Los museos en el turismo cultural
1 octubre, 2018 (17:36:30)Por Yadur González
En las últimas décadas, el turismo ha sido considerado como uno de los principales instrumentos de desarrollo a nivel internacional debido a que ordena, dentro de su ámbito recursos, tanto humanos como financieros, de servicios y materiales, con una amplia diversidad de efectos en diferentes niveles: políticos, sociales, culturales y económicos. La Organización Mundial del Turismo (2018) tiende a definirlo como “un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia habitual por motivos personales o de negocios/profesionales”. En la actualidad, el turismo es incluso reconocido como una necesidad y un derecho para todo ser humano tanto para su ocio y recreación, como para el desarrollo económico de determinadas poblaciones y latitudes, dejando a un lado la concepción de tratarse como una actividad exclusiva para personas con tiempo libre y recursos económicos cuantiosos.
Dentro de la denominada industria turística existe una vertiente de consumo de servicios que tiene su origen en lo cultural. Es ahí en donde se encuentran el patrimonio, las lenguas, los hábitos, costumbres y tradiciones, o las manifestaciones creativas, por citar algunos ejemplos, que dan a la experiencia del viaje una dimensión más amplia. Este tipo de turismo es importante para dar a conocer el patrimonio cultural de cada lugar y propiciar el desarrollo de sus habitantes, aunque también se trata de una actividad difícil de equilibrar ya que debe tomar en cuenta la necesidad de preservar la riqueza cultural de los pueblos, garantizar el respeto a sus tradiciones y recursos, así como propiciar la interculturalidad. El consumo cultural significa, por lo tanto, un factor importante en la economía de los países. Su dinamismo y transformación han contribuido a desplegar una diversificación y sofisticación de servicios que han permitido un trascendental desarrollo en puntos geográficos estratégicos.
Dado que el concepto de cultura está fuertemente vinculado a una idea de patrimonio, su relación con el turismo ha dado como resultado el turismo cultural, un fenómeno social que tiene como elemento distintivo la referencia al conjunto de procesos culturales y sus expresiones, sean tangibles o intangibles, entre las que se encuentran la arquitectura, la historia, las artes o las tradiciones, por mencionar tan sólo algunos aspectos de esta tipología turística. El turismo cultural que comprende el interés por recursos arqueológicos, gastronómicos, patrimoniales, artísticos, paisajísticos, etc., debe contar, por tanto, con una oferta cuya infraestructura incluya ciudades históricas, monumentos, arquitectura, sitios arqueológicos, programación de eventos artísticos, rutas e itinerarios culturales y, por supuesto, museos. Por lo anterior la Association for Tourism and Leisure Education (ATLAS) define el turismo cultural como el “movimiento de personas fuera de su lugar de residencia con la intención de obtener nueva información y experiencia para satisfacer sus necesidades culturales”.
Desde esta perspectiva, y debido a que juegan un papel decisivo en la elección de los destinos a visitar, los museos son considerados factores potenciales para el desarrollo del turismo cultural, dotando de un dinamismo a la industria que se refleja en diferentes perspectivas. La asistencia a los 20 museos más importantes en el mundo durante el 2017, por ejemplo, mostró un aumento del 0,2% con 108 millones de visitantes en total. El Louvre de París tuvo una importante recuperación después de los atentados del 2015 de esta ciudad, recibiendo 8,1 millones de visitantes en 2017, un 10 % más que el año anterior. El Museo Nacional de China en Beijing, que había desplazado al Museo del Louvre en 2016, ha quedado en el segundo lugar, con 8 millones de visitantes. Mientras que el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York empataron en el tercer puesto, con 7 millones de visitantes cada uno en 2017.
Es significativo señalar que ha sido también el turismo lo que ha propiciado determinados cambios en la función de los museos dentro de la sociedad y, por otra parte, han sido igualmente los museos los que han favorecido la creación de una opción turística paralela al entretenimiento, razón por la cual el Consejo Internacional de Museos (ICOM) en su definición de Museo del 2007 hace una puntual referencia a la función social de los mismos, entendiéndolos como “toda institución permanente, sin fines de lucro y al servicio de la sociedad y su desarrollo, que es accesible al público y acopia, conserva, investiga, difunde y expone el patrimonio material e inmaterial de los pueblos y su entorno para que sea estudiado y eduque y deleite al público”. En este sentido Ostelea School of Toursim & Hospitality, a través de sus diferentes programas de formación, intenta dotar a sus estudiantes de los elementos teóricos y prácticos suficientes que les permitan enfrentar los nuevos retos del turismo cultural a nivel internacional acorde a las necesidades de la sociedad contemporánea.
Fuentes:
TEA/AECOM, 2017
Statista, 2018.
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