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El Govern balear cerrará las oficinas turísticas que abrió el anterior ejecutivo en Berlín y Bruselas

21 agosto, 2003

Ni Berlín ni Bruselas. La Conselleria de Turismo planea deshacerse de todas las Oficinas de Turismo que montó el ex conseller Celestí Alomar en Europa. Estas oficinas, también denominadas embajadas turísticas de Baleares, suponen «un gasto excesivo» para el Govern, según destacó a EL MUNDO / El Día de Baleares, el director general de Promoción Turística, Eduardo Gamero. Berlín era la niña bonita de estas embajadas. El presupuesto inicial de la Oficina en Berlín, situada en la Plaza vor dem Neuen Tor de la capital alemana, arrancó con una cantidad de 180.303 euros, aunque se prevé ampliarlo con 60.101 euros más. El socialista Josep Moll Marqués asumió el cargo de director-coordinador y representante de la oficina con trabajo remunerado con unos 16.000 euros anuales brutos. La Conselleria, en cualquier caso, no dejará de lado la promoción de las Islas en las principales ciudades europeas. Para ello, aprovechará la infraestructura de las Oficinas Españolas de Turismo (OET) tanto en Berlín, Bruselas o Londres. Es más, incluso la OET de Berlín ya se ha ofrecido para que una persona de su plantilla se pueda dedicar a los asuntos de Baleares. «Nos podemos ahorrar plantilla y los gastos de alquiler», reconoció Gamero a este periódico. La sede de Berlín fue definida por el propio Moll como «una ventana abierta de Baleares en Alemania» que servirá de foro de intercambio entre los diferentes sectores de la economía germana y balear. Moll fue más explicitó y pensó que las embajadas turísticas «no eran más que una oficina de turismo, en la que se muestran las diferentes caras de un archipiélago que no sólo ofrece sol y playa». Dentro de la programación prevista, Moll preveía «intercambios culturales o se ofrecerán diferentes alternativas para dar a conocer los productos mallorquines». El ex conseller de Turismo, Celestí Alomar, contemplaba que la Oficina de Baleares en Berlín sirviera para impulsar las relaciones institucionales con diferentes agentes sociales del país. Josep Moll Marqués asumió el cargo de director-coordinador y representante de la oficina con trabajo remunerado con unos 16.000 euros anuales brutos. Su trabajo se desarrolló mayoritariamente desde Mallorca, mientras que la sede en Berlín contó con otra persona responsable y un ayudante. Mientras, la embajada en Bruselas que abrió el pasado mes de febrero en Bruselas con el objetivo de promocionar las Islas en la zona de Bélgica y los Países Bajos, también parece que tiene sus días contados. En el caso de esta sede, inaugurada en Bruselas el 11 de febrero de 2002, también se prevé su desaparición, aunque todavía, según confirmó el director general de Promoción Turística «aún no estaba confirmado». El ex Govern del Pacte de Progrés no estaba dispuesto a montar solamente dos oficinas de Baleares en Europa. También estaba dispuesto, según adelantó este periódico el pasado 28 de febrero, a crear una Conselleria o Dirección General de Asuntos Exteriores. «Hay muchos asuntos de Economía y Turismo que se podrían canalizar a través de un departamento de nueva creación o de una Dirección General de Exteriores», resaltó Antich. (A.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 21/08/03)