Estoy convencido totalmente que no ser sostenible es muy caro, cuesta mucho y ya no es solo tenerlo en cuenta como un pensamiento a largo o medio plazo, sino a corto también.Quizás existe un estereotipo que solo las grandes cadenas hoteleras, pueden aplicar políticas de sostenibilidad, tanto por su visibilidad, que erróneamente se asocia al marketing de ventas, como por posibles costes de inversión y gasto.
Es más que evidente que la demanda especialmente europea y norteamericana, cada vez está más segura de su apuesta por un turismo más verde y sostenible y por tanto sus expectativas son más exigentes, de tal forma que aunque ciertos segmentos de mercado sean algo incrédulos, si quieren obtener los beneficios de confortabilidad, salud y bienestar que les aporta los alojamientos que aplican sostenibilidad.
..Quiero ponerles dos casos que he conocido recientemente y me han llamado la atención porque demuestran que ser sostenible es rentable
Por eso, quiero ponerles dos casos que he conocido recientemente y me han llamado la atención porque demuestran precisamente lo que acabo de mencionarles, en los que ser sostenible es rentable, y favorece la competitividad porque la clientela obtiene lo que espera y curiosamente, hoy en día, este imagen se asocia mucho mas a una oferta de calidad turística. Véase estos dos ejemplos de un camping de 5 estrellas y un hotel de 4, ambos ubicados en la provincia de Tarragona, cercanos precisamente a un especio verde emblemático en la Península Ibérica como es el Delta del Ebro.
El Camping Playa de Montroig resort, está localizado en la Costa Dourada, muy cerca de la ciudad de Tarragona, los viñedos del priorato y en la tierra de los arroces, lo que sin duda además le ayuda a tener una oferta gastronómica mediterránea, realmente increíble y saludable, que es precisamente la que promueven en su espacio de restauración.Antes de nada comentarles, que este camping-resort, además de su zona para tiendas y caravanas, tiene también una de cabañas y este año además están incorporando un modelo de cabaña que responde al concepto de economía circular, ya que se aprovechan antiguos contendedores de transporte marítimo, convirtiéndolos en alojamientos de lujo (Pueden ver las imágenes).Pero probablemente lo que más llama la atención es el entorno natural que se ha creado en el resort, con un microclima increíble que permite tener una temperatura ideal todo el año, pero más aun en verano, debido al ecosistema formado por unos 4.000 arboles (leñosas) en sus 25 Ha de terreno, lo que supone una densidad de unos 160 plantas por hectárea.
Esto sin duda además de ser un bio-regulador de la temperatura (24h/día), genera una micro atmosfera más saludable y claro también contribuye a ser un centro emisor de O2 y receptor de CO2 así como logra mejorar el nivel de nutrientes del suelo y a la vez provoca una sensación de bienestar verde, donde los alojamientos están mimetizados con su entorno.
Si bien no se habla de eco-resort, lo cierto es que tienen una política de gestión de residuos donde se promueve el reciclaje del vidrio, cartón y plástico, aunque como muchos trata de evitar este ultimo.El consumo de agua y electricidad se gestiona de forma muy eficiente tanto por riego de goteo y grifería como por foto-sensores, que permiten un consumo mucho más eficaz. También las piscinas, que son un elemento clave en su animación, tienen cloración salina, que unido al uso de productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente, logran ese objetivo de reciclaje e integración en el entorno.Y algo muy positivo es el cuidado de su entorno natural, base de atracción de sus visitantes.
Es decir cuidan de su playa recogiendo la basura diariamente, que disminuyo bastante, desde que se quitaron las papeleras.
Muy cerca de Playa de Montroig en pleno paseo marítimo del municipio de Salou, se encuentra el Hotel Blaumar, que es otro ejemplo de buenas prácticas ambientales.Si bien existen muchos ejemplos en el mundo hotelero de sostenibilidad con más o menos rigor y con certificados o sellos ambientales, éste hotel los tiene. Son muy eficaces a la hora de gestionar mas rentablemente el hotel, pero no para promoción y ventas, tema que suelen confundirse.El hotel Blaumar, además de toda una serie de certificaciones ambientales, tiene una política empresarial que se traduce en una serie de medidas visibles, porque algo que me gusta es su programa de formación y concienciación con los empleados (Algo que ya en el 1992, lo propuse con el manual de mejoras ecológicas para su hotel) y su comunicación con los clientes, incluyendo encuestas de satisfacción y cumplimiento especificas, que sin eso, el sistema no funcionaria y no habría resultados.En cualquier hotel, como en casa, existe un despilfarro de agua tremendo, que se torna más crítico en entornos como la cuenca del Mediterráneo ante la actual crisis climática.
El consumo medio de un huésped según el EMAS, debería ser de unos 140l./pernoctación, y este hotel a través de un diseño de gestión de grifos, como temporizadores, células fotoeléctricas, etc. (Un aumento de presión hace que se necesite menos caudal de agua y al mismo tiempo se percibe la misma sensación, pero se ahorra hasta más del 40% de agua) está logrando acercarse. O también tener una limpieza de fregado plano con mopa húmeda de habitaciones y edificio reduce un 60% el consumo de agua.
A nivel energético se está consiguiendo unos resultados más eficientes, por todas las medidas en las habitaciones, como en el resto de la edificación.(Iluminación con temporizador en aseos comunes; programador centralizado de encendido y apagado en luces de terrazas de todas las habitaciones del hotel y zonas exteriores, etc. y claro sustitución de todo por bombillas LED)Los nuevos amenities son eco-amigables sin parabenos ni sulfatos, que se regalan en un neceser hecho con fibras de algodón natural.
Todo debe tener un mismo hilo conductor. Quizás le falta cambiar la política de alimentación apostando mas por la bio-alimentación, cocina Km.0, y exigir la procedencia orgánica y sostenible de los alimentos.Cada vez hay más demanda turística que quiere sentirse mejor, más responsable y que mira todo con unas gafas mucho mas verdes. Sin duda su crecimiento de mercado es exponencial, mas aun con la grave crisis climática que todos padecemos.
"El tamaño no importa" sino buscar una competitividad y una mejor respuesta a una demanda cada vez mucho más verde
Y claro el hotel y el camping son equipamientos ubicados en hinterlands rurales y naturales, donde se encuentran importantes viñedos como el Camp de Tarragona, Baix Camp o los arrozales que curiosamente hay que destacar algo diferenciador, como es la elaboración del "sake" pero con arroz del Delta del Ebro, el único en Europa que usa estos granos y que realmente tiene un sabor bien conseguido.
La gestión ambiental, con la herramienta de la sostenibilidad, consigue sin duda una mayor rentabilidad en los costes operativos de un alojamiento turístico y no depende directamente del tamaño de la empresa.
"El tamaño no importa" sino buscar una competitividad y una mejor respuesta a una demanda cada vez mucho más verde, porque la salud y el bienestar debe ser un objetivo del turismo o no es así?
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