Accesibilidad y desestacionalización, los nuevos retos del turismo urbano
27 septiembre, 2016 (10:26:30)
por Pedro Homar, gerente de la Fundación Palma 365
La Organización Mundial del Turismo celebra el próximo 27 de septiembre el Día Mundial del Turismo poniendo sobre la mesa uno de los retos a los que se enfrenta el sector: la accesibilidad. No es el único desafío que se plantea actualmente. Desestacionalizar los destinos y elevar el gasto medio del turista son otros de los debates abiertos que conciernen al turismo en cualquier destino urbano como Palma. Abordarlos no solo favorece al desarrollo del sector, sino que implica una serie de ventajas globales que trascienden más allá, ya que, según la Organización Mundial del Turismo, el turismo es vital para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
La accesibilidad en destino, por lo tanto, supone una ventaja competitiva que aporta múltiples beneficios: fidelización, beneficios sociales, mejoras en la calidad del destino, desestacionalización. Y es que según la OMS (la Organización Mundial de la Salud), el 15% de la población padece algún tipo de discapacidad, en total, alrededor de 1.000 millones de personas. Una cifra que, además, está aumentando debido al envejecimiento de la población y al incremento de las enfermedades crónicas
Una de las ventajas que conlleva el turismo accesible es la desestacionalización de los destinos. Gran parte de las personas con discapacidad sobrepasan los 60 años por lo que muchos de ellos viajan en temporada media o baja. Precisamente, atraer turistas durante todo el año es otro de los grandes retos a los que se enfrenta el modelo turístico actual. El marketing y la comunicación son herramientas claves en cualquier estrategia de desestacionalización, al igual que la creación de productos turísticos que sirvan para posicionar al destino como un lugar atractivo 365 días al año.
La desestacionalización ayuda a evitar la masificación, otro de los retos a los que se enfrenta el turismo. La concentración de turistas durante determinadas épocas al año ha provocado uno de los debates candentes del sector con diferentes posturas enfrentadas. La respuesta está en gestionar la afluencia, ampliar la temporada y poner en marcha medidas que favorezcan la convivencia entre turistas y locales.
Si la cantidad de turistas que recibe un destino es tema de debate, la calidad de los mismos también lo es. Elevar el gasto medio del turista es otro de los desafíos del sector. El posicionamiento del destino, la creación de una oferta acorde al visitante al que se busca atraer y la calidad tanto de la oferta hotelera como de restauración son algunas de las claves que permiten avanzar en esta línea.
Palma trabaja desde hace años para dar solución a estos retos. En este sentido, la ciudad ha convertido en accesibles algunas de sus playas y, en los próximos meses, espera abrir una serie de rutas turísticas inclusivas. Asimismo, se están empezando a testar soluciones tecnológicas con las que analizar en tiempo real los móviles y, mediante triangulaciones, generar mapas de calor que indiquen dónde hay más congestión de personas. Con los datos recabados, se recomendarán itinerarios alternativos. Por último, el reposicionamiento del destino ha hecho que Palma sea percibida como un destino urbano vacacional y esto, a su vez, ha permitido crear una oferta de producto adaptada a esa nueva tipología de visitante que busca experiencias urbanas de calidad.