¿Para qué sirve el turismo, a pesar de la ausencia de planificación y estrategia?

Los que llevamos tiempo, trabajando en este sector a veces nos preguntamos para que vale, en especial, cuando socialmente se sigue viendo esta actividad, como marginal, donde la calidad del capital humano, está ligeramente desprestigiada y no digamos los emprendedores y las microempresas.

Es cierto, que existe un espacio profesional, laboral, empresarial y del sector público, que está casado con lo paupérrimo, pero eso no implica que el conjunto haya de serlo.

Parece, que la memoria falla y que en muchos sitios, el turismo ha conseguido dinamizar la economía rural, donde ya no quedaban alternativas de desarrollo o donde el patrimonio, estaba en su fase agónica sin futuro visible.

Es cierto que la ausencia generalizada de planificación y de estrategia, cuestión todavía muy actual, ha logrado la promoción de una miopía en el liderazgo, pero no quiere decir que no exista un potencial de lideres con capacidad de reinventar dicha actividad y digo reinventar, porque en mi opinión, no queda otra si se quieren resultados diferentes.

Es aburrido, repetir lo mismo y escuchar lamentos, pero sin sonidos. Pero cuando el turismo se va, la incidencia en la economía local es muy alta, perjudicando su desarrollo.

Lanzando una lanza positiva, para valorar los impactos positivos del turismo en las zonas rurales y naturales, recomiendo el ejercicio de calcular, como sería un territorio, si ahora le quitásemos esa actividad o bien le restásemos esa expectativa de desarrollo a los destinos emergentes?

Ahora bien, entendiendo el turismo, como herramienta para conseguir el desarrollo local, incluyendo la mejora de la calidad de vida local y la preservación del patrimonio natural, social y cultural. Pero repito el turismo, como una de las herramientas o motores para este impulso y nunca como un objetivo, per se, error muy generalizado en la política turística local.

Un cordial saludo,

Arturo Crosby