Comportamiento para revalorizar un espacio
22 octubre, 2013 (12:46:47)Revalorizar una zona decadente o no, en mi primer lugar, consiste en tener una mente predispuesta a entender la situación del mercado, la realidad contemporánea, el concepto espacio-tiempo y la diferencia entre valor- precio.
Dicho esto vamos a matizar este planteamiento poco heterodoxo. Un producto o servicio no se mide por su precio sino por su rentabilidad. Este planteamiento se contrapone con la mentalidad arcaica e ilusoria de cierta parte del sector hostelero que exige la fórmula de las tres B (bueno, bonito y barato) añadiéndole la palabra rapidez. Obviamente esta fórmula no es una utopía siempre y cuando se tenga otro significado de estos conceptos diferentes a la masa social.
Todo resultado no llega de un día para otro, la espera es un factor a tener en cuenta para obtener un porcentaje de acierto más elevado. Si se acepta la espera, el producto puede ofrecer una mayor calidad indistintamente del precio. No hay que tener prisa simplemente ser consciente que toda buena elaboración requiere de un tiempo determinado. El valor es lo que decreta el precio.
Una vez aclarado los ojos en cómo se mira el futuro, vamos a pasar en la manera cómo se puede revalorizar un espacio. En primer lugar se tiene que comprender la necesidad del cambio (porque debemos cambiar y como debemos cambiar). Una ayuda imprescindible es la colaboración de todas las partes implicadas, es decir, trabajo en equipo. Es importante compartir el conocimiento sino la obra puede perder valor. Con esto digerido se tiene que realizar un análisis profundo que responda a la pregunta “¿Qué quiere mi público objetivo que yo le ofrezca?”.
¿Qué quiere mi público objetivo que yo le ofrezca?
Siempre teniendo como premisa “el estudio del mercado es algo incesante y persistente”, se ha de saber cuáles son los objetivos que se quieren conseguir. Posteriormente se estudia una serie de alternativas posibles y no limitarse a una sola, por decreto de la economía y del tiempo, porque seguramente será la que menos perdure. Con la elección correcta se busca las ubicaciones en el espacio. Se hace un estudio de la zona, se piensa en el cliente y en las nuevas tendencias, y se determina que elemento corresponde a cada sitio, haciendo hincapié en el factor inimitable.
A continuación se pasa a la segunda fase. Se proyecta y se dibuja lo que a la postre suscitará el interés de nuestro público objetivo. Muy importante son las correcciones que puedan aportar al proyecto más precisión y determinación. Por último solo queda la construcción del proyecto.
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