Contradicciones y paradojas
28 julio, 2020 (09:42:58)Las políticas sanitaria y turística españolas siguen llenas de contradicciones y paradojas al abordar una situación cada vez más próxima a la catástrofe. Para que esta valoración no se califique de infundada, repasemos los datos indiscutibles en que se basa.
Por lo que se refiere a la política sanitaria:
· España ha registrado en los dos últimos meses el peor nivel de Europa de nuevos brotes de la pandemia.
· La respuesta a este agravamiento de la pandemia ha sido la inacción del Gobierno, que, por un lado, ha incumplido su promesa de crear un marco jurídico alternativo para habilitar a las Comunidades Autónomas para adoptar medidas locales que afectan a derechos fundamentales, y por otro, no ha ejercitado un labor de coordinación de las CC.AA. que han actuado cada una por su cuenta como si el virus respetara fronteras regionales.
· La comunicación oficial es contradictoria. Un Presidente autonómico, del mismo color político que el Gobierno, comentaba recientemente que no se puede decir por los responsables sanitarios y de algunas CC.AA. que estamos en el comienzo de la segunda oleada de la pandemia y creer que este mensaje, amplificado por nuestros medios de comunicación, no tiene eco en los demás países europeos. El Presidente del Gobierno catalán anuncia el confinamiento total y a la vez invita a visitar Cataluña
Las consecuencias en el turismo español han sido inmediatas y directas:
· Siete países europeos han establecido restricciones a los viajes a España.
· Francia ha “aconsejado vivamente” que no se viaje a Cataluña y Aragón, lo que supone prácticamente el cierre de la frontera para muchos viajeros franceses que visitan especialmente Cataluña.
· Polonia también ha establecido restricciones a los viajes a España.
· Bélgica y Holanda han prohibido viajar a Cataluña.
· El Reino Unido, al igual que Irlanda y Noruega, ha aprovechado la coyuntura para imponer la cuarentena a los viajeros procedentes de España, incluidos sus propios nacionales. No es inapropiado suponer que el Gobierno británico tiene unas motivaciones económicas añadidas a las sanitarias, ya que su situación sanitaria no es mejor que la española. El Reino Unido se ahorra así una importante salida de divisas en un momento de graves dificultades económicas.
· Consecuentemente a la decisión del Gobierno británico, el principal turoperador, TUI, ha decidido cancelar sus operaciones desde ese mercado, y Jet 2 y EasyJet también han cancelado sus vuelos.
· Alemania está haciendo, de momento, meras recomendaciones, sobre los viajes a Cataluña.
Ante esta descripción objetiva de la situación del turismo español se han producido las siguientes reacciones:
· Las Comunidades Autónomas han adoptado la política de “sálvese quien pueda”. Baleares y Canarias quieren que el mercado turístico británico siga abierto argumentando que su situación sanitaria es mejor que en la Península.
· La Comunidad Valenciana y Andalucía estiman, como destinos importantes del turismo británico, que su situación sanitaria es mejor que la británica y que también deberían quedar exentos de la obligación de cuarentena para los turistas británicos que lo visiten.
· El destino turístico Costa del Sol ha culpado directamente al Gobierno catalán de haber provocado, por su incapacidad de gestionar los nuevos brotes de la pandemia, el cierre del mercado turístico británico.
· Galicia ha anunciado medidas que suponen condicionamientos a los viajes del resto de los españoles a esta región.
· Estas reacciones apuntan a la generación de conflictos interregionales.
¿Cabe una respuesta eficaz ante una situación que el sector turístico califica de forma general de caótica y contradictoria, y que va a suponer la pérdida de la temporada de verano y el abandono de la última esperanza de que la misma se alargara hasta el mes de octubre?
Esta respuesta pasaría necesariamente por medidas de política sanitaria y de política turística, centradas fundamentalmente, en el plano nacional en la actuación coordinadora del Gobierno en la gestión sanitaria, y, en el plano internacional, en la implantación de un sistema de test obligatorios a nivel europeo:
· Ante la multiplicación de nuevos brotes de origen externo no sólo en España (100 casos importados semanales) sino en todos los países europeos, la implantación de un sistema de test obligatorios en origen y en destino sería la única forma de salvar los viajes.
· Mientras no haya una regulación europea, la implantación de controles reales en nuestros puntos de entrada (aeropuertos). Es paradójico que empiece a diseñarse un sistema de test PCR para los trabajadores temporeros (la C.A. de La Rioja lo va a financiar con fondos públicos y el Ministro de Agricultura ha manifestado que es una medida práctica, sin aclarar que la recomiende al resto de las CC.AA.), y que, asimismo, se vayan a aplicar test PCR a los inmigrantes ilegales que llegan en las decenas de pateras que arriban a nuestras costas, mientras que hay una resistencia completa a exigirlos o incluso financiarlos (como ha propuesto Canarias) a los turistas que quieren viajar a España.
· La CEHAT ha ofrecido financiar test PCR a todos los turistas que regresan a sus países para evitarles la cuarentena.
· Asimismo la CEHAT urge a la UE a tomar medidas sanitarias urgentes mediante la realización de test tanto en origen como en destino, con el fin de que exista reciprocidad y se garantice la máxima seguridad de los turistas, a los trabajadores y a los residentes de los destinos.
· Es paradójico que el sector privado esté dispuesto a impulsar este sistema de test obligatorios y que ni la Comisión Europea ni los Gobiernos se manifiesten. Máxime, cuando los avances tecnológicos permiten que estos test sean cada vez más rápidos y más baratos, o sea, más viables.
· Todavía es más paradójico que el Gobierno del país líder del turismo mundial permanezca inactivo en este tema ante la catástrofe turística cada vez más próxima.
· Paradojas finales: el portavoz sanitario gubernamental ha dicho que agradece que gobiernos extranjeros recomienden no viajar a España ya que es “un problema que nos quitan”. Aunque el Presidente del Gobierno le ha corregido, la acción diplomática española ha tenido el efecto contraproducente de endurecer la postura del Gobierno británico.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.