Indicios de reacción en el turismo

Si hubiera escrito este artículo ayer el tono habría sido pesimista. Hoy, sin embargo, se perciben algunos indicios que permiten cierto optimismo. En el artículo anterior de esta serie de cuatro sobre el covid-19 y el turismo se pedía una actuación inmediata de las Administraciones públicas y de las instituciones privadas. Parece que ambas están empezando a reaccionar, aunque es difícilmente entendible que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, responsable de sectores tan cruciales para la economía nacional, como el automóvil o el turismo, no forme parte del Comité de Crisis, ahora que hay que abordar la recuperación económica.

El sector privado, que quedó abrumado por la intervención de una ministra incompetente (en la materia) afirmando que hasta el próximo año la actividad turística no se reanudaría y por la falta de respuesta del Departamento que sí es responsable del sector turístico, ha empezado a reaccionar de manera efectiva tanto institucionalmente, desde EXCELTUR, CEHAT y La Mesa del Turismo, como con intervenciones de personalidades del sector que participan en foros como el celebrado recientemente con el WTTC, en el que se anunciaron iniciativas que serán fundamentales para recobrar la actividad turística, como es el de un pasaporte sanitario, apoyado también desde la OMT.

El pasaporte sanitario sería el equivalente al que ahora garantiza la seguridad ciudadana ante la amenaza terrorista o delictiva. Cubriría todas las etapas del viaje, transporte, alojamiento, restauración y retorno y, por tanto, serviría tanto para el país emisor como para el destino y para todos los proveedores de servicios que intervienen en el viaje. La dificultad es que ha de estar sujeto a su continua revisión.

Asimismo, hay que destacar la petición de CEHAT a la Administración española para que apoye ante la Unión Europea la creación de una agencia que valide y estandarice para toda la Unión los protocolos sanitarios que están diseñándose por los proveedores turísticos (líneas aéreas, hoteles, transporte terrestre y marítimo, hostelería) para garantizar la seguridad sanitaria de los viajeros.

Esta iniciativa de definir protocolos que aseguren la salud de los viajeros y que sean homogéneos ha sido recogida por la Administración turística española, que ha anunciado la convocatoria de la Conferencia Sectorial del Turismo para tratar de este tema. La experiencia del ICTE en definir estándares de calidad puede ser una buena base.

Es de esperar que estas iniciativas encuentren eco en la Unión Europea, ya que como se recogía en el primer artículo de esta serie, el único aspecto positivo de esta situación dramática del turismo es el reconocimiento de la importancia económica y social de la actividad turística en casi todos los niveles, europeo, nacional, social y de medios de comunicación, que ahora proclaman que el turismo es fundamental para la economía y para el bienestar de las sociedades europeas. La Comisión Europea al fin es consciente de que el turismo representa el 11% del PIB de la Unión Europea y ha anunciado que hasta el 25% del plan de recuperación de la economía europea estará dedicado al turismo, sector que como ya señaló la Ministra de Turismo, ha sido el primer afectado y será el último en recobrarse. Como se ha indicado en un artículo anterior, no se trata de una reconversión estructural del sector turístico, como se ha tenido que hacer con otros sectores productivos, sino de una ayuda temporal que le permita sobrevivir hasta que la pandemia permita retomar la actividad.

La Administración turística también está reaccionando en otro campo, en el de la promoción. TURESPAÑA ha elaborado un mapa de la situación de los mercados emisores y ha ofrecido en un reciente foro el punto de vista de sus Oficinas sobre cómo debe afrontarse esta tarea. Mi punto de vista es que se trata de una labor de comunicación y no de mera publicidad. El mensaje a transmitir es el de que los destinos españoles han adoptado cuantas medidas son posibles para garantizar la salud de los viajeros. Por eso es tan importante el que todo el esfuerzo anteriormente citado para definir y aplicar protocolos de seguridad sanitaria se lleven adelante en el menor tiempo posible. Partimos de un punto muy negativo: España aparece en los últimos lugares del ranking mundial en la gestión de la pandemia (Informe del Institute of Certified Management Accountans).

Por ello el éxito de la tarea de comunicación a los mercados emisores va a depender, no solamente de que la campaña se diseñe adecuadamente y se lance en el momento oportuno, sino también de que mejore decisivamente la gestión de la pandemia en un plazo breve, como han sabido hacer Grecia y Portugal, y de que se apliquen los procedimientos del sector turístico para garantizar la seguridad sanitaria de los viajeros. Solamente así se podrá generar confianza en el potencial viajero a la hora de primar un destino español frente a los de países competidores en un mercado que durante un tiempo se verá fuertemente reducido.

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