temporada, que trabajan más y cobran menos.
Con lo señalado en el párrafo anterior, no se pretende decir que los ingresos de tales trabajadores sean altos, si no que la productividad es baja, y como consecuencia de “derechos adquiridos” no admiten cambios en sus situaciones laborales que permitan mejorar dicha productividad.
En estos momentos con una competencia del sector privado, que podríamos considerar “brutal”, ya que se está llegando a ofrecer precios de alrededor de 1.000 ptas., día en pensión completa, en hoteles que han quedado fuera del programa INSERSO; precios basados en una prácticamente nula calidad de servicios y especialmente con alimentación escasa y de baja calidad en la mayoría de los casos, hace pensar que pudiera ser una buena estrategia comercial, caso de no consolidarse una situación de cooperación institucional con el INSERSO u otros organismos, el hacer una retirada temporal, intentando un acuerdo con los trabajadores, que permitiera el cierre de octubre a marzo, manteniéndose durante dos o tres años esta situación, tiempo que considero preciso para que vaya clarificándose el actual mercado turístico nacional.
La circunstancia actual con retroceso de los mercados extranjeros tradicionales, especialmente ingleses y alemanes, ha llevado las ofertas degradadas en servicio y precio al mercado nacional, presentadas con gran agresividad por parte de muchas empresas, cuyos “comerciales” están constantemente en el mercado; sin embargo, considerando que la situación es coyuntural, y que la apertura de los estados del ESTE será durante dos o tres años atractiva, especialmente para la clientela alemana; estos países necesitarán mucho más tiempo para encontrarse en condiciones de suplir la oferta española, que por otra parte se ira reduciendo a lo largo de los próximos años, pudiendo considerarse que en circunstancias normales, el punto de inflexión de las tendencias, pudiera encontrarse pasados tres años; ya que de acuerdo con los análisis efectuados y traspolando las situaciones de otras crisis conocidas, hemos de imaginar un deterioro de la situación actual a lo largo de 1.991 y 1.992, llegando a su punto culminante en 1.993, en que considero desaparecerán o cambiarán de titularidad o fin social, parte de las empresas turísticas, que se mantengan precariamente durante los dos próximos años, esperando un milagro económico en 1.992/93.
Considero por tanto, que a partir de 1.994/95 se relanzará el mercado en nivel más alto del actual, por cuanto los niveles de menor poder adquisitivo se moverán en los mercados emergentes, tanto a nivel nacional como internacional, manteniéndose la situación interior en base a la atención a sectores sociales amplios, que han generado un nivel de vida y confort, que no hará fácilmente asumible la oferta de nuevos mercados, más que a nivel anecdótico, probando uno o dos años, en circuitos o vacaciones exóticos, pero en los que la falta de seguridad, sanidad y servicios lúdicos en general, en definitiva, el menor confort que dichos mercados van a dar, comparado con el mercado español, esperemos que ya regenerado, harán que sea prácticamente insustituible nuestra oferta, tanto a nivel interior como exterior.
Es por todo ello importante, ir mejorando de forma paulatina, instalaciones y equipo humano, consiguiendo cada vez una mayor comunión de ideas, entre empresa y trabajadores, comunicando directrices claras y coherentes, que hagan confiar en el futuro y sentir orgullo de la labor que se está realizando.
……………….., a 10 de diciembre de 1.990
Cuando vuelvo a leer aquel informe me doy cuenta de que me equivoque en mi apreciación de la situación, al pensar que aquella crisis, podría regenerar el deterioro de la gestión hotelera, y sobre todo que llegaría a enseñarnos a comercializar nuestro turismo, dadas las enseñanzas que nos iba dando el mercado, con no menos de una crisis cada década.
Sin embargo debo reconocer que tras sesenta años de un turismo, que nos ha sacado del subdesarrollo, por lo que puede detectarse de la situación actual del mismo, con nuestras más emblemáticas empresas turísticas, en muy precaria situación financiera, con algunas de ellas a punto de la suspensión de pagos, cuando no en práctica quiebra técnica, por no hablar de las ya quebradas y con alguno de sus responsables en la cárcel, no se ha aprendido a comercializar y mucho menos a gestionar nuestro turismo.
Si más de cincuenta y siete millones de turistas, en un país con diez millones menos de habitantes, que convierte a España en el país del mundo con más turistas por habitante, hacen necesario que nuestro empresariado necesite pedir un año tras otro, mas ayudas y subvenciones del estado para promocionar el turismo, algo debe haber que no se está haciendo bien.
Y pregunto una vez más, como ya lo he hecho en alguna otra ocasión, señores hoteleros:
¿Con los precios que cobran y el servicio que ofrecen, serían ustedes clientes de su hotel?
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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