CRM (del de toda la vida)
10 noviembre, 2008 (23:44:08)Hoy, echándole mi vistazo diario a Marketing Directo, he leido un post-reflexión que quiero compartir con vosotros, y que trataba indirectamente el celebérrimo tema CRM.
El autor recurre al cada vez menos frecuente (por desgracia) buen hacer de un camarero de los buenos, de los que aplican el mejor CRM que yo personalmente conozco.
Cada vez las empresas (hoteles, AAVV, etc) gastan mayores cantidades de dinero en comprar información en un mundo sobreinformado, hasta tal punto que, como afirmó en su día Walter Wriston (ex presidente de Citybank), "la información sobre el dinero vale más que el dinero en si."
Sin embargo, la camarera "del bar de al lado de mi casa" me saluda por mi nombre, sabe que voy a tomar para beber dependiendo de la hora (y como lo tomo...), o de quien vaya acompañado, y por supuesto sabe que tapa prefiero de entre todas las disponibles, sirviéndome una tras otra (con discreción para no resultar impertinente, pero con seguridad absoluta) y siempre por riguroso orden de mis preferencias, siempre que hay mas de una consumición.
Y gracias a eso ha conseguido fidelizarme, y aumentar una clientela muy satisfecha, y todo ésto sin gastar un solo euro en programas ni en cuestionarios, ni tampoco seguramente en estudios especializados... únicamente mostrando interés por su trabajo, por las personas, y por extensión por la empresa que le paga un sueldo (es camarera, no dueña).
En ésta sociedad cada vez más veloz, estresada e individualista, ¿cuantos clientes se fidelizarían si estuviésemos dispuestos a abrir las orejas (o los ojos en el caso de internet 2.0) y aprendiésemos a escuchar a nuestros clientes?
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