¿Qué busca el príncipe Carlos de Inglaterra en Transilvania?
17 octubre, 2011 (13:49:24)Gran parte de los turistas extranjeros que visitan mi país, Rumania, vienen buscando al personaje de la novela de Bram Stocker, Dracula, y al príncipe que lo ha inspirado, Vlad el Empalador. Pero pocos hubieran podido imaginar que el famoso príncipe rumano va atraer también otra clase de turistas. ¿Cómo? Pues a través de su más conocido descendiente, el príncipe Carlos de Inglaterra.
Desde hace varios años ya, que Carlos de Inglaterra, visita cada año Rumania e incluso ha comprado varias propiedades en Transilvania y es propietario de una casa rural en un pueblo. También ha creado una fundación, que lleva el nombre del poeta nacional rumano, Mihai Eminescu, que se encarga de la restauración y conservación del patrimonio de varios pueblos de Transilvania. El príncipe también se involucra activamente en la promoción de Rumania, como bien lo demuestra este trailer de un documental que será emitido el 30 de octubre en el Travel Channel. El documental se llama Wild Carpathia, y presenta los Cárpatos como el último paisaje medieval del mundo.
Hay varios indicios que en este documental se intenta promocionar Transilvania. ¿Tendrá algo que ver el ministerio turismo rumano con este documental? La verdad es que el documental cuadra con la nueva estrategia del ministerio de turismo, el último eslogan de promoción siendo “Visita el jardín de los Cárpatos.” ¿Habrá invertido dinero el Carlos de Inglaterra en el documental? Quien sabe…
Este amor que el príncipe Carlos siente por Tansilvania, ha atraído también a personajes curiosos ingleses. Uno de ellos, es el famoso decorador de interiores, Nicholas Halsam, que ha comprado una casa en un pueblo remoto de Transilvania para vivir.
¿Pero que está buscando esta gente en Transilvania? Y aunque para muchos rumanos es incomprensible, están buscando los pueblos perdidos de esta región, una vida anclada en el pasado de sus habitantes, la naturaleza poco alterada por los hombres y la tranquilidad. Los rumanos nos quejamos de la falta de infraestructura, del avance lento del país, del poco desarrollo de los pueblos que no tienen lo más indispensable para muchos de nosotros para vivir una cómoda vida. Justo ese lento avance ha hecho que los pueblo srumanos guarden costumbres ancestrales y un modo de vida que ya se ha perdido en muchos países de Europa. Es una cara de Rumania, que los rumanos no suelen querer mostrar al mundo. Pero resulta que hay mucha gente que es justo lo que quiere ver y vivir una experiencia así. Y por suerte hay gente, como el príncipe Carlos, que la están ensañando al resto del mundo.
Post publicado también en mi blog.
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