La libertad de volar
17 julio, 2019 (10:21:25)Las patronales del sector turístico y sus lobbies se oponen a cualquier tipo de restricción a las corrientes turísticas. La patronal de Baleares, con motivo de la disputa sobre los cruceros ya ha expresado su oposición a cualquier limitación o imposición fiscal, al igual que la de Canarias ante la posibilidad de que el nuevo Gobierno imponga una tasa sobre pernoctaciones. Los argumentos suelen ser económicos: la importancia del turismo, la pérdida de competitividad y, recientemente, con la tasa francesa al transporte aéreo y el surgimiento del movimiento “vergüenza a volar “, consecuencia ambas de la creciente preocupación con el medio ambiente, con dos argumentos que aparentemente son sólidos, pero alejados de la realidad.
El primero, léase cruceros, o transporte aéreo, es que generan un porcentaje mínimo de los gases nocivos y que además las empresas están haciendo esfuerzos para mejorar la eficacia medioambiental de barcos y aviones. La segunda es que tasas, impuestos, e incluso movimientos ciudadanos suponen limitaciones al derecho a viajar que tanto trabajo ha costado obtener.
Tengo la impresión de que no están captando las tendencias a favor de una mayor protección de nuestro mundo. Cuando señalan que antes deberían preocuparse de otras actividades que contaminan más se olvidan de que ya se están preocupando. El movimiento británico “ Extintion Rebelion “ se centra en el uso de las energías renovables , la Green Agenda de Alexandria Ocasio Cortez pretende que la protección medioambiental tenga lugar a través de todas las políticas y la propia Greta Thunberg se ha lanzado al movimiento “Flygscam “ como una más , solo una más, de las propuestas.
Los verdes han tenido resultados magníficos en las recientes elecciones europeas, además de que ya son poderosos en países como Suecia y Alemania. En Europa nadie se atrevería a decir que oponerse a tasas mediambientales es defender la libertad de viajar porque la respuesta inmediata es que más importante es el derecho a vivir.
Tan concienciada esta la sociedad europea que hasta la clase política conservadora se ha enterado. La Presidenta electa de la Comisión, la democristiana Ursula Von Der Leyen ha presentado su programa ante el Parlamento europeo con el objetivo de conseguir que en 2050 Europa sea un Continente neutral, que no emita más sustancias contaminante que las que pueda absorber .Para financiar los inmensos recursos necesarios, un billón de euros, quiere convertir al poderoso y desconocido Banco Europeo de Inversiones, al que controla la Comisión, en un Banco Climático.
Señalo’ también que todos los sectores económicos que contaminen, entre los que citó expresamente la aviación y el transporte marítimo, tendrán que contribuir, para lo que propondrá nuevos impuestos.
Un programa verde en toda regla pero también un reconocimiento del aire político que se respira en Europa. Aun así el Jefe de los verdes en el Parlamento Europeo, Philippe Lamberts señalo que aunque era un progreso importante no dejaba de ser insuficiente.
Estoy esperando que un eurodiputado o un periodista diga que las propuestas de Von Der Leyen significan una limitación a la libertad de viajar.
Mejor harían nuestros empresarios y lobbies en ponerse al frente de la manifestación con propuestas claras- algunas ya hay, como las de Paradores, Iberia o la Patronal Hotelera de Tenerife-y las Administraciones impulsando las normativas adecuadas, no sea que de repente nos encontremos con que esos poderosos movimientos empiecen a proponer boicots a aquellas empresas o países que no tengan un programa de protección del medio ambiente que se considere adecuado.
Hay una magnífica oportunidad para convertir la amenaza en oportunidad. En vez de oponerse a las tasas e impuestos ambientales, que en España son de los más bajos de Europa- deberían luchar en favor del objetivo finalista de los fondos recaudados y solicitar mejoras en las líneas de crédito para financiar los proyectos de en favor de la eficiencia energética por ejemplo.
Si España se promueve como un país “ Eco Firendly “ en materia de turismo-, por supuesto después de haber hecho los deberes- nos montaríamos sobre la ola medioambiental en vez de recibirla a pie firme y con el riego de que nos tumbe.
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